Mauricio Macri, envalentonado por el apoyo en la calle: "Vamos a sacar a los mafiosos"

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In¨¦dita manifestaci¨®n masiva de apoyo al Gobierno en Argentina

Macri cambia el rumbo para ganar las elecciones de agosto

Hacer previsiones en la pol¨ªtica argentina es in¨²til. Hace una semana, parec¨ªa que el Gobierno de Mauricio Macri se desgastaba lentamente mientras los peronistas tomaban la calle un d¨ªa tras otro. Ahora, el presidente est¨¢ envalentonado despu¨¦s del inesperado ¨¦xito de una in¨¦dita manifestaci¨®n a favor del Gobierno convocada el s¨¢bado. Argentina est¨¢ en plena crisis econ¨®mica, Macri est¨¢ en minor¨ªa parlamentaria para afrontarla y cada decisi¨®n se convierte en un pulso en el que es clave medir cu¨¢nta fuerza tiene el rival. Ahora el presidente, que hace unos d¨ªas parec¨ªa muy golpeado y est¨¢ a punto de sufrir su primera huelga general el jueves, est¨¢ crecido y parece dispuesto a dar una batalla pol¨ªtica de final incierto contra los l¨ªderes de los sindicatos peronistas que le est¨¢n lanzando un pulso fuerte, en especial los de los maestros. Incluso se anim¨® a prometer que derrotar¨¢ a las "mafias" de los sindicatos.

"Con m¨¢s convicci¨®n que nunca voy a dar esa batalla y le vamos a sacar el poder a cada uno de esos mafiosos, porque a ellos les ha ido bien con este modelo que ha acumulado pobreza. No quieren realmente trabajar por los laburantes, por la gente, por el futuro". Macri no hablaba solo de los sindicalistas ¨Cmeti¨® a los empresarios tambi¨¦n- pero el mensaje era muy claro contra ellos porque son los que le han organizado una huelga general que, seg¨²n insisti¨®, "no ayuda en nada a los trabajadores" porque "va a costar m¨¢s de 15.000 millones de pesos (casi 1.000 millones de d¨®lares) que podr¨ªamos aplicar a hacer m¨¢s obras".

La mayor¨ªa de los analistas supon¨ªa que el macrismo no ten¨ªa capacidad de movilizaci¨®n de la calle pero la realidad ha desmentido esa idea. El presidente dej¨® claro que va a utilizar la in¨¦dita manifestaci¨®n de apoyo como trampol¨ªn para recuperar aliento pol¨ªtico ya que la realidad econ¨®mica no acaba de darle las alegr¨ªas que esperaba. En su entorno insisten en que est¨¢ euf¨®rico, convencido ahora de que tiene que dar m¨¢s batallas y animarse a m¨¢s reformas, en especial acuerdos para mejorar la competitividad, como el que presentaba en este acto con los sindicatos de la construcci¨®n. El presidente parece buscar una divisi¨®n entre sindicalistas buenos y malos.

Macri no acudi¨® a la marcha ¨Cel Gobierno se desvincul¨® por si fracasaba- pero la sigui¨® con entusiasmo desde casa. "Todav¨ªa estoy muy emocionado, conmovido, con lo que vivimos el d¨ªa s¨¢bado. Yo ve¨ªa los carteles, hubo uno que resume muchas cosas, dec¨ªa "vot¨¦ a Macri porque no quiero m¨¢s mafias". Y tiene raz¨®n, no podemos aceptar m¨¢s comportamientos mafiosos en la Argentina, porque est¨¢n en los sindicatos, en las empresas, en la pol¨ªtica, en la Justicia, por suerte son minor¨ªa. No podemos aceptar que nadie se crea el due?o de este pa¨ªs, con el derecho a poner palos en la rueda sistem¨¢ticamente".

Aunque no citara a nadie, ese mensaje de los mafiosos en Argentina se entiende r¨¢pidamente como un duelo contra las c¨²pulas sindicales ¨Cy empresariales- que en algunos casos llevan 30 a?os en el poder, como los Moyano, que han inventado el sindicalismo hereditario ¨Cel hijo Pablo sucede al padre Hugo al frente de Camioneros- y ahora adem¨¢s han reforzado su poder con el control del f¨²tbol ¨CHugo Moyano ha colocado a su candidato al frente de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino-.

Moyano y otros sindicalistas hist¨®ricos, apodados "los gordos", pasan de una alianza con Macri a montarle huelgas generales en un constante pulso de poder. Pero ¨¦l, que lleva toda la vida en la clase dominante del pa¨ªs ¨Csu padre era uno de los empresarios m¨¢s conocidos y lograba enormes contratos p¨²blicos- casi siempre ha optado por negociar con ellos. Los recibe, los agasaja, les da enormes cantidades de dinero, los aplaude cuando pactan. Es as¨ª como se hicieron siempre las cosas en Argentina y los Macri formaron parte de esa cultura de la negociaci¨®n permanente con formas poco confesables.

Pero ahora el presidente parece haber dicho basta y tiene el objetivo puesto especialmente en los sindicalistas, como Roberto Baradel, l¨ªder de los maestros de Buenos Aires, m¨¢s cercanos a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Los macristas la ven a ella detr¨¢s de una estrategia para debilitarlo y han decidido que la mejor manera de ganar las elecciones que empiezan en agosto con las primarias es polarizar, buscar un choque con la expresidenta. Si hay algo que moviliza al macrismo, es ir contra Fern¨¢ndez de Kirchner, y eso, el deseo de que no vuelva nunca, parece haber logrado el ¨¦xito de la convocatoria del s¨¢bado. "No se trata de demostrar qui¨¦n es el m¨¢s fuerte, qui¨¦n es el m¨¢s vivo, de una viveza criolla mal entendida, que llev¨® a un pa¨ªs maravilloso como el nuestro a tener un tercio de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza", remat¨® el presidente. La campa?a electoral ya est¨¢ a pleno rendimiento y Macri tiene ahora un arma con la que jam¨¢s esper¨® contar: la calle, o al menos una parte importante de ella.