Las Abuelas de Plaza de Mayo recuperan al nieto 122
Se trata de un hombre que naci¨® en la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA)
La restituci¨®n identitaria de los hijos de desaparecidos sigue siendo motivo de orgullo en Argentina, al punto que, cada vez que se comunica un hallazgo, los mensajes de algarab¨ªa hacen que exploten las redes sociales. Este martes, la organizaci¨®n Abuelas de Plaza de Mayo, que dirige Estela de Carlotto, anunci¨® la aparici¨®n del nieto n¨²mero 122, de quien se reserva la identidad por cuestiones relativas a la intimidad, salvo que la persona encontrada decida presentarse en sociedad. No ha sido el caso del hijo de Iris Garc¨ªa Soler y Enrique Bustamante, desaparecidos el 31 de enero de 1977 durante la ¨²ltima dictadura c¨ªvico-militar cuando la mujer estaba embarazada de tres meses.
La historia comenz¨® el 31 de enero de 1977, cuando Iris pas¨® a existir s¨®lo en el recuerdo. Seg¨²n la historia que relat¨® la propia Carlotto en rueda de prensa, la joven ¡°hab¨ªa llamado a sus padres para avisar que pasar¨ªa de visita, pero luego cancel¨® el encuentro y su familia nunca m¨¢s supo de ella, ni de su compa?ero, ni del ni?o que debi¨® nacer en julio de 1977¡±. Iris N¨¦lida naci¨® el 15 de mayo de 1952 en la ciudad de Mendoza. Estudiaba Sociolog¨ªa en la Universidad Cat¨®lica Argentina (UCA), y su familia y amigos la llamaban?Susuki. Enrique naci¨® el 5 de junio de 1951 y era conocido como "Beb¨¦". La mujer comenz¨® su actividad en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), y luego comparti¨® su militancia con Enrique en la organizaci¨®n Montoneros. All¨ª, sus compa?eros la conoc¨ªan como "Tita", "Pajarito" o "La Gallega", y a ¨¦l como "El Lobo" o "El Chamaco". Ambas desapariciones est¨¢n siendo juzgadas en Buenos Aires, en el marco de la causa ESMA.
La pareja fue secuestrada por personal de la Polic¨ªa Federal en la pensi¨®n en la que viv¨ªa, cerca del centro de la ciudad de Buenos Aires. Garc¨ªa Soler y Bustamente fueron vistos en el centro clandestino de detenci¨®n Club Atl¨¦tico y, por testimonios de sobrevivientes, se supo que Enrique fue llevado a la ESMA y luego devuelto al Atl¨¦tico. Iris estuvo en Atl¨¦tico hasta mayo de 1977, momento en que fue llevada a la ESMA para dar a luz. Algunos testimonios de sobrevivientes de la ESMA coincidieron en que Tita hab¨ªa dado a luz a un var¨®n en julio de 1977, y que lleg¨® a tenerlo en sus brazos. Fue Manuel Garc¨ªa, el padre de Iris, quien hizo la denuncia sobre el embarazo y la desaparici¨®n forzada de su hija.
Reci¨¦n a fines de 2004, una persona liberada de la ESMA, que hab¨ªa militado junto con la pareja, pudo identificar al Lobo y a la Lobita o Tita como Enrique Bustamante e Iris N¨¦lida Garc¨ªa. De esta manera, pudo incorporarse un nuevo caso al Banco Nacional de Datos Gen¨¦ticos (BNDG). Sin embargo, hasta ese momento no hab¨ªa familiares de Enrique Bustamante para contactar, ya que no estaba denunciado como desaparecido y sus padres ya hab¨ªan fallecido. En 2010, una prima se acerc¨® a la Secretar¨ªa de Derechos Humanos para solicitar informaci¨®n sobre Enrique y se pudo realizar la denuncia e incorporar el grupo familiar al BNDG