La metamorfosis de Espa?a
Siete gr¨¢ficos sobre inmigraci¨®n para entender c¨®mo ha cambiado la composici¨®n de la sociedad en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas
En los ¨²ltimos 20 a?os, Espa?a se ha convertido en el destino de millones de migrantes: en 1998, solo el 1,6% de los empadronados es extranjero, poco m¨¢s de medio mill¨®n de personas. Hoy la cifra supera los cuatro millones y medio, lo que equivale a casi el 10% de poblaci¨®n. Tambi¨¦n el origen de quienes eligen Espa?a para echar ra¨ªces cambia a lo largo de las dos pasadas d¨¦cadas: los rumanos superan a los colombianos y los marroqu¨ªes siguen siendo los m¨¢s numerosos, seg¨²n las estad¨ªsticas del padr¨®n. Muchos de ellos contribuyen a engrosar las filas de la Seguridad Social (de los 300.000 trabajadores afiliados en alta en 1998 a los 1,6 millones el a?o pasado), y muchos otros adquieren la nacionalidad espa?ola. Y confirman una tendencia que parece no tener vuelta atr¨¢s.
Tanto la poblaci¨®n espa?ola como la extranjera crece a lo largo de los a?os: en 1998 hay 39,8 millones de personas empadronadas, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), pero solo el 1,6% tiene nacionalidad diferente a la espa?ola. A partir del a?o 2000, al calor del crecimiento econ¨®mico, el n¨²mero de inmigrantes que vive en Espa?a adquiere otra magnitud y en 2011 alcanza un r¨¦cord hist¨®rico: el INE contabiliza 5,7 millones de extranjeros empadronados, equivalentes al 12,19% de la poblaci¨®n y casi 10 veces m¨¢s que en 1998. La fuerte crisis econ¨®mica que estalla en 2008 se convierte, sin embargo, en un importante desincentivo para seguir viviendo en el pa¨ªs. El n¨²mero de extranjeros empadronados empieza a disminuir, en buena medida (pero no exclusivamente) porque los ciudadanos expatriados comienzan a sentirse cada vez m¨¢s seducidos por sus lugares patrios frente a un pa¨ªs de acogida ahogado en el paro y en una econom¨ªa menguante. En un lustro, el padr¨®n pierde un mill¨®n de inmigrantes: en 2016 la estad¨ªstica refleja 4,6 millones de extranjeros viviendo en el pa¨ªs. Pero Espa?a ya no es la misma.
Con el paso del tiempo muta tambi¨¦n el origen de los inmigrantes que eligen Espa?a como su residencia ¡ªcon la excepci¨®n de la comunidad marroqu¨ª, que siempre ha estado entre las m¨¢s numerosas en el pa¨ªs¡ª. En 1998, entre los 10 grupos con m¨¢s presencia se encuentran marroqu¨ªes, brit¨¢nicos, alemanes, portugueses, franceses, peruanos, argentinos, italianos, dominicanos y holandeses. A?os m¨¢s tarde, colombianos y ecuatorianos se convierten en los indiscutibles protagonistas de la inmigraci¨®n latinoamericana, seguidos por los bolivianos. Los rumanos empiezan a ganar peso en 2001, hasta transformarse en la comunidad extranjera con m¨¢s empadronados de Espa?a entre 2008 y 2015; los chinos, por su parte, empiezan subir con cada vez m¨¢s fuerza en las estad¨ªsticas del INE a partir de 2009. En 2016 son la cuarta nacionalidad con m¨¢s presencia en el pa¨ªs.
El n¨²mero de inmigrantes con papeles empieza a crecer desde los a?os 80, cuando el Gobierno inicia una serie de "regularizaciones" de los extranjeros que est¨¢n trabajando en la econom¨ªa sumergida. Entre 1995 y 2005, tanto populares como socialistas impulsan cuatro sucesivas "normalizaciones" dirigidas a inmigrantes que cumplan con determinados requisitos. Las instituciones comunitarias critican el "efecto llamada" provocado por estas pol¨ªticas y en 2007 establecen que?toda regularizaci¨®n?tiene que consultarse con los dem¨¢s socios europeos. Ese a?o, el entonces presidente del Gobierno,?Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, insiste en que el proceso de regularizaci¨®n puesto en marcha en 2005 fue "necesario, conveniente y positivo". Actualmente, hay 4,9 millones de extranjeros con tarjeta o certificado de residencia en vigor, seg¨²n los datos del Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n. Esta cifra es superior al n¨²mero de empadronados, algo que se debe a diferencias metodol¨®gicas que no hacen fiable la comparaci¨®n entre las dos series, alertan Blanca Garc¨¦s y Elena S¨¢nchez, investigadoras del Cidob, think tank especializado en relaciones internacionales y desarrollo. "El mecanismo del INE ha cambiado y hay muchos que no renuevan el padr¨®n cuando se mudan", aseguran.
