Estados Unidos y China inician una dif¨ªcil aproximaci¨®n
Trump y su secretario de Estado se re¨²nen con el m¨¢ximo diplom¨¢tico chino
Fue un tanteo, una primera aproximaci¨®n para determinar si es posible entablar una relaci¨®n constructiva entre Estados Unidos y China despu¨¦s de un inicio convulso. El consejero de Estado chino, Yang Jiechi, la m¨¢xima autoridad diplom¨¢tica del pa¨ªs asi¨¢tico, se reuni¨® este martes en Washington con el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson. El lunes, salud¨® brevemente a Donald Trump tras verse en la Casa Blanca con algunos de los asesores m¨¢s cercanos al presidente.
Son los primeros encuentros entre las dos mayores potencias mundiales desde que Trump asumi¨® la presidencia el 20 de enero. ¡°Fue una oportunidad para empezar un di¨¢logo y hablar con ellos de los intereses compartidos en seguridad nacional¡±, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
La otra prioridad de las reuniones fue preparar una posible cita bilateral entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, durante la cumbre del G 20 en julio en Alemania. Xi se present¨® en enero en el Foro de Davos como el adalid del libre comercio y la globalizaci¨®n ante el repliegue proteccionista y en pol¨ªtica exterior que propone Trump.
En su reuni¨®n, Tillerson y Yang, que hablaron la semana pasada por tel¨¦fono, destacaron la "importancia de una relaci¨®n bilateral constructiva", seg¨²n un comunicado del portavoz en funciones del Departamento de Estado, Mark Toner.
Ambos coincidieron en la necesidad de "mejorar y mantener una relaci¨®n econ¨®mica mutuamente beneficiosa". Tambi¨¦n abordaron la preocupaci¨®n conjunta por el programa nuclear norcoreano.
Seguramente no haya un pa¨ªs m¨¢s inquieto que China ante la inc¨®gnita que supone la presidencia del republicano. Tras ganar las elecciones de noviembre, Trump enfureci¨® a Pek¨ªn al hablar por tel¨¦fono con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y asegurar que condicionar¨ªa su respeto a la pol¨ªtica de ¡°una sola China¡± solo si recib¨ªa a cambio concesiones de Pek¨ªn en asuntos de inter¨¦s compartido.
Trump revent¨® en pocos d¨ªas el pilar de la estrategia diplom¨¢tica estadounidense desde los a?os 70, en que reconoce a Pek¨ªn como el ¨²nico interlocutor y Gobierno leg¨ªtimo chino ante las ambiciones separatistas de la isla de Taiw¨¢n. A principios de febrero, Trump dio marcha atr¨¢s: en una llamada con Xi, prometi¨® mantener la pol¨ªtica de ¡°una sola China¡±, cediendo ante una condici¨®n que Pek¨ªn considera ¡°innegociable¡±.
La visita de Yang, el estratega de la pol¨ªtica exterior china, busca reparar lazos y calibrar los verdaderos objetivos de la Administraci¨®n Trump. Es un term¨®metro para medir si la ret¨®rica incendiaria del candidato republicano contra China se rebaja dentro de la Casa Blanca.
Trump ha acusado a China de competencia desleal en comercio, la ha usado como chivo expiatorio por las deslocalizaciones de empresas estadounidenses al pa¨ªs asi¨¢tico, ha criticado la construcci¨®n de islas artificiales en el estrat¨¦gico mar del Sur de la China y ha reclamado a Pek¨ªn que haga m¨¢s para apaciguar las ambiciones nucleares de Corea del Norte. China ha censurado todos esos reproches.
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