?Cambio de rumbo o decisi¨®n excepcional en la pol¨ªtica exterior de Trump?

A Donald Trump le apasiona la imprevisibilidad. Mantener a todo el mundo en tensi¨®n ante la incertidumbre de qu¨¦ puede hacer. ¡°No quiero decir lo que voy a hacer respecto a Siria¡±, dijo el jueves a la prensa pocas horas antes de autorizar un ataque a¨¦reo contra una base militar como represalia por la matanza de civiles con armas qu¨ªmicas por parte del r¨¦gimen de Bachar el Asad. Ahora, tras ese bombardeo, aflora una inc¨®gnita: ?Fue una decisi¨®n excepcional o responde a un cambio de rumbo de la pol¨ªtica exterior del presidente estadounidense?

Es dif¨ªcil saberlo. El entorno de Trump ha sugerido que el lanzamiento de misiles fue una respuesta ¡°¨²nica¡± propiciada por el ataque qu¨ªmico. Pero, al mismo tiempo, el Gobierno ha pasado en pocos d¨ªas de afirmar que El Asad pod¨ªa continuar en el poder a defender un proceso negociador que lleve a la renuncia del dictador sirio.

La duda es si Trump actu¨® de forma impulsiva, conmocionado por las im¨¢genes de civiles asfixiados por el gas t¨®xico, o refleja un viraje de estrategia a medio plazo. La misma incerteza se traslada al conjunto de la arena internacional. Por ejemplo, si el republicano estar¨ªa dispuesto a tomar acciones militares contra pa¨ªses que le desaf¨ªan, como Corea del Norte con sus provocaciones nucleares.

La pol¨ªtica exterior de Trump siempre fue ambivalente. Combina la promesa de dureza militar y refuerzo del presupuesto del Ej¨¦rcito, con una doctrina aislacionista en que el pragmatismo de la realpolitik se impone al idealismo.

En sus dos primeros meses en la Casa Blanca, el magnate inmobiliario ha empezado a cumplir su promesa electoral de alejar a la primera potencia mundial del concepto de faro moral: critica que EE UU sea el polic¨ªa del mundo y promotor de la democracia, como intent¨® el republicano George W. Bush en Irak. Por ejemplo, Trump ha hecho que la defensa de los derechos humanos ya no condicione la relaci¨®n con Egipto o la venta de aviones a Bahr¨¦in.

Pero el pragmatismo de la geopol¨ªtica tambi¨¦n ha llevado a Trump a rectificar. Ha aparcado las cr¨ªticas a China y a la OTAN que lanz¨® antes de la presidencia. Y, por ahora, se ha limitado a reforzar las alianzas cl¨¢sicas de Washington en el mundo. Siria ser¨¢ el mejor term¨®metro para calibrar el verdadero rumbo de la filosof¨ªa Trump.