Miles de argentinos reivindican la cifra oficial de desaparecidos: ¡°Fueron 30.000¡±
Una manifestaci¨®n masiva por los 41 a?os del golpe de Estado lanza duras cr¨ªticas a Macri
Han pasado 41 a?os del golpe de Estado que abri¨® paso a la dictadura argentina, y 34 desde la recuperaci¨®n de la democracia, pero a¨²n est¨¢ en discusi¨®n la cifra de desaparecidos. Una masiva marcha del 24 de marzo, el d¨ªa del golpe, reivindic¨® con fuerza la cifra oficial: "Son 30.000", se le¨ªa en casi todas las pancartas. Contestaban as¨ª a las dudas expresadas por cargos importantes del actual Gobierno y por el propio presidente, que dijo: "no s¨¦ si fueron 9.000 o 30.000. La guerra sucia fue una horrible tragedia". Decenas de miles de personas le recordaron que 30.000 es la cifra asumida por todas las organizaciones de derechos humanos y cuestionarla es para ellos minimizar indirectamente el horror de la dictadura.
Los 24 de marzo en Argentina son d¨ªas muy especiales. El pa¨ªs que vivi¨® una de las dictaduras m¨¢s crueles del planeta dio un ejemplo al mundo al juzgar y condenar a los genocidas de la Junta Militar pocos meses despu¨¦s de que dejaran el poder, en 1983. Y todos los 24 de marzo, d¨ªa del golpe de Estado de 1976, miles de argentinos demuestran en las calles que ese esp¨ªritu de justicia y de "Nunca M¨¢s", el gran lema de ese proceso, sigue muy vivo y se traslada de generaci¨®n en generaci¨®n. Los j¨®venes, que no vivieron la represi¨®n, son los m¨¢s activos.
Los juicios siguen, los represores est¨¢n a¨²n en las c¨¢rceles o en arresto domiciliario. El propio Jorge Videla, el m¨¢s conocido, muri¨® en prisi¨®n a los 87 a?os, gracias entre otras cosas a que el kirchnerismo reforz¨® esta pol¨ªtica y la convirti¨® en un asunto prioritario. El Gobierno de Mauricio Macri ha sido muy cuestionado por las organizaciones de derechos humanos pero incluso los m¨¢s cr¨ªticos admiten que en lo fundamental, esto es los juicios contra los represores, las cosas no han cambiado ni pueden hacerlo porque hay una generaci¨®n de argentinos que no va a permitir ninguna marcha atr¨¢s.
La memoria hist¨®rica sigue dividiendo Argentina pero nadie se atreve a cuestionar que los juicios contra los represores tienen que seguir, tanto que la Corte Suprema ha dejado claro que son una pol¨ªtica de Estado que ning¨²n gobierno podr¨¢ cambiar.
La marcha de la memoria fue multitudinaria y emocionante como siempre, con las fotograf¨ªas de los desaparecidos y las Madres y Abuelas en primer plano, en la misma Plaza de Mayo donde se esas mujeres se manifestaban en plena dictadura. Dominaba un ambiente familiar: muchos padres acuden con sus hijos para inculcarles la idea del Nunca M¨¢s. Pero r¨¢pidamente se convirti¨® en una gran protesta contra Macri. No todos los que asistieron eran kirchneristas, pero s¨ª la gran mayor¨ªa. De hecho el acto se cerr¨® con c¨¢nticos de "a volver, vamos a volver", una especie de lema que alienta el regreso de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner al poder. Todos los discursos oficiales criticaron al presidente, mientras la plaza abucheaba su nombre.
Buena parte de la concentraci¨®n, en los discursos, en los c¨¢nticos, en las pancartas, en los lemas, estaba focalizada contra el Gobierno, que no ten¨ªa representantes all¨ª. De hecho hubo una fuerte pol¨¦mica porque Macri intent¨® cambiar el feriado del 24 de marzo, que instauraron los Kirchner, y pasarlo al lunes, para reorganizar el calendario laboral. La protesta fue tan fuerte que el presidente acab¨® rectificando y este viernes era fiesta en toda Argentina.
"Miseria planificada"
Pero las cr¨ªticas al Gobierno eran m¨¢s de fondo. "El mismo plan econ¨®mico, la misma lucha. Paremos la miseria planificada", era uno de los lemas. Los organizadores asociaron as¨ª a Macri a la dictadura por su pol¨ªtica econ¨®mica, la acusaci¨®n m¨¢s dura que se puede hacer contra el gobernante. "Macri, basura, vos sos la dictadura", cant¨® en alg¨²n momento la plaza durante la manifestaci¨®n.
El presidente ha vivido 15 meses de mucha tensi¨®n con las organizaciones de derechos humanos, muy cercanas al kirchnerismo, que las convirti¨® en grandes protagonistas de la pol¨ªtica. Cada posici¨®n ambigua, cada recorte de presupuestos, provoca una enorme pol¨¦mica. Pero todo lleg¨® al l¨ªmite cuando algunos de los macristas empezaron a dudar de la cifra de 30.000 desaparecidos. Lo hizo Dar¨ªo Lop¨¦rfido, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y acab¨® dimitiendo de ese puesto ante la presi¨®n. Y el ¨²ltimo en hacerlo, de forma mucho m¨¢s brutal, fue un hombre de confianza del presidente, Juan Jos¨¦ G¨®mez Centuri¨®n, responsable de Aduanas. Lleg¨® a decir que "no hubo un plan genocida, fue una reacci¨®n desmedida pero no un plan sistem¨¢tico" y neg¨® el dato de los desparecidos con dureza: "no es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras". Fue forzado a pedir perd¨®n despu¨¦s de una enorme pol¨¦mica, pero Macri lo mantuvo en su puesto, por lo que la manifestaci¨®n se convirti¨® en una enorme respuesta a este tipo de cuestionamientos sobre la cifra de desaparecidos.
Macri sabe que tiene en los derechos humanos un flanco muy delicado y ha puesto a dirigir este asunto a Claudio Avruj, un hombre que busca acuerdos con las organizaciones y sale constantemente a desmentir que el macrismo vaya a dar ning¨²n giro en esta pol¨ªtica. La secretar¨ªa de Derechos Humanos ahora en manos del macrismo mantiene la pol¨ªtica de presentarse como querellante en los principales juicios contra la dictadura. Los macristas adem¨¢s recuerdan que Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner puso como jefe del Ej¨¦rcito a un hombre como C¨¦sar Milani, ahora encarcelado por represor. Macri rechaza que le asocien a la dictadura y tambi¨¦n reivindica el 24 de marzo, y ayer coloc¨® en Facebook un homenaje recuperando el pr¨®logo escrito por Ernesto S¨¢bato para el "Nunca M¨¢s", el libro que relata la represi¨®n. Pero para miles de personas que se manifestaron, Macri sigue siendo el enemigo como un d¨ªa lo fueron los militares.
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