El irreductible adalid del conservadurismo
Fran?ois Fillon ha salvado su campa?a gracias al sector m¨¢s conservador de su partido
Los m¨ªtines se han convertido en el salvavidas del conservador Fran?ois Fillon. Aunque no es el orador m¨¢s brillante de la campa?a electoral francesa, la capacidad de convocatoria de sus fieles m¨¢s conservadores le ha permitido salvar su carrera cuando ya ni su propio partido, Los Republicanos, apostaba por su candidatura, asediado por esc¨¢ndalos de presunta corrupci¨®n por los que la Justicia le ha abierto una investigaci¨®n. Llegue a donde llegue Fillon en estas elecciones, no habr¨ªa podido llegar tan lejos de no ser por sus incondicionales.
En la larga carrera de Fillon, de 63 a?os, m¨¢s de la mitad de ellos dedicados a la pol¨ªtica, hay un antes y despu¨¦s de Trocadero. El ganador de las primarias de Los Republicanos, en las que derrot¨® a pesos pesados del partido como Nicolas Sarkozy, bajo quien fue primer ministro, o Alain Jupp¨¦, estaba considerado el favorito a pasar a la segunda ronda junto con la ultraderechista Marine Le Pen. Y, por tanto, a coronarse como nuevo presidente de Francia.
Pero entonces lleg¨® el semanario sat¨ªrico Le Canard Encha?n¨¦ y revel¨® que su esposa, Penelope, hab¨ªa cobrado durante a?os, y hasta d¨¦cadas, como colaboradora suya y por otros empleos presuntamente ficticios pero por los que cobr¨® altos salarios muy reales. La Justicia abri¨® una investigaci¨®n y Fillon, que hab¨ªa hecho de la honestidad su lema de campa?a ¡ªya lo ha cambiado¡ª vio c¨®mo se hund¨ªa en las encuestas y en la confianza de su partido. La fuga entre sus filas parec¨ªa incontenible.
Algunas de sus principales medidas
- Reducci¨®n del gasto p¨²blico en 100.000 millones de euros en cinco a?os y supresi¨®n de 500.000 empleos p¨²blicos.
- Anulaci¨®n de las 35 horas de trabajo semanales y elevar la edad de jubilaci¨®n a 65 a?os.
- Gobierno econ¨®mico de la zona euro, compuesto por los jefes de Estado y de Gobierno y el apoyo de una secretar¨ªa independiente de la Comisi¨®n Europea.
- Cuotas anuales de inmigrantes fijadas por el Parlamento.
- Terrorismo. Prohibir la entrada en Francia y retirar la nacionalidad francesa a aquellos que hayan viajado para combatir con grupos terroristas en Irak o en Siria.
Sus rivales internos, y no le faltan, ultimaban ya un plan B. Entonces Fillon convoc¨® a las masas a la parisina Plaza de Trocadero, un lluvioso domingo de primeros de marzo. Sus fieles, de la derecha m¨¢s conservadora, acudieron desde todas partes del pa¨ªs. Seg¨²n los organizadores, m¨¢s de 200.000 personas escucharon la llamada del l¨ªder amenazado. Estimaciones m¨¢s sobrias apuntan a un m¨¢ximo de 40.000 seguidores. En cualquier caso, suficientes para que Fillon se guardara la carta de dimisi¨®n, si es que lleg¨® a escribirla, y sus rivales se replegaran.
Aicha lo recuerda bien. Esta mujer de Lille, incondicional de Fillon, viaj¨® en marzo a Trocadero. Y volvi¨® a poner rumbo a Par¨ªs a mediados de abril, cuando el candidato conservador, preocupado esta vez por su paso al cuarto lugar en las encuestas tras el impetuoso avance del izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon, convoc¨® de nuevo a los suyos para hacer otra demostraci¨®n de fuerza, esta vez en el pabell¨®n de exposiciones Puerta de Versalles. ¡°Lo sigo a todas partes¡±, aseguraba en un susurro. Ya casi no le quedaba voz, de tanto gritar ¡°Fillon presidente¡±.
