Una iniciativa popular amenaza la construcci¨®n en Los ?ngeles
Autoridades, empresas y sindicatos se movilizan para frenar en las elecciones de este martes una propuesta contra los grandes edificios
El alcalde tiene la reelecci¨®n pr¨¢cticamente en el bolsillo, la mayor¨ªa de los concejales repiten mandato y no tendr¨¢n problemas para conservar su puesto, el fiscal y el tesorero no tienen competencia en la papeleta, y sin embargo la ciudad de Los ?ngeles lleva semanas bombardeada con publicidad electoral. No es sobre los candidatos. Es sobre una iniciativa popular que, dentro del extremo sistema de democracia directa californiano, amenaza con estrangular la construcci¨®n en la ciudad.
Bajo el nombre de Medida S, una iniciativa popular propone una moratoria de dos a?os en construcciones que cambien el plan de ordenaci¨®n urbana de la ciudad o que supongan un aumento de poblaci¨®n significativo en un barrio. Seg¨²n sus proponentes, esto pondr¨¢ freno a la construcci¨®n desmesurada que est¨¢ cambiando el aspecto suburbial de Los ?ngeles. Seg¨²n sus cr¨ªticos, supone un golpe econ¨®mico para la ciudad en pleno boom de la construcci¨®n.
Esos cr¨ªticos son una coalici¨®n de fuerzas sorprendente. El gobernador, el alcalde, el Partido Dem¨®crata, el Partido republicano, los sindicatos, la polic¨ªa, los bomberos, los principales peri¨®dicos, la patronal, la C¨¢mara de Comercio, sindicatos, la C¨¢mara de Comercio Latina, asociaciones LGTB, asociaciones vecinales de todos los barrios, Eli Broad¡
El alcalde sale en televisi¨®n no para pedir el voto para ¨¦l, sino para pedir que se vote contra la medida. El peri¨®dico m¨¢s poderoso de California, Los Angeles Times, no ahorra dramatismo en sus editoriales pidiendo el no a la Medida S. ¡°Un corte de mangas infantil al Ayuntamiento¡±, la calific¨® en el ¨²ltimo editorial al respecto. La medida ¡°bloquear¨ªa la construcci¨®n de viviendas, de mercado y protegidas, que son muy necesarias¡±.
Al tiempo que est¨¢ lleno de gr¨²as y creciendo en vertical, Los ?ngeles sufre una grave crisis de espacio. Es una ciudad construida en uno o dos pisos en la que no hay sitio para nadie. Seg¨²n el propio Ayuntamiento, es la ciudad donde es m¨¢s caro vivir en Estados Unidos de acuerdo a la renta media de sus habitantes (en t¨¦rminos absolutos son m¨¢s caras Nueva York, San Francisco o Washington DC). Los que quieren frenar la Medida S dicen que el freno a la construcci¨®n afectar¨¢ a edificios de apartamentos muy necesarios para aliviar el mercado, adem¨¢s de tener un impacto directo en el empleo.
Detr¨¢s de la Medida S est¨¢ un hombre llamado Michael Weinstein, presidente de la AIDS Healthcare Foundation. El origen de la idea, seg¨²n sus cr¨ªticos, fue que la ciudad permiti¨® construir un edificio delante del edificio que ocupa Weinstein y el empresario decidi¨® que la construcci¨®n estaba fuera de control. Tiene el apoyo de asociaciones de vecinos y de un exalcalde.
La campa?a ha sido intensa. Grandes carteles de Yes on S! Se pueden ver por toda la ciudad. Los dos bandos han comprado mucho tiempo en televisi¨®n. Los proponentes hicieron una campa?a de buzoneo en la que dejaban ¨®rdenes de desahucio falsas para concienciar a los vecinos de lo que hacen los grandes constructores cuando desembarcan en un barrio. La campa?a se ha gastado 4,5 millones de d¨®lares, de ellos 3,9 del bolsillo de Weinstein. Del otro lado se han gastado 2,6 millones contra la propuesta.
El nerviosismo es evidente ante una medida cuyo impacto econ¨®mico se calcula en millones pero nadie sabe hasta d¨®nde puede llegar. Una vez en la papeleta, puede pasar cualquier cosa. Otro de los desaf¨ªos a los que se enfrenta la coalici¨®n contra la Medida S es la baja participaci¨®n cr¨®nica de las elecciones locales de Los ?ngeles, muy diferentes de las presidenciales. En las elecciones de mayo de 2014, el condado de Los ?ngeles bati¨® el r¨¦cord de baja participaci¨®n electoral: 25.2%. Solo uno de cada cuatro angelinos con derecho a voto se present¨®. La falta de inter¨¦s incluso dio origen a una especie de concurso de idas para ver c¨®mo se pod¨ªa aumentar la participaci¨®n.
Las elecciones de este martes son igual o menos interesantes que las de 2014 en lo que se refiere a los pol¨ªticos. Se votan primarias a los puestos municipales. Los dos que sacan m¨¢s votos sin superar el 50% van a la elecci¨®n de mayo. Pero el golpe de la Medida S puede tener mucho m¨¢s impacto que un cambio de alcalde.
Siguiendo la tendencia de 2016, este puede ser el primer ejemplo de 2017 en el que una idea minoritaria y arriesgada se pone en una papeleta, empieza a generar debate, y termina ganando por sorpresa.
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