El precio del odio en Dinamarca
La criminalizaci¨®n de expresiones racistas o xen¨®fobas, nacida en el nazismo, divide a¨²n hoy al pa¨ªs
Dinamarca es el pa¨ªs de la felicidad. Del Estado del bienestar, del pleno empleo, de la econom¨ªa fuerte y del hygge, esa suerte de gusto por las peque?as cosas, ya sea beberse unas cervezas con los amigos viendo el querido balonmano patrio o tomarse un chocolate con la familia, en casa y con una lamparita en la ventana. Es la vida, lo dem¨¢s son complementos para un pa¨ªs peque?o (seis millones de habitantes) y rico. Pero Dinamarca es tambi¨¦n mucho di¨¢logo. Los gobiernos son de consenso, no hay mayor¨ªas -el actual Ejecutivo conservador de Lars Lokke Rasmussen est¨¢ formado por tres partidos- y el debate es una tradici¨®n.
En medio de esta explosi¨®n de libertad de expresi¨®n, uno de los pilares de la sociedad escandinava, diversa, plural y solidaria, se entromete el art¨ªculo 266b del C¨®digo Penal, una suerte de limite al todo vale en la escena p¨²blica. Este contempla castigos que van desde la multa hasta los dos a?os de c¨¢rcel para expresiones que p¨²blicamente amenacen, ridiculicen o degraden a un grupo por su raza, etnia, color de piel, sexo o religi¨®n. La UE quiere ahora que todos sus miembros cuenten con leyes para penalizar este tipo de discurso, estandarte hoy de islam¨®fobos e incontrolable en las redes sociales. Viajamos a Dinamarca para averiguar c¨®mo conviven la libre expresi¨®n y la criminalizaci¨®n del discurso de odio.
Islam radical frente a libre expresi¨®n
El art¨ªculo del C¨®digo Penal dan¨¦s que penaliza el discurso de odio naci¨® en los a?os 30 para proteger a los jud¨ªos. A¨²n hoy est¨¢ vigente, pero son las expresiones sobre el islam las que copan los procesos judiciales. ?C¨®mo convive la criminalizaci¨®n de ciertas manifestaciones xen¨®fobas y racistas con la libre expresi¨®n?
La Euroc¨¢mara reescribe el modelo audiovisual
El Parlamento Europeo presiona a plataformas como Netflix para que paguen una tasa y aumenten al 30% su cuota de contenidos que hayan sido producidos en la Uni¨®n Europea.
V¨ªdeo: ¡°Lo peor de todo es la autocensura¡±
Responsables de los principales medios de comunicaci¨®n y diputados de varias formaciones danesas hablan del v¨ªnculo entre los delitos de odio y la libertad de expresi¨®n.
¡°Hay que trazar la l¨ªnea entre discurso de odio y opini¨®n pol¨ªtica¡±
El directivo de Facebook Europa Richard Allan explica qu¨¦ medidas toma la plataforma para luchar contra los comentarios violentos.
El problema de las leyes contra la incitaci¨®n al odio
El periodista Flemming Rose, exeditor del peri¨®dico dan¨¦s Jyllands-Posten, cabecera que en 2005 public¨® una serie de caricaturas de Mahoma contra las que protest¨® la comunidad ¨¢rabe, analiza los peligros de criminalizar ciertos discursos.
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