Argentina culpa al juez que liber¨® al asesino de Micaela, la activista de ¡®Ni Una Menos¡¯

En julio de 2010, el argentino Sebasti¨¢n Wagner atac¨® y viol¨® a una estudiante que regresaba a su casa en una ciudad de la provincia de Entre R¨ªos, al norte de Buenos Aires. Cuatro meses despu¨¦s, atac¨® a otra joven, la subi¨® a la fuerza en un autom¨®vil, la llev¨® a un descampado y tambi¨¦n la viol¨®. En 2012, la Justicia conden¨® a Wagner en un juicio abreviado a nueve a?os de c¨¢rcel por las dos violaciones. Fue acusado tambi¨¦n de una tercera violaci¨®n, pero Wagner se?al¨® a su hermano gemelo y fue absuelto por el beneficio de la duda. En julio de 2016, el juez Carlos Alfredo Rossi decidi¨® concederle la libertad provisional aunque el Servicio Penitenciario Federal y la Fiscal¨ªa lo desaconsejaban.

Nueve meses despu¨¦s, Sebasti¨¢n Wagner vuelve a estar detenido. Es el principal sospechoso del asesinato de Micaela Garc¨ªa, una joven de 21 a?os que fue hallada sin vida el s¨¢bado pasado en una zona arbolada a las afueras de Gualeguay (unos 230 kil¨®metros al norte de Buenos Aires) tras siete d¨ªas de b¨²squeda. Su cuerpo estaba desnudo y presentaba un avanzado estado de descomposici¨®n, seg¨²n la Polic¨ªa entrerriana. La creencia de que su muerte podr¨ªa haberse evitado provoc¨® una oleada de indignaci¨®n por todo el pa¨ªs, con marchas espont¨¢neas en varias ciudades este fin de semana, miles de mensajes en las redes sociales y la petici¨®n de destituci¨®n del juez, a la que se ha sumado incluso el Gobierno.

"Este tipo de jueces no los podemos tener", dijo el presidente argentino, Mauricio Macri, el domingo en di¨¢logo con radio Mitre. Macri se?al¨® que un juez debe entender que el poder del que goza es para ayudar a la comunidad y "no para sostener caprichos ideol¨®gicos". Horas antes, el ministro de Justicia, Germ¨¢n Garavano, hab¨ªa criticado tambi¨¦n con dureza a los magistrados: "Es necesario asumir la responsabilidad que le cabe a los jueces, que al menos hagan cumplir las penas impuestas", se?al¨® el ministro. "Basta de fallos machistas y patriarcales", agreg¨® por su lado la diputada kirchnerista Mayra Mendoza. Legisladores de Entre R¨ªos quieren someter a Rossi a un jurado de enjuiciamiento por mal desempe?o de sus funciones.

Argentina cuenta con varios precedentes, pero ninguno de ellos motiv¨® cambios en el sistema judicial. Uno de los m¨¢s conocidos fue el femicidio de Soledad Bargna, de 19 a?os, en 2009. Fue asesinada por Marcelo Pablo D¨ªaz durante una salida transitoria mientras cumpl¨ªa una condena de 12 a?os de prisi¨®n por una violaci¨®n seguida de homicidio. El juez que orden¨® su libertad condicional desat¨® una fuerte pol¨¦mica al admitir que "s¨®lo le¨ªa algunas de las cientos de causan que arriban a diario a su despacho". En julio de 2013 se sancion¨® una ley que establec¨ªa un registro con informaci¨®n y material gen¨¦tico de personas condenadas por delitos sexuales, pero la ley nunca ha sido reglamentada.

A la espera de la autopsia

Micaela Garc¨ªa?Micaela ten¨ªa 21 a?os, era gimnasta, estudiaba educaci¨®n f¨ªsica y militaba en el Movimiento Evita, una agrupaci¨®n juvenil kirchnerista. El viernes 31 de marzo sali¨® a bailar con un grupo de amigos y envi¨® un ¨²ltimo mensaje en la madrugada del s¨¢bado a su novio para decirle que volv¨ªa a casa. Nunca lleg¨®. La Polic¨ªa sospecha que Wagner la secuestr¨® en su veh¨ªculo y la estrangul¨®. La autopsia que le ser¨¢ realizada hoy confirmar¨¢ su muerte.

La joven formaba parte tambi¨¦n del colectivo Ni Una Menos, creado en 2015 para exigir el fin de los feminicidios en Argentina. En los ¨²ltimos cinco a?os, una mujer ha sido asesinada en este pa¨ªs por el hecho de ser mujer cada 30 horas en promedio. La gran movilizaci¨®n social no ha detenido esta lacra y, por el contrario, el n¨²mero de v¨ªctimas se ha incrementado en los primeros meses de este 2017. En lo que va de a?o se ha registrado un feminicidio cada 18 horas, seg¨²n Ni Una Menos.

Este colectivo, creado por periodistas, escritoras y activistas sociales, pidi¨® a trav¨¦s de un comunicado pol¨ªticas de prevenci¨®n que eviten estos cr¨ªmenes y exigi¨® que el Estado "deje de ser c¨®mplice y asuma un compromiso real". En el documento, cuestionan el abordaje institucional hacia los agresores sexuales. "El mecanismo m¨¢s utilizado por el servicio penitenciario es recluir a los agresores sexuales en los pabellones de la comunidad evang¨¦lica en la intuici¨®n de que una moral sexual encauzar¨¢ sus conductas posteriores; otro es encerrarlos con quienes el servicio identifica como "homosexuales". Esto parece ser todo lo que el servicio hace, ?de qu¨¦ manera el Estado los restituye a la sociedad? Ni m¨¢s c¨¢rcel ni m¨¢s penas ni m¨¢s castigos son respuestas a nada. La violencia contra las mujeres, lesbianas y travestis no se resuelve con el C¨®digo Penal -una herramienta que comienza actuar una vez que las violencias ya se imprimieron en nuestros cuerpos", se?alaron las integrantes de Ni Una Menos.

El padre de Micaela, N¨¦stor Yuyo Garc¨ªa, agradeci¨® las numerosas muestras de solidaridad, entre ellas una llamada del papa Francisco, y pidi¨® transformar el dolor en un motor para el cambio social: "Hagamos posible el sue?o de Micaela, de la sociedad, del pa¨ªs que ella quer¨ªa, con Andrea (su esposa) trabajaremos el doble para continuar con su sue?o, que yo s¨¦ cu¨¢l es el pa¨ªs que Micaela quer¨ªa. Hay que esperar que la Justicia act¨²e como corresponde, y no que se haga justicia por mano propia como quieren un grupo selecto de personas, de ese tipo de justicia que Micaela aborrec¨ªa".