Siria de sur a norte tras seis a?os de guerra
La ruta entre Damasco y Alepo, hilo conductor de un retrato en primera persona de los efectos del conflicto

Alepo. Dos rutas, una guerra
BajarEn v¨ªsperas del sexto aniversario de su guerra civil, la realidad de Siria toma cuerpo en las ruinas desoladas de Alepo y en la precariedad de los suministros en la capital, Damasco. Pero tambi¨¦n en los locales de ocio que tratan de recuperar la normalidad en ambas ciudades. Esta es la reconstrucci¨®n de un viaje por el pa¨ªs de sur a norte a trav¨¦s de una ruta llena de obst¨¢culos por los efectos del conflicto.
Sin agua en Damasco
La guerra por los recursos naturales provoca escasez de agua, luz y pan, lo que merma la vida diaria de los civiles en zonas bajo control del Gobierno (leer reportaje).

Rumbo hacia Alepo
Recorrer los 360 kil¨®metros que separan la capital de Alepo requiere ahora el doble de tiempo que hace cuatro a?os. Desde la ventanilla del coche, el panorama es un elocuente rastro de guerra y destrucci¨®n (leer reportaje).

Lo que queda tras el asedio
En la castigada Alepo hay habitantes que se resistieron a ser evacuados. La familia Miro forma parte de los 3.000 vecinos que nunca abandonaron la mitad oriental de la ciudad, ¨²ltimo reducto insurrecto antes de la llegada de las tropas gubernamentales (leer reportaje).

Algunos de los que se fueron y han regresado descubren que en la ciudad fantasma no queda en pie nada de lo que dejaron. Las barriadas son termiteras en las que el grado de destrucci¨®n acumulado durante cuatro a?os de combates vaticina una larga reconstrucci¨®n (leer reportaje).

Las fotograf¨ªas de sat¨¦lite ofrecen un crudo retrato de los efectos de la guerra sobre una urbe que hasta el estallido del conflcto era el coraz¨®n econ¨®mico de Siria y la segunda ciudad m¨¢s importante. Decenas de miles de edificios han desaparecido tras a?os de bombardeos e impacto de proyectiles. A finales de 2016, im¨¢genes grabadas con un dron tambi¨¦n mostraban la envergadura de la destrucci¨®n en la parte oriental.
Alepo ha perdido tambi¨¦n su pasado
Partida por la mitad desde que comenzara la guerra, esta ciudad con 4.000 a?os de antig¨¹edad se duele despu¨¦s del asedio. El 40% est¨¢ medianamente preservado y poco m¨¢s del 30% puede ser restaurado, pero la reconstrucci¨®n costar¨¢ miles de millones de euros (leer reportaje).

Los efectos de la guerra han sido implacables con una parte importante del patrimonio cultural y arquitect¨®nico de la ciudad, en el que destaca el minarete de la Mezquita Omeya, de mil a?os de antig¨¹edad, cuya estructura original permanec¨ªa intacta desde su construcci¨®n. M¨¢s de una cuarta parte de la ciudad vieja de Alepo ha quedado totalmente destruida.Tres cuartos de los 13 kil¨®metros cuadrados del zoco medieval, el mercado cubierto m¨¢s extenso del mundo, est¨¢n calcinados.
Juegos de guerra entre ruinas
Mohamed, de 10 a?os, vende algodones de az¨²car por 20 c¨¦ntimos de euro a quienes se acercan a ver la fortaleza de Alepo. Cuando empez¨® la guerra a¨²n no hab¨ªa cumplido los cinco. Para otros ni?os que como ¨¦l tratan de buscarse la vida en la ciudad, las aulas son un vago recuerdo, Mientras regresa la normalidad, muchos juegan a ser adultos imitando a los que les rodean (leer reportaje).

La vida cotidiana trata de abrirse paso
Tanto en Damasco como en Alepo, los seis a?os de guerra han mermado dr¨¢sticamente el sector hostelero. En los ¨²ltimos meses, a falta de turistas, los locales que abren tratan de captar al p¨²blico local. ¡°Es espantoso no vivir¡±, reza una pintada en ingl¨¦s sobre la barra del bar Cosette, de la capital (leer reportaje).

Con la colaboraci¨®n de Sara Rosati y Guiomar del Ser. Dise?o: Ana Fern¨¢ndez.