Inmigrantes para salvar la Espa?a que se muere
Los extranjeros empezaron a llegar al medio rural espa?ol en los 90 cuando los pueblos ya llevaban d¨¦cadas vaci¨¢ndose
La salvaci¨®n puede esconderse en peque?os acontecimientos. Lo saben bien los residentes de Visiedo, una localidad diminuta a 45 kil¨®metros al norte de Teruel. Hace dos a?os una mudanza normal se convirti¨® en un evento de vital importancia para un pueblo que lleva d¨¦cadas asistiendo impotente a una desoladora muerte por despoblaci¨®n. Era el 1 de julio de 2015 cuando Said al Ghoury, originario de T¨¢nger (Marruecos), contribuy¨® a que el municipio se apuntara un tanto en su lucha por la supervivencia: gracias a ¨¦l y a su esposa y sus dos hijas, la ¨²nica escuela de Visiedo sigue abierta.
"Aqu¨ª estoy encantado", dice un Said sonriente. Enfundado en su ch¨¢ndal de trabajo repleto de bolsillos cuenta c¨®mo aterriz¨® en la localidad turolense matando dos p¨¢jaros de un tiro: ¨¦l buscaba un empleo y el municipio necesitaba a sus hijas, Yassmin y Fidaf, de 12 y ocho a?os. ¡°Su llegada ha sido una gran mejora para el pueblo¡±, asegura la alcaldesa Mar¨ªa ?ngeles Zaera. Precisa que, de los 136 habitantes censados, solo unos 80 viven en el pueblo. Ahora Said trabaja a su lado como alguacil del Ayuntamiento y pronto ser¨¢ padre por tercera vez: su mujer, Omkeltoum, est¨¢ embarazada de siete meses de su tercera ni?a.?
En los d¨ªas soleados, Visiedo recuerda los paisajes lunares y desiertos tan amados por el cineasta italiano rey del spaghetti western?Sergio Leone. Pero ni suenan las bandas sonoras de Ennio Morricone ni hay duelos a muerte. En sus calles hay m¨¢s casitas de ladrillo abandonadas a punto de caerse que personas, y es m¨¢s f¨¢cil encontrarse con un tractor que con un coche. Algo que no sorprende en la zona m¨¢s vac¨ªa de Espa?a: seg¨²n el Ministerio de Agricultura, Arag¨®n es la Comunidad Aut¨®noma con el medio rural m¨¢s despoblado (9,6 habitantes por kil¨®metro cuadrado). Said, que hoy tiene 43 a?os, nunca hab¨ªa vivido en un lugar tan peque?o.
De repente mis hijas ya se sienten de aqu¨ª Said al Ghoury
Desembarc¨® en Barcelona hace 20 a?os ¡ªciudad que considera su segundo hogar¡ª, cuando los flujos migratorios comenzaban a ser consistentes y consagraban definitivamente a Espa?a como lugar de acogida para cientos de miles de inmigrantes. Desde 1998, el n¨²mero de for¨¢neos empadronados en el pa¨ªs se ha multiplicado por 10 y ha pasado de representar el 1,6% de la poblaci¨®n total en 1998 al 12,2% en 2016, equivalente a 4,6 millones de personas, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Pese a la desolaci¨®n de la zona, los Al Ghoury no son los ¨²nicos extranjeros que se han asentado en el pueblo. Hay otras dos familias marroqu¨ªes que viven en Visiedo y cuyos hijos comparten aula con Yassmin y Fidaf. Y hay muchas m¨¢s en los municipios lim¨ªtrofes. Tan solo en la provincia de Teruel, cuya sangr¨ªa demogr¨¢fica se intensific¨® a finales de los sesenta, el n¨²mero de inmigrantes ha crecido en un 2.171% desde 1998 (actualmente, hay 13.979 extranjeros), de acuerdo con el INE, mientras la poblaci¨®n espa?ola ha bajado de 136.229 personas a 123.009.
