El gran silencio de Joseph Ratzinger
La disminuci¨®n de la fuerza f¨ªsica de Benedicto XVI, que cumple hoy 90 a?os, subraya la conveniencia de su hist¨®rica renuncia hace ahora 4 a?os
La mente permanece l¨²cida, pero las fuerzas, relatan quienes le ven habitualmente, apenas alcanzan para dar unos pasos acompa?ado de un andador. Cuando no era as¨ª, hace ahora algo m¨¢s de 4 a?os, Joseph Ratzinger, el primer papa em¨¦rito, dio el paso al lado m¨¢s importante que se recuerda en el Vaticano. Desde entonces, vive en el convento de monjas Mater Ecclesiae, a escasos centenares de metros del papa Francisco. Ambos visten pr¨¢cticamente igual, pero Benedicto XVI lo hace retirado de la vida p¨²blica, en silencio y oculto, tal y como prometi¨®. Hoy cumple 90 a?os.
Joseph Ratzinger (Marktl am Inn, 1927) es un anciano con dificultades f¨ªsicas ¡ªincluidas de o¨ªdo y visi¨®n¡ª, que afronta la ¨²ltima etapa de su vida con una discreci¨®n absoluta. Se entretiene a diario leyendo dos peri¨®dicos alemanes, pero tambi¨¦n L'Osservatore Romano (el peri¨®dico del Vaticano), L'Avvenire y una rese?a de prensa que le prepara la Secretar¨ªa de Estado. Cada noche, mira un telediario y, cuando las manos no le fallan, todav¨ªa se sienta al piano para tocar algunas piezas. Hoy, d¨ªa de su cumplea?os, le visitar¨¢ su hermano Georg (93 a?os) y ma?ana, para no interferir en los ritos del Domingo de Resurrecci¨®n, realizar¨¢ una peque?a celebraci¨®n al estilo b¨¢varo, seg¨²n ha contado a La Repubblica su secretario personal y mano derecha, Georg G?nswein, en la que tambi¨¦n estar¨¢ el primer ministro de Baviera, Horst Lorenz Seehofer. Todo est¨¢ dise?ado estos d¨ªas para colmar su discreta felicidad.
Ratzinger lee varios peri¨®dicos al d¨ªa, escribe cartas y a veces toca el piano. Pero su f¨ªsico empeora y camina con un andador
Los ¨²tlimos d¨ªas de Benedicto XVI en las silla de Pedro, sin embargo, fueron mucho m¨¢s complicados. Acosado por los esc¨¢ndalos de pederastia y la incesante cascada de indiscreciones que emanaban del caso Vatileaks ¡ªpropiciadas por la dolorosa traici¨®n de Paolo Gabriele, su secretario personal¡ª, abrieron la tertulia global sobre los motivos de su renuncia. ¡°Un pastor rodeado por Lobos¡±, le defini¨® el siempre contenido L'Osservatore Romano. ¡°Las aguas bajaban agitadas, el viento soplaba en contra y Dios parec¨ªa dormido, ..¡±, dijo ¨¦l mismo en su despedida acudiendo al Evangelio. Agotado f¨ªsicamente desde hac¨ªa meses, Ratzinger, el gran te¨®logo que en ocasiones pudo dar la impresi¨®n de estar m¨¢s ocupado de las cuestiones del cielo que de las de la tierra, tom¨® de forma silenciosa la decisi¨®n m¨¢s mundana que pod¨ªa imaginarse. ¡°Mi momento hab¨ªa pasado, di todo lo que pod¨ªa dar¡±, revel¨® a Peter Seewald en las charlas que dieron pie en 2016 al libro/testamento ?ltimas conversaciones.
La renuncia , que apenas conoc¨ªan cuatro personas, se fragu¨® en agosto de 2012. M¨¢s all¨¢ del agotamiento f¨ªsico evidente, se habl¨® entonces de presiones internas, de "cuervos" acechando y de un cierto acorralamiento. El padre Federico Lombardi, presidente de la?Fundaci¨®n Vaticana Joseph Ratzinger y portavoz del Vaticano durante el papado de Benedicto XVI y parte del de Francisco, rechaza de plano esa idea. ¡°Lo de las presiones no tiene ning¨²n fundamento. Cualquier persona de buen sentido se da cuenta de que si ¨¦l sent¨ªa esa fatiga hace 4 a?os, ahora solo puede ser mayor. Tom¨® libremente la decisi¨®n, delante de Dios, pero con consideraciones muy evidentes y razonables. Se sent¨ªa cansado para hacer viajes, celebraciones, audiencias. Y eso se ha ido confirmando con el paso del tiempo. Fue una decisi¨®n del todo razonable, y el tiempo no hace m¨¢s que confirmarlo¡±, insiste Lombardi, buen conocedor del periodo de transici¨®n entre ambos papas.
Justamente, entre las visitas que recibe a menudo Ratzinger? ¡ªincluido esta ¨²ltima semana para felicitarle el cumplea?os y la Pascua¡ª ha sido relativamente habitual la del papa Francisco, con quien ha mantenido una fluida relaci¨®n estos ¨²ltimos 4 a?os, pese a la ins¨®lita situaci¨®n que se cre¨® aquella noche del 28 de febrero, cuando se hizo efectiva la renuncia. Nunca antes dos papas hab¨ªan convivido a tan pocos metros. Jorge Mario Bergoglio le pide a menudo que rece por ¨¦l e, incluso, le ha mostrado importantes documentos como la controvertida y avanzada exhortaci¨®n apost¨®lica Amoris Laetitia. Ratzinger, mucho m¨¢s inclinado a la ortodoxia que su sucesor, nunca ha opinado p¨²blicamente sobre ninguno de estos asuntos, aunque ser¨ªa f¨¢cil situarle en las ant¨ªpodas de este nuevo estilo de pensamiento y gesti¨®n en el Vaticano.
La teor¨ªa de que reunci¨® por presiones no tiene ning¨²n fundamento. Cualquiera se da cuenta de que si ¨¦l sent¨ªa esa fatiga hace 4 a?os, ahora solo puede ser mayor", sostiene el padre Federico Lombardi
Pero m¨¢s all¨¢ de los motivos y del transcurso de su papado, su renuncia fue un moderno gesto que abri¨® una nueva v¨ªa. ¡°Caus¨® mucha impresi¨®n porque era nuevo. Pero con ello ha abierto un camino para poder tomar una decisi¨®n de este tipo de forma muy natural, sin que sea ya extraordinaria. Para sus sucesores, una valoraci¨®n de esta posibilidad va a ser m¨¢s f¨¢cil que para ¨¦l. El papa Benedicto XVI reza por la Iglesia, todos le quieren, pero no interfiere para nada en su Gobierno¡±, se?ala Lombardi. Un silencio que extiende incluso los diarios con reflexiones personales, que seg¨²n ha contado, tambi¨¦n destruir¨¢ antes de marcharse.
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