?Qu¨¦ queda de la Revoluci¨®n de Octubre?
Viajamos a cinco de los grandes enclaves de la sublevaci¨®n para descubrir qu¨¦ ha sobrevivido de aquellos d¨ªas sangrientos.
A punto de celebrarse el primer centenario de la revoluci¨®n de 1917, que marc¨® un antes y un despu¨¦s en la historia del mundo, Rusia muestra m¨¢s inter¨¦s por su pasado imperial que por los l¨ªderes comunistas que desbancaron a los zares en nombre de un reparto m¨¢s igualitario de la riqueza y el poder. La sociedad rusa est¨¢ confusa sobre sus h¨¦roes y villanos. Personajes e interpretaciones dispares coexisten, sin llegar a reconciliarse, en el paisaje urbano, los manuales escolares y los medios de comunicaci¨®n. Sobre el vasto territorio ruso se conservan los monumentos al l¨ªder de la revoluci¨®n y fundador dela Uni¨®n Sovi¨¦tica, cuya momia yace enla Plaza Roja de Mosc¨². Viajamos a cinco enclaves simb¨®licos para descubrir qu¨¦ ha sobrevivido de aquellos d¨ªas turbulentos, c¨®mo se yuxtaponen el presente y el pasado, c¨®mo se difumina la revoluci¨®n y c¨®mo gana terreno el recuerdo del Imperio.
Esta es una conmemoraci¨®n extra?a: A la mayor¨ªa de los ciudadanos (un 54%), le parece que los sucesos de 1917 no deben removerse y que su estudio no es de actualidad, seg¨²n una encuesta del centro Levada. El evento resulta inc¨®modo para los dirigentes rusos que ¡°son herederos de la revoluci¨®n, pero al mismo tiempo, la ven como un mal y un peligro¡±, afirma el historiador Daniil Kotsiubinski. Los representantes del Estado no pueden ignorar el hist¨®rico aniversario, pero lo recuerdan de forma superficial, con vagos llamamientos a la ¡°reconciliaci¨®n¡± y advertencias contra toda euforia callejera. Incluso se dan situaciones absurdas como la experimentada por un grupo de historiadores de Siberia a quienes un editor de su provincia ¡ªvinculado con los dirigentes locales¡ª encarg¨® un libro sobre la revoluci¨®n de 1917 advirti¨¦ndoles: ¡°Vayan con cuidado con la palabra revoluci¨®n y no la usen demasiado¡±. La verdadera raz¨®n para pasar de puntillas sobre la efem¨¦ride es sencilla: las consecuencias de la sublevaci¨®n a¨²n dividen a la sociedad rusa.
¡°La revoluci¨®n de 1917 es un concepto vago para los j¨®venes de18 a20 a?os. Si les suena alg¨²n personaje, como la princesa Anastasia o el monje Rasputin, es, sobre todo, por los juegos de ordenador y las pel¨ªculas de dibujos animados¡±, explica Valeria Kasamara, responsable del laboratorio de Investigaciones Pol¨ªticas dela Escuela Superior de Econom¨ªa de Mosc¨². La investigadora ha encuestado, junto a Anna Sor¨®kina, al alumnado de tres centros universitarios de ¨¦lite. De una muestra de 245 estudiantes, el 6% relacionaron 1917 con Lenin y el 4% con el Zar Nicol¨¢s II. De 107 estudiantes que se examinaron de historia para su ingreso universitario, solo el 31% supo explicar qu¨¦ ocurri¨® aquel a?o. En otro sondeo, realizado a 1.400 universitarios en 2014, el 6% consideraban una ¡°verg¨¹enza¡± el fusilamiento de la familia imperial, mientras un 9% y un 18% calificaban como talla Revoluci¨®n de Octubre y la represi¨®n estalinista, respectivamente.
Despertar la curiosidad de las nuevas generaciones es uno de los fines de Project1917, una iniciativa que imita el formato de una red social ¡ªmensajes cortos y frecuentes¡ª para narrar la cotidianidad de 1917. El periodista Mij¨¢il Zygar y un equipo de historiadores y guionistas, bas¨¢ndose en documentos de la ¨¦poca, ponen voz a personajes hist¨®ricos que, al relacionarse virtualmente, recrean la pluralidad ambiental sofocada despu¨¦s por el terror. Con este formato, los j¨®venes rusos pueden comprender qu¨¦ supuso la revoluci¨®n, sin separarse de sus smartphones.
El Partido Comunista dela URSS rebasaba los 18 millones de afiliados antes de perder el monopolio del poder en 1990 y desmoronarse en 1991, junto con el Estado. Heredero can¨®nico de la revoluci¨®n bolchevique es el Partido Comunista de la Federaci¨®n Rusa(PCFR), que suma 162.000 afiliados ¡ªcon una edad media 55 a?os¡ª, y 20.000 ¡°komsomoles¡± ¡ªmiembros de sus juventudes¡ª seg¨²n Dmitri N¨®vikov, parlamentario y responsable de conmemorar el centenario. Con 42 diputados, los comunistas son la segunda fuerza en la Duma Estatal (c¨¢mara baja del parlamento), de 450 esca?os, y gobiernan solo 2 de las m¨¢s de 80 provincias.
Ni siquiera la momia de Vlad¨ªmir Ilich Lenin parece tener garantizada la paz en la Plaza Roja de Mosc¨². Un 60% de los rusos creen que el cad¨¢ver embalsamado ¡ªa cuyo mantenimiento se destinaron cerca de 180.000 euros en 2016¡ª debe retirarse del mausoleo y enterrarse, seg¨²n encuestas del Centro de Estudios de la Opini¨®n P¨²blica.Un 32% quiere que siga donde est¨¢ y esta es la opini¨®n de los comunistas. El principal arquitecto dela URSS, arguye N¨®vikov, ¡°est¨¢ sepultado seg¨²n las tradiciones rusas, por voluntad del pueblo y habiendo realizado consultas conla Iglesia ortodoxa¡±. El PCFR tambi¨¦n apoya adem¨¢s a Stalin por ¡°haber movilizado al pueblo y el partido para un desarrollo y industrial sin el que no hubi¨¦ramos podido vencer al nazismo¡±.
Con la efem¨¦ride como tel¨®n de fondo,la Iglesiaortodoxa rusa intenta recuperar las propiedades confiscadas por los revolucionarios y hacerse con otras, como la catedral de San Isaac, en San Petersburgo, que perteneci¨® ala Administraci¨®n zarista. Para el patriarca Kiril la entrega del templo es s¨ªmbolo de ¡°reconciliaci¨®n¡±. No lo ven as¨ª los miles de ciudadanos que se manifestaron en contra en enero. Los escenarios del pasado son tambi¨¦n los del presente, aunque con los papeles cambiados.