El n¨²mero de inmigrantes en Teruel ha crecido en un 2.171% desde 1998
Rosario Sampedro, profesora en la Universidad de Valladolid y experta en sociolog¨ªa rural y de las migraciones, explica que los extranjeros empezaron a llegar al medio rural espa?ol en los noventa para trabajar de jornaleros en la agricultura intensiva del arco mediterr¨¢neo, y solo una d¨¦cada despu¨¦s empezaron a moverse hacia el interior. ¡°Se ha producido un cierto rejuvenecimiento de la poblaci¨®n en determinadas ¨¢reas¡±, asegura. ¡°Y esta repoblaci¨®n ha sido gracias a los inmigrantes, aunque en las zonas m¨¢s remotas es muy dif¨ªcil y la crisis ha supuesto una inflexi¨®n¡±, lamenta. En Teruel, la d¨¦cima provincia con el ¨ªndice de envejecimiento m¨¢s alto de Espa?a, aproximadamente un tercio de la poblaci¨®n tiene m¨¢s de 60 a?os.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
Si no hubiera sido por la crisis, Said y su familia seguir¨ªan en Barcelona. ¡°March¨¦ por el sue?o de Europa¡±, dice antes de romper en una carcajada, ¡°pero me qued¨¦ en el paro¡±. ?l y su familia llegaron a los campos de Teruel gracias al programa Nuevos Senderos de la Fundaci¨®n Cepaim, que propicia el traslado de poblaci¨®n inmigrante a municipios rurales despoblados. ¡°Interesa hacer de un pueblo muerto un pueblo vivo¡±, sentencia Vicente Gonzalvo, representante de la asociaci¨®n en Arag¨®n. ¡°Es muy importante que los nativos que han nacido en el medio rural tengan en cuenta lo fundamental que es para ellos que vengan nuevos pobladores¡±.
El pastoreo, un oficio de inmigrantes
A tan solo 20 kil¨®metros vive un compatriota de Said, Hassan Bellahmama. En el lugar donde trabaja el silencio de la nada solo es roto por sus abucheos. "?Beeh! ?Beeh!??Beeh!", grita al?reba?o de 1.000 ovejas que lleva cada d¨ªa a pastar a los campos en las afueras de Alfambra, un municipio turolense con algo m¨¢s de 500 habitantes. Originario de la localidad rural de Kelaa, cerca de Marrakech, Hassan lleg¨® a Espa?a con 19 a?os y un contrato de pastor ya firmado en el bolsillo. Ahora, despu¨¦s de 11 a?os en el pa¨ªs, no tiene intenci¨®n de irse. Al contrario, acaba de obtener el visto bueno a la reagrupaci¨®n familiar que ha solicitado para traer de Marruecos a su mujer y a su hijo de un a?o medio.
Al igual que en Visiedo, Hassan no es el ¨²nico extranjero del pueblo. Tampoco es el ¨²nico Bellahmama de Alfambra: dos de sus hermanos ya viv¨ªan en el municipio turolense cuando ¨¦l lleg¨® y otro m¨¢s reside en Zaragoza. Los tres son pastores. "Espa?oles para este oficio hay muy pocos y gran parte de la ganader¨ªa de Teruel emplea a extranjeros", asegura el empleador de Hassan, Pedro Jos¨¦ Escusa. Un problema para una regi¨®n cuya producci¨®n agraria representaba en 2013 el 9% del total de Espa?a, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura. "Tanto yo como el resto de los ganaderos empezamos con los inmigrantes hace unos 15 a?os". Marroqu¨ªes, pakistan¨ªes y rumanos son los for¨¢neos que m¨¢s se dedican a este oficio, detalla.?
Es como la pescadilla que se muerde la cola: si no hay poblaci¨®n no hay servicios y si no hay servicios no hay poblaci¨®n. "Es muy dif¨ªcil", insiste Zaera. "Si tuvi¨¦semos una f¨¢brica o algo que ofrecer estar¨ªamos m¨¢s compensados, pero por mucho que luches solo puedes mantener, no ampliar". A Said y a su familia, por lo menos, ya los tienen afianzados en el pueblo. Sus hijas, nacidas en Barcelona de padres marroqu¨ªes ¡ªy, por tanto, espa?olas¡ª, no tienen duda alguna cuando les preguntan de d¨®nde son. "De repente ya se sienten de aqu¨ª", dice satisfecho Said.
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.