As¨ª como crece el n¨²mero de inmigrantes empadronados en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, tambi¨¦n lo hace la cifra de afiliados a la Seguridad Social en alta laboral. El pico m¨¢ximo se alcanza en 2007, cuando el organismo previsor cuenta con casi dos millones de cotizantes extranjeros entre sus filas. Hasta ese momento, el mercado laboral espa?ol es capaz de absorber a los trabajadores que vienen desde fuera: la econom¨ªa avanza y la mano de obra inmigrante, m¨¢s barata y muchas veces empleada para ocupaciones poco cualificadas, se convierte en una de las locomotoras del crecimiento que empuja el aumento de la riqueza nacional. Pero el idilio se rompe con la crisis y el pinchazo de la burbuja: Espa?a, con una tasa de paro que llega a rozar el 27% en 2013, pierde de repente todo su atractivo de cara a los inmigrantes. El n¨²mero de trabajadores extranjeros en alta laboral disminuye, y solo en los ¨²ltimos dos a?os ha vuelto a crecer (hasta los 1,6 millones en 2016), sin haber llegado todav¨ªa a recuperar los niveles precrisis.
El n¨²mero de inmigrantes en Espa?a disminuye en los ¨²ltimos a?os no solo porque muchos vuelven a su pa¨ªs de origen por?la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica; la cifra empieza a reducirse tambi¨¦n porque un n¨²mero considerable de extranjeros logra el pasaporte espa?ol. Seg¨²n el Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n, entre 1995 y 2015 m¨¢s de 1,2 millones de personas adquieren la nacionalidad espa?ola por residencia (el tiempo para obtenerla var¨ªa seg¨²n la nacionalidad de la persona; si se ha nacido en Espa?a o se posee la condici¨®n de refugiado, entre otras cosas), la modalidad m¨¢s com¨²n de nacionalizaci¨®n. Es m¨¢s: seg¨²n los datos de Eurostat, Espa?a es el tercer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea que m¨¢s extranjeros nacionaliza entre 2005 y 2014, superado solo por Reino Unido y Francia, y el que?m¨¢s pasaportes otorga a inmigrantes en 2014 y 2015.
Despu¨¦s del pico de nacionalizaciones por residencia de 2013, cuando 261.295 inmigrantes obtienen el pasaporte espa?ol, los n¨²meros empiezan a desinflarse y vuelven a los niveles de 2009. Ese a?o, ecuatorianos y colombianos ya llevan casi un lustro siendo los extranjeros que m¨¢s se nacionalizan espa?oles. Una d¨¦cada antes, era a argentinos, peruanos y dominicanos a quien el Estado espa?ol m¨¢s conced¨ªa la nacionalidad. La comunidad marroqu¨ª, seg¨²n los datos del Observatorio Permanente de la Inmigraci¨®n, es la que tiene a m¨¢s personas nacionalizadas espa?olas en los ¨²ltimos dos a?os: m¨¢s de 170.000, casi la misma poblaci¨®n de Zamora.
Espa?a no es un pa¨ªs particularmente generoso con las concesiones de asilo, una protecci¨®n otorgada por el Estado a aquellas personas que huyen de conflictos o persecuciones que amenazan o impiden el ejercicio de sus derechos fundamentales. Las tasas de admisi¨®n entre 1995 y 2015 han sido, de media, del 20%. Pero tampoco es un pa¨ªs que reciba muchas solicitudes, por lo menos hasta 2015, cuando el conflicto en Siria y Ucrania causa un repunte en las peticiones y las lleva a su r¨¦cord hist¨®rico, con 15.000 solicitantes de protecci¨®n en Espa?a, un aumento del 70% con respecto a 2008. Esta cifra sigue sin embargo representando solo un 1% del total de solicitudes recibidas en la Uni¨®n Europea, muy lejos de las m¨¢s de 440.000 registradas en Alemania durante el mismo a?o, seg¨²n datos de Eurostat.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates