Slavic, el ¡®hacker¡¯ m¨¢s buscado (y protegido)
El pirata, vinculado a los m¨¢s graves ciberataques contra EE UU, vive supuestamente al amparo de Mosc¨²
Cabeza rapada, ojeras profundas y la sonrisa de quien no posa convencido. Evgeniy Mikhailovich Bogachev ha saqueado decenas de bancos, robado miles de cuentas corrientes y lanzado asaltos a escala planetaria. Por su captura, el FBI ofrece una recompensa de tres millones de d¨®lares y dos tribunales de Estados Unidos le persiguen por fraude, lavado de dinero, pirateo inform¨¢tico y conspiraci¨®n. M¨¢s conocido como Slavic o lucky12345, es el hacker m¨¢s buscado del mundo. Pero nadie le detiene. De nada sirve que haya fotograf¨ªas suyas por doquier, que se sepa d¨®nde vive e incluso a qu¨¦ dedica su tiempo libre. A sus 33 a?os, Bogachev y su media sonrisa pueden m¨¢s que la maquinaria judicial y policial de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo.
Slavic se esconde en Rusia y en diciembre pasado fue incluido en el grupo sancionado por el presidente Barack Obama en relaci¨®n con el ciberataque orquestado por el Kremlin para socavar la campa?a electoral de Hillary Clinton. Aunque la Casa Blanca s¨®lo se refer¨ªa a ¨¦l como delincuente com¨²n, en la orden, que tambi¨¦n afectaba a cuatro altos cargos del servicio secreto ruso, se le prohib¨ªa viajar a Estados Unidos y se congelaban todas sus cuentas. Dos medidas sin efecto para quien ha hecho historia fuera de la ley.
Los informes del FBI y expedientes judiciales a los que ha tenido acceso EL PA?S, dibujan a Slavic como uno de los hackers m¨¢s disruptivos de todos los tiempos. Entre sus creaciones figura Cryptolocker, un virus que bloquea los ordenadores y obliga al pago de un rescate para su liberaci¨®n. A finales de 2013, m¨¢s de 234.000 ordenadores resultaron infectados. Un golpe por el que Bogachev recaud¨® en solo dos meses 27 millones de d¨®lares.
El creador de Zeus
Pero su criatura m¨¢s conocida y reverenciada es Zeus. Extremadamente sofisticado, este c¨®digo maligno naci¨® en 2006, cuando Bogachev s¨®lo ten¨ªa 22 a?os. Desde entonces, con enorme pericia, lo ha ido modificando y mejorando hasta llegar a la versi¨®n Gameover. El troyano, considerado uno de los m¨¢s peligrosos del planeta, act¨²a como un arma de doble filo. Por un lado, esquilma los datos bancarios y claves del ordenador que infecta. Y por otro, sin que el propietario lo sepa, pone el aparato al servicio de una red oculta (botnet, en el argot). Un universo de esclavos silentes que los piratas emplean libremente para todo tipo de fines.
¡°Es la red maligna m¨¢s avanzada a la que nos hemos enfrentado¡±, declar¨® el agente especial encargado de su investigaci¨®n. Bajo el mando de Slavic, esta estructura lleg¨® a tener sometidos un mill¨®n de ordenadores (el 25% en Estados Unidos) y se convirti¨® en la peor pesadilla a la que se haya enfrentado el FBI. El bot¨ªn super¨® los 100 millones de d¨®lares.
¡°Todos los ordenadores que infectaba formaban parte de una botnet, donde no s¨®lo robaban las credenciales que los usuarios introduc¨ªan o ten¨ªan guardadas, sino que tambi¨¦n utilizaban la potencia de esos miles e incluso millones de ordenadores infectados y controlados para cometer otro tipo de delitos, como ataques de denegaci¨®n de servicio distribuidos (DDoS) orientados a extorsionar a empresas¡±, explica el especialista David Barroso, fundador de Countercraft.
Tras un esfuerzo internacional mancomunado, la red fue desmantelada en 2014. Pero su creador, sobre el que pesa la mayor recompensa contra un cibercriminal, no pudo ser atrapado. Al igual que muchos hackers rusos su tranquilidad estaba asegurada lejos de Washington.
Un informe de seguridad ucranio sostiene que Slavic act¨²a bajo supervisi¨®n de una unidad especial del espionaje ruso. No es nada extraordinario. El Kremlin, que nunca ha aceptado estas acusaciones, lleva a?os empleando a los ciberpiratas para sus fines geopol¨ªticos. Tambi¨¦n lo hizo, siempre seg¨²n los informes de la inteligencia estadounidense, con Wikileaks. En el ciberataque que orquest¨® contra Clinton en la campa?a electoral utiliz¨® a la organizaci¨®n de Julian Assange para difundir el material robado.
En el caso de Slavic, la propia trayectoria y evoluci¨®n del virus Zeus le conecta con estas pr¨¢cticas. En el apogeo de su actividad, Bogachev peinaba la inmensa red de ordenadores cautivos a su disposici¨®n en busca de informaci¨®n confidencial: correos de altos cargos de la Polic¨ªa turca, datos de inteligencia georgianos, documentos clasificados ucranios. ¡°Desde hace tiempo se piensa que Bogachev tiene alg¨²n tipo de relaci¨®n con personas cercanas a los servicios de inteligencia. Incluso cuando Rusia invadi¨® Crimea, parte de la botnet se utiliz¨® para buscar informaci¨®n en v¨ªctimas de Ucrania¡±, explica el experto en ciberseguridad y jefe cient¨ªfico de Alien Vault, Jaime Blasco.
Slavic era y es un pirata, pero no act¨²a s¨®lo como tal. Su objetivo va m¨¢s all¨¢: un territorio pantanoso del que se sabe muy poco. El Kremlin calla y las autoridades estadounidenses evitan dar detalles de los ciberataques a Clinton. Como siempre, la oscuridad le ampara. Slavic puede seguir sonriendo.
Una vida de lujo junto a la costa
Casado y con una hija, Evgeniy Mikhailovich Bogachev, alias Slavic, disfruta de la vida a cuerpo de rey en la peque?a y portuaria ciudad de Anapa, en el C¨¢ucaso Occidental. All¨ª, seg¨²n los informes policiales, colecciona coches de lujo, se dedica a navegar por el mar Negro y cuando puede, visita Crimea. Slavic es un fan¨¢tico de los felinos. Tanto que tiene como mascota a un gato de bengala y su prenda favorita es un pijama con estampado de leopardo.
Seg¨²n la inteligencia ucrania, Slavic tiene una flota de coches repartida por toda Europa solo para no tener que alquilar ning¨²n veh¨ªculo mientras est¨¢ de vacaciones. El hacker sol¨ªa tomarse unos d¨ªas en uno de los dos chalets que pose¨ªa en Francia y viajar con alguno de los tres pasaportes rusos de que dispon¨ªa para trasladarse con libertad.
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