Argentina aprueba el uso medicinal de la marihuana
La norma garantiza a ciertos pacientes el acceso al aceite de cannabis, pero no el autocultivo
El Senado de Argentina aprob¨® hoy y convirti¨® en ley el proyecto que avala el uso medicinal de la marihuana, que ya obtuvo el visto bueno de la C¨¢mara de Diputados en noviembre de 2016. La norma, que garantiza a ciertos pacientes el acceso al aceite de cannabis, habilitando su importaci¨®n hasta que el Estado se encuentre en condiciones de producirlo, fue aceptada por la unanimidad de los legisladores con 58 votos afirmativos. La necesidad de regular la sustancia fue impulsada por grupos de madres de chicos con patolog¨ªas, especialmente epilepsias, hace m¨¢s de un a?o y la ley autoriza la producci¨®n a varios organismos cient¨ªficos estatales, con fines de investigaci¨®n, pero no el cultivo particular, que sigue siendo castigado con prisi¨®n de hasta 15 a?os si se trata de muchas plantas o hasta dos si la justicia considera que es para uso personal.
¡°Ahora tenemos un marco legal en lo que es el uso para la investigaci¨®n y tratamiento y producci¨®n en cannabis medicinal. No hab¨ªa nada en Argentina y fue lo que nosotros como madres y organizaci¨®n encontramos¡±, explic¨® en declaraciones a la prensa en el Congreso Nacional Ana Mar¨ªa Garc¨ªa, presidenta de Cannabis Medicinal Argentina (Cameda). La sanci¨®n no deja de ser un avance para los pacientes que requieran la dosificaci¨®n de aceite de cannabis, como Benjam¨ªn, de dos a?os y cuatro meses, quien padece s¨ªndrome de West con epilepsia refractaria, o sea, un tipo de patolog¨ªa que rechaza la medicaci¨®n. Se trata de una afecci¨®n que produce entre 200 y 300 convulsiones por d¨ªa y aparece entre el cuarto y sexto mes de vida. ¡°El aceite hizo que Benja no tenga m¨¢s crisis sino que deje todas las medicaciones. El hoy s¨®lo consume una gota por d¨ªa, que mide lo mismo que un granito de arroz¡±, explica a EL PA?S Yamila Casagrande, su mam¨¢.
¡°La ley es un poco compleja, estamos muy emocionadas todas las mam¨¢s que estuvimos todo el a?o pasado haciendo un trabajo de hormiga, visitando tres o cuatro despachos por d¨ªa explicando a diputados y senadores lo que le damos a nuestros hijos. Estamos felices pero tenemos en claro que est¨¢ s¨²per incompleta y hay muchos huecos, porque nosotras desde el d¨ªa uno peleamos por el autocultivo. Pero esta es una puertita que abrimos y es muy positivo haber modificado en algo esa ley nefasta que ten¨ªamos¡±, afirma la mujer que sonr¨ªe junto a su hijo.
Tras una extensa sesi¨®n en la que se trataron otros asuntos, los senadores acordaron avalar la iniciativa sin previo debate en la C¨¢mara, dado que el proyecto ya recibi¨® un extenso tratamiento y consenso en comisiones legislativas. Con esta aprobaci¨®n, Argentina se une a otros pa¨ªses latinoamericanos como Colombia, Uruguay y Chile, que ya cuentan con medidas que regulan el uso terap¨¦utico del cannabis. Y como en los dos primeros casos, lo hace sin avalar la producci¨®n personal de la medicina, elemento clave para evitar el acostumbramiento de los ni?os a la cepa. El abogado Mariano Fusero, de la Asociaci¨®n de Pensamiento Penal, explic¨® que ¡°la ley, que deber¨¢ ahora ser reglamentada, autoriza el cultivo de cannabis por parte del Consejo Nacional De Investigaciones Cient¨ªficas Y T¨¦cnicas y el Instituto Nacional de Tecnolog¨ªa Agropecuaria con fines de investigaci¨®n y para elaborar la sustancia destinada a los tratamientos, pero sin habilitar el autocultivo para las familias¡±, adem¨¢s de la potencial importaci¨®n del aceite, para lo cual muchas empresas extranjeras ya sondearon a las autoridades argentinas.
La nueva ley, en su art¨ªculo 8, autoriza la creaci¨®n de un ¡°Registro Nacional Voluntario¡± a los fines de autorizar el cultivo a pacientes y familiares de pacientes afectados, en virtud de lo dispuesto por el art¨ªculo 5? de la ley 23.737 (la de drogas). Pero el apartado no modifica en nada la antigua letra -de 1989-, que indica que el cultivo se trata de un delito ¨²nicamente en los casos que se realicen ¡°sin autorizaci¨®n o con destino ileg¨ªtimo¡±. ¡°A fin de contemplar el autocultivo, la norma debe ser clara y no dar lugar a interpretaciones de lo m¨¢s vagas, imprecisas y discrecionales¡±, expresa Fusero.
Para el abogado, la misma situaci¨®n ocurre con la investigaci¨®n de la planta: ¡°La normativa que data de hace 50 a?os y los instrumentos internacionales, siempre permitieron al Estado (y a los privados) realizar investigaciones con cualquier sustancia prohibida y garantizar sus usos m¨¦dicos y cient¨ªficos¡±. En palabras m¨¢s llanas, nada cambia con respecto a quienes proveen la materia prima para lograr la medicina que gener¨® todo este debate. Para muestra, basta un bot¨®n: mientras la ley se aprobaba en el Congreso, la activista, cultivadora y dosificadora de aceite, Brenda Chignoli sufr¨ªa el allanamiento de su casa y la incautaci¨®n de sus plantas en la provincia de C¨®rdoba. La mujer reci¨¦n recuper¨® la libertad a altas horas de la madrugada del jueces, cuando los festejos se evaporaban como el humo.
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