La ¡®banlieue¡¯ que es vivero de estrellas y de yihadistas
En el suburbio parisino de Trappes conviven los avances sociales con la dificultad de identificar y prevenir la radicalizaci¨®n de j¨®venes musulmanes
Desde Trappes se puede alcanzar el cielo de la fama, pero tambi¨¦n descender al infierno del terrorismo. De esta banlieue a 25 kil¨®metros de Par¨ªs han salido estrellas como el futbolista Nicolas Anelka o su amigo y actor Omar Sy, que ha logrado el salto a Hollywood. Y hasta podr¨ªa haber dado a Francia un presidente si su diputado y candidato socialista, Beno?t Hamon, no hubiera ca¨ªdo en picado en las encuestas. Pero a Trappes tambi¨¦n le persigue una fama de la que abjura y de la que no consigue escapar: la de ser un vivero de yihadistas, una de las localidades que m¨¢s j¨®venes ha visto partir hacia Siria, hasta 80 en los ¨²ltimos a?os.
El franc¨¦s no es necesariamente la lengua que m¨¢s se escucha por las calles de este suburbio parisino de 30.000 habitantes, procedentes de m¨¢s de 70 pa¨ªses. El 85% de su poblaci¨®n es de origen extranjero. El mercadillo de la Place des Merisiers es un tradicional punto de encuentro. Hombres y mujeres de todos los or¨ªgenes y religiones curiosean entre los puestos instalados alrededor del mercado de alimentaci¨®n, donde todas las carnicer¨ªas tienen el sello de halal. Mujeres con velo y largas t¨²nicas negras charlan animadamente en ¨¢rabe con j¨®venes embutidas en estrechos jeans y chaquetas de cuero, melena al aire. Los viernes, muchos de los hombres apuran el paso camino a una de las cuatro mezquitas.
Tres ni?as, una blanca, dos negras, corretean por el mercadillo en shorts y lanz¨¢ndose un bal¨®n. Acaban de terminar una liguilla de f¨²tbol mixto, organizada por el Ayuntamiento, en manos socialistas. Cuando se les pregunta qu¨¦ quieren ser de mayores, no lo dudan: ¡°?Futbolistas!¡±. Como su h¨¦roe Anelka. ¡°Estamos orgullosas de ser de Trappes¡±, sonr¨ªen apuntando a la aparente vida apacible de la banlieue. Aunque en los a?os 90 Trappes era una zona conflictiva, en los ¨²ltimos a?os las autoridades locales han invertido 350 millones de euros en lavarle la cara: se han renovado integralmente las viviendas sociales, hay muchos apartamentos nuevos en construcci¨®n y se han mejorado las zonas comunes, donde ahora abundan los jardines. Se ofrecen m¨²ltiples actividades para los ni?os, como el f¨²tbol, y el desempleo, del 6,4%, est¨¢ por debajo de la tasa nacional.
Tambi¨¦n Sherezade reivindica su ¡°orgullo trappista¡± y cita a otras estrellas de la banlieue, el humorista Jamel Debbouze y el rapero La Fouine. Sherezade, francesa de primera generaci¨®n, de 22 a?os e hija de inmigrantes argelinos, asegura que imperan el respeto y la ¡°convivencia¡± pac¨ªfica.
Pero tras la aparente calma en este suburbio, hay tensi¨®n. Seg¨²n la prensa francesa, varios comercios son intensamente vigilados por las autoridades, que sospechan de que tras su inocente fachada se esconden centros de reclutamiento extremista. Para Romain Caillet, experto franc¨¦s en yihadismo, se puede hablar abiertamente de un ¡°Trappist¨¢n¡±.
¡°Son los propios yihadistas de esa ciudad los que la llaman as¨ª¡±, explica por tel¨¦fono. Y las cifras lo avalan: hasta 80 j¨®venes de esta ciudad se han marchado a combatir a Siria en los ¨²ltimos a?os, un ¡°r¨¦cord absoluto¡±, subraya. Porque aunque en t¨¦rminos totales Niza, con 115 yihadistas, la supera levemente, tambi¨¦n es cierto que esa ciudad tiene diez veces m¨¢s habitantes que Trappes.
Combatientes en Siria
Las condiciones sociales pueden favorecer ciertas derivas, pero no son necesariamente un factor determinante, advierten los expertos. Caillet recuerda que los barrios del norte de Marsella tienen m¨¢s problemas de marginalizaci¨®n que los m¨¢s deprimidos de Niza y, aun as¨ª, no son el vivero de yihadistas que es esa ciudad costera, o la misma Trappes.
¡°Hay varios bastiones del yihadismo en Francia. Algunos est¨¢n vinculados a zonas complicadas, pero la mayor parte son peque?as ciudades de provincias que son captadas por islamistas radicales que controlan los lugares de culto¡±, apunta Jean-Charles Brisard, presidente del Centro de An¨¢lisis del Terrorismo. ¡°Lo que es determinante es la implantaci¨®n de la corriente yihadista en una ciudad u otra¡±, corrobora Caillet. Y en Trappes ¡°hay militantes islamistas desde los noventa¡±.
En enero, tres hombres fueron detenidos en esta banlieu acusados de ayudar a financiar a Walid Haman, tambi¨¦n vecino de la ciudad. Este muri¨® en diciembre en Siria durante un ataque estadounidense contra posiciones del Estado Isl¨¢mico. Se le relaciona con el belga Abdelhamid Abaaoud, cabecilla de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en Par¨ªs que dejaron 129 muertos.
Sherezade se impacienta con ese retrato de su ciudad. ¡°M¨ªrame. Soy mujer. Soy musulmana. Soy francesa. Soy enfermera. Llevo el pa?uelo [anudado como un turbante] pero nada m¨¢s¡±, agrega se?alando el resto de su ropa: zapatillas deportivas, leggings y una cazadora bomber sobre una blusa. ¡°Llevo una vida normal¡±.
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