¡°Trump provocar¨¢ que en la comunidad LGTBI haya todav¨ªa m¨¢s luchadores¡±
El activista Jared Fox afirma que la salud de los estudiantes transexuales est¨¢ en juego
Jared Fox creci¨® en Ohio en un entorno hostil. En el colegio privado y conservador en el que estudiaba le indicaron el camino de salida al descubrir que era gay. Los responsables le aseguraron que a partir de ese momento no podr¨ªan defenderle del bullying que iba a sufrir. Entonces le hicieron creer que no era como los dem¨¢s, que era diferente e iba a sufrir por ello. A sus 28 a?os, convertido en un profesor en Nueva York, est¨¢ dedicando su vida a aquellos que, como ¨¦l, son discriminados por su identidad sexual. El ¨²ltimo personaje al que le planta cara es al 45? presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca suprimi¨® el mi¨¦rcoles una orden de Obama para acabar con la discriminaci¨®n de estudiantes transexuales en las escuelas del pa¨ªs. Los colegios p¨²blicos no tendr¨¢n que garantizar el acceso a ba?os y vestuarios que eligiera cada estudiante seg¨²n su identidad, como rezaba la orden dem¨®crata. Fox cree que la medida no solo atenta contra los derechos de los transexuales sino que se trata de un problema de salud. "Muchos ni?os no van al ba?o por no tener que pasar por la humillaci¨®n de entrar al que no les corresponde. Se aguantan durante horas y eso puede provocarles infecciones. Otros no beben agua en todo el d¨ªa para evitar ir al ba?o", dice el activista.
Todo eso lo ha sufrido en carne propia Gavin Grimm, un estudiante trans de 17 a?os. En Virginia luch¨® por usar un ba?o acorde con su identidad sexual, la de chico, y lo consigui¨®. Sin embargo, esta semana, cuando Trump deleg¨® la competencia de la ley de identidad sexual a los Estados, Grimm perdi¨® su derecho a elegir. El estudiante ha llevado su lucha por la elecci¨®n de ba?o hasta el Tribunal Supremo, que tendr¨¢ que resolver la interpretaci¨®n del t¨ªtulo IX, la disposici¨®n de una ley de 1972 que proh¨ªbe la discriminaci¨®n basada en la identidad de g¨¦nero o el sexo en las escuelas que reciban financiaci¨®n federal. El 28 de marzo comenzar¨¢n los alegatos.
Fox es el enlace entre la comunidad LGTBI y el departamento de Educaci¨®n del Estado de Nueva York. Su trabajo consiste principalmente, como explica durante una entrevista en Madrid, en escuchar a los alumnos. El activista ayuda a m¨¢s de un mill¨®n de ni?os a integrar la identidad de g¨¦nero en la escuela. Se define como hombre, gay y blanco. "Somos un compendio de identidades. Cuando vamos al trabajo las llevamos todas con nosotros ?Imaginas que un ni?o no pueda llevarlas todas consigo al colegio?".
La lucha de Grimm le parece un ejemplo a seguir. "Nunca me he sentido tan esperanzado por un caso judicial. Ha sido un solo estudiante que ha logrado llegar hasta la Corte Suprema", dice con entusiasmo. Duda que el decreto de Trump pueda revocar las conquistas que la comunidad LGTBI ha alcanzado porque cree en la lucha local, como la que ¨¦l hace en Nueva York. De todos modos, se?ala la necesidad de una ley federal que regule los derechos en toda la naci¨®n. "Los ni?os no deber¨ªan tener que preguntarse en cada Estado: ?Podr¨¦ ir al ba?o aqu¨ª?".
Fox fue durante tres a?os profesor en un instituto de Harvey, una peque?a localidad de Luisiana, donde, por norma, se prohib¨ªa decir las palabras gay o lesbiana. Hasta abril 2016 no se aprob¨® en ese Estado un proyecto de ley para prohibir la discriminaci¨®n basada en la identidad de g¨¦nero. El hecho de encontrar piedras en el camino no desalienta al activista. En cierto modo, las injusticias le dan fuerzas para seguir: "Trump provocar¨¢ que en la comunidad LGTBI haya todav¨ªa m¨¢s luchadores¡±.
?Qu¨¦ ocurre en Espa?a?
Las leyes de identidad de g¨¦nero est¨¢n reguladas por las comunidades aut¨®nomas y no por el Estado. Andaluc¨ªa, Madrid, Catalu?a o Pa¨ªs Vasco tienen leyes espec¨ªficas, pero Asturias o La Rioja no. "Al no tener una ley nacional, los derechos de los ni?os trans quedan en manos de las opiniones y los prejuicios de los centros educativos", afirma Isidro Garc¨ªa Nieto, gerente de la Fundaci¨®n Daniela.
"La soluci¨®n al tema de los ba?os pasa por instalar ba?os unisex", dice Garc¨ªa Nieto. Pero para este trabajador social los derechos de los ni?os transexuales no solo se resumen al uso del ba?o. Es necesario el reconocimiento de su identidad de g¨¦nero frente a su sexo, su nombre elegido frente al legal y la inclusi¨®n de tem¨¢tica LGTBI en los contenidos educativos. "Pero hay que ir m¨¢s all¨¢ y garantizar los derechos sanitarios, sociales, educativos de los ni?os trans; es decir, promover una ley integral nacional", explica Nieto. Para ¨¦l garantizar los derechos de los ni?os transexuales es cuesti¨®n de salud mental y f¨ªsica.
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