A pocos metros, la familia numerosa Olsem tambi¨¦n hab¨ªa acudido en masa a la llamada de Fillon: padre, madre, cuatro hijos y abuelos. ¡°Todos hemos hecho al menos hora y media de coche para estar aqu¨ª¡±, dec¨ªa, orgulloso, el padre. ¡°Fillon es el ¨²nico que habla de verdad de la familia. Incluso sus problemas se deben a la familia¡±, record¨®. Una afirmaci¨®n que explica quiz¨¢s por qu¨¦ los esc¨¢ndalos no hacen mella en sus seguidores m¨¢s fieles.
Formato cl¨¢sico
Ante ellos, Fillon no necesita ser un orador brillante. No lo es. En una campa?a marcada por candidatos que intentan desmarcarse de partidos y etiquetas pol¨ªticas, el presidenciable de Los Republicanos conserva el formato cl¨¢sico hasta en sus m¨ªtines. Primero, deja que varios oradores vayan calentando a un p¨²blico abarrotado de banderas francesas mientras las c¨¢maras le apuntan a ¨¦l, junto a su siempre fiel esposa Pen¨¦lope, asintiendo, dej¨¢ndose arropar. Luego llega su momento en el estrado, donde pronuncia su discurso con voz casi mon¨®tona, sin moverse en ning¨²n momento del atril en el que se apoya. Nada de escenarios circulares o de presentaciones con hologramas, como su rival M¨¦lenchon.
No importa. No es por eso por lo que le van a votar. ¡°Es el candidato que tiene m¨¢s credibilidad para efectuar las reformas econ¨®micas necesarias¡±, explica un joven de 28 a?os que ha viajado desde Saboya para apoyarle. Este empleado de banca y concejal de su localidad ¡ªno quiere dar su nombre¡ª reconoce que estuvo durante un tiempo tentado por la candidatura del centrista Emmanuel Macron. Pero ¡°es un producto de marketing. Pone una cara bonita, pero detr¨¢s de esa fachada vemos las mismas caras, los mismos equipos y las mismas ideas¡±, afirma. Fillon por el contrario, pese a su menor carisma, ¡°tiene una visi¨®n de Francia de largo plazo¡±.
A Fillon, eso le basta. Ya se lo dijo a sus fieles en Par¨ªs: ¡°No os pido que me quer¨¢is, os pido que me apoy¨¦is¡±.
Una reforma econ¨®mica ¡°rupturista¡±
Las propuestas econ¨®micas del candidato conservador prometen crear ondas s¨ªsmicas, y eso que las ha suavizado a lo largo de estos meses. Fran?ois Fillon insiste machaconamente en que Francia no puede aspirar a volver a ser uno de los pesos pesados de Europa ¡°y del mundo¡± si no depura antes sus cuentas p¨²blicas. Y su plan de limpieza, ¡°rupturista¡± lo llama ¨¦l, es el m¨¢s radical de entre los candidatos con posibilidades de llegar al El¨ªseo.
En sus primeros tres meses de presidente, el candidato de Los Republicanos quiere acabar con la sacrosanta ley de las 35 horas laborales por semana, rebajar los l¨ªmites de las indemnizaciones por despido y aumentar hasta los 65 a?os la edad de jubilaci¨®n, que ahora se sit¨²a en los 62. Acompa?a estas propuestas inmediatas con una reducci¨®n del gasto p¨²blico en 100.000 millones de euros en cinco a?os y la supresi¨®n de 500.000 de los 5,6 millones de puestos de funcionarios, algo que dice lograr¨¢ no reponiendo una de cada dos de las plazas que queden libres en los pr¨®ximos a?os. Fillon est¨¢ tambi¨¦n convencido de que la reducci¨®n ¡°masiva¡± de las cargas fiscales y sociales ayudar¨¢ a aumentar la competitividad, por lo que propone entre otras medidas la rebaja del Impuesto sobre Sociedades hasta el 25%.
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