¡°L¨ªbano est¨¢ al borde del colapso¡±
El primer ministro liban¨¦s propondr¨¢ a la UE que L¨ªbano sea el centro neur¨¢lgico desde donde reconstruir Siria
¡°L¨ªbano est¨¢ al borde del colapso¡± ha dicho hoy el primer ministro liban¨¦s, Saad Hariri, frente a un reducido n¨²mero de periodistas extranjeros en el Serrallo de Beirut. Con este alarmante mensaje y una propuesta bajo el brazo, Hariri acudir¨¢ el pr¨®ximo 5 de abril a la conferencia internacional de apoyo a Siria en Bruselas. Intentar¨¢ convencer a la UE que L¨ªbano, con 1.5 millones de refugiados sirios y 375 kil¨®metros de frontera compartida con Siria, debe ser el centro neur¨¢lgico desde donde lanzar la reconstrucci¨®n de Siria. Tambi¨¦n pedir¨¢ apoyo para reforzar las infraestructuras y el sistema educativo.
Sin una paz firmada aun sobre la mesa, pero tras que Washington diera luz verde a la permanencia de Bachar el Asad, la carrera por la reconstrucci¨®n de la marchita Siria parece haber comenzado. L¨ªbano cree merecer un lugar privilegiado y propondr¨¢ que sea la portuaria ciudad de Tr¨ªpoli la base log¨ªstica desde donde batir la reedificaci¨®n de Siria. Hariri alude a la historia pero invirtiendo los papeles, al recordar que ¡°al fin y al cabo, fueron los sirios quienes reconstruyeron L¨ªbano tras la Guerra Civil libanesa (1975-1990)¡±.
¡°El fracaso de la comunidad internacional para llegar a una soluci¨®n en Siria no puede seguir recayendo sobre las espaldas del L¨ªbano que hoy se ha convertido en un enorme campo de refugiados¡±, ha advertido quien lidera un pa¨ªs donde el 25% de la poblaci¨®n son refugiados sirios. El Banco Mundial cifr¨® en 17.300 millones de euros las p¨¦rdidas que ha sufrido la econom¨ªa libanesa por el peso de la crisis siria. Y ello, solapando las ya deficientes infraestructuras del pa¨ªs.
La ecuaci¨®n que plantea Hariri es tan simple como compleja: ¡°Europa no quiere m¨¢s refugiados. No quiere que abramos nuestras fronteras hacia Europa como han hecho otros pa¨ªses. No podemos soportar m¨¢s el peso. Tampoco podemos mandarlos de vuelta a Siria sin unas garant¨ªas sobre su seguridad f¨ªsica¡±. A lo que concluye que sea la comunidad internacional quien financie parte de las infraestructuras y del sistema educativo liban¨¦s. As¨ª pretende Hariri ¡°matar dos p¨¢jaros de un tiro¡± al fomentar la creaci¨®n de puestos de trabajo para tanto sirios como libaneses por un lado, y la alfabetizaci¨®n de los refugiados sirios por otro.
El impacto de la crisis Siria en L¨ªbano en n¨²meros
Humanitario
1.5 millones de refugiados sirios cuentan por el 25% de la poblaci¨®n total (1.1 mill¨®n registrados y 400.000 sin registrar ante la ONU)
L¨ªbano acoge tambi¨¦n a 400.000 refugiados Palestinos
120.000 ni?os refugiados sirios nacidos en L¨ªbano desde 2011
200.000 de los 500.000 sirios de entre 3 y 18 a?os est¨¢n escolarizados
Econ¨®mico
17.300 millones de euros (de 2011 a 2015)
El crecimiento anual de L¨ªbano ha ca¨ªdo en 7 puntos, del 8 al 1% entre 2011 y 2017
5.614 millones de euros recibidos en de la comunidad internacional
Desempleo: 20% poblaci¨®n libanesa y 50% entre los refugiados sirios registrados
En Siria
Balance humano de la guerra: m¨¢s de 312.000 muertos (un tercio civiles), 5 millones de refugiados, 8 millones de desplazados
Balance econ¨®mico: 200.000 millones de euros
El primer ministro se queja de un respaldo insuficiente por parte de la comunidad internacional hacia las tropas libanesas y en materia de ayuda humanitaria, esta ¨²ltima que cifra en 935 millones de euros anuales. Ha recordado que L¨ªbano corre cada a?o con 300 millones de euros en facturas de electricidad para los refugiados, mientras que las escuelas libanesas est¨¢n colapsadas. Sin embargo, ha asegurado hoy que plantea legalizar la situaci¨®n de los 400.000 refugiados que viven en el pa¨ªs sin estar registrados ante la ONU. Reci¨¦n aterrizado de Riad, Hariri se ha mostrado m¨¢s escueto a la hora de cifrar cu¨¢l ser¨¢ la contribuci¨®n de los pa¨ªses ¨¢rabes de la regi¨®n.
Ha advertido que la amenaza terrorista y la crisis econ¨®mica son otros dos condimentos claves capaces de hacer saltar las ya patentes tensiones sociales. Especialmente en aquellas localidades donde los refugiados sirios superan en n¨²mero a los libaneses. El recuerdo de la Guerra Civil libanesa ha servido para mantener un hilo de di¨¢logo entre los dos principales bloques pol¨ªticos del pa¨ªs, divididos a lado y lado del r¨¦gimen sirio.
Sin embargo, son muchos m¨¢s de dos p¨¢jaros los que sobrevuelan las cabezas del reci¨¦n parido Gobierno liban¨¦s, y no todos llegan de Siria. La rampante corrupci¨®n ha acabado por sacudir a una adormecida sociedad civil al tiempo que una pila de escollos pendientes se apilan sobre la mesa del ejecutivo liban¨¦s tras dos a?os y medio de vac¨ªo de poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.