¡°Chile se olvida del derecho a la igualdad¡±
La jueza Karen Atala denuncia el cumplimiento a medias de la sentencia de la Corte Interamericana que hace cinco a?os dijo que el Estado de Chile viol¨® sus derechos humanos al quitarle la custodia de sus hijas por ser lesbiana

¡°En cierta medida mi caso sirvi¨® para dar visibilidad a un fen¨®meno invisible. Serv¨ª para darle rostro y cuerpo a las lesbianas, sobre todo a las lesbianas madres¡±. Con esas palabras resume la jueza chilena Karen Atala el avance experimentado por el pa¨ªs tras una serie de procesos judiciales que la tuvieron como protagonista de 2003 a 2012. Fue el 24 de febrero de este ¨²ltimo a?o cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conden¨® al Estado chileno por ¡°violaci¨®n del derecho a la igualdad y la no discriminaci¨®n¡±. Atala hab¨ªa presentado una denuncia despu¨¦s de que la Corte Suprema de Chile le negara la custodia de sus hijas por su orientaci¨®n sexual, tras una demanda de su exmarido y padre de las tres ni?as, nueve a?os atr¨¢s. La CIDH argument¨® que la justicia chilena hab¨ªa operado basada en un patr¨®n cultural.
Cuenta Atala que el texto inclu¨ªa ¡°una frase muy linda en que dec¨ªa que estos prejuicios se perpet¨²an por parte del Estado, a trav¨¦s de sus agentes, la constante vulneraci¨®n de estos derechos [igualdad y no discriminaci¨®n]¡±. Por este motivo la sentencia de la Corte Interamericana no s¨®lo establec¨ªa la obligaci¨®n de Chile de entregar compensaciones simb¨®licas y apoyo a las v¨ªctimas, sino que ped¨ªa establecer mecanismos de no repetici¨®n de conductas discriminatorias. A cinco a?os del fallo, la jueza dice que lo ¨²ltimo no est¨¢ cumplido cabalmente.
En concreto, se exig¨ªa que el Estado hiciera capacitaciones y campa?as de sensibilizaci¨®n sobre diversidad sexual, g¨¦nero y derechos humanos. Para Atala, el Estado se limita a dar como cumplida dicha obligaci¨®n, aunque solo aborda el problema con una perspectiva general contra la discriminaci¨®n que incluye varios grupos discriminados (discapacitados, migrantes, entre otros) sin considerar la especificidad de la sentencia de su caso.
¡°Puedo decir como v¨ªctima del caso y activista de derechos LGBT que falta tomarse en serio el compromiso internacional con los derechos humanos y ampliar la mirada. El Estado de Chile se qued¨® con que los derechos humanos son el derecho a la vida y a la libertad ¡ªlos derechos de la dictadura, digamos¡ª pero se olvida el derecho a la igualdad. Si no estamos en un Estado de excepci¨®n y estamos en un Estado democr¨¢tico, se tienen que potenciar los derechos de la igualdad¡±, enfatiza Atala.
S¨®lo meses despu¨¦s de que el Estado fuera condenado, en Chile se promulg¨® la ley antidiscriminaci¨®n, un proyecto que se tramitaba hace a?os y que entre otros elementos planteaba la obligaci¨®n legal de los ¨®rganos del Gobierno para implementar pol¨ªticas que garantizaran un Estado sin discriminaci¨®n. ¡°Si la condena no hubiera salido, quiz¨¢ la ley se hubiera demorado un a?o o mucho m¨¢s¡±, afirma la jueza.
Atala, tambi¨¦n directora de la Fundaci¨®n Iguales, ha sido testigo de las m¨¢s recientes luchas de la comunidad LGTB en Chile, como la que mantienen junto a otros grupos que promueven la plena inclusi¨®n de la diversidad sexual en la sociedad chilena: un proyecto que legisla sobre la identidad de g¨¦nero. A fines de enero el Senado quit¨® a los menores de edad la posibilidad de cambiar su identidad de g¨¦nero aun cuando cuenten con autorizaci¨®n de los padres y, en el caso de los menores de 14 a?os, con un informe m¨¦dico que lo apruebe. Atala ve esta supresi¨®n como un retroceso, porque a su juicio un ni?o de cuatro o cinco a?os ya tiene clara su identidad. ¡°Aqu¨ª los principales llamados a proteger la infancia son los legisladores. Si ese ni?o tiene una expresi¨®n de g¨¦nero, hay que permitirle que el tr¨¢nsito y la ayuda se haga lo m¨¢s temprano posible¡±, explica.
Matrimonio igualitario
Otra de las preocupaciones de la Fundaci¨®n Iguales se refiere al compromiso que asumi¨® la propia presidenta Michelle Bachelet para tener una ¡°discusi¨®n abierta¡± sobre matrimonio igualitario. Aunque Chile cuenta con un acuerdo de uni¨®n civil en funcionamiento desde 2015, Atala opina que se debe ir m¨¢s all¨¢, porque las parejas de un mismo sexo ¡°est¨¢n imposibilitadas a tener un reconocimiento pleno a nivel jur¨ªdico, limit¨¢ndose su uni¨®n con lo m¨ªnimo de los derechos¡±.
El acuerdo de uni¨®n, afirma Atala, es un buen mecanismo para las parejas que no quieren casarse. Sin embargo, en cuanto a parejas del mismo sexo faltan normas que apunten a proteger a los hijos. ¡°En parejas heterosexuales, da lo mismo que los pap¨¢s se casen o no, porque los hijos est¨¢n protegidos ante la ley, pero en el caso de las parejas del mismo sexo que contraen uni¨®n civil, incluso as¨ª no hay protecci¨®n, porque a los hijos se les reconoce un solo padre o una sola madre como v¨ªnculo filiativo. La uni¨®n civil para las parejas del mismo sexo es un contrato sin hijos¡±.
El r¨¦gimen filiativo es s¨®lo uno de los elementos que conformar¨¢n la discusi¨®n de una ley de matrimonio igualitario y Fundaci¨®n Iguales ya elabor¨® un proyecto en conjunto con la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. El texto fue presentado al Gobierno y Atala espera que sea acogido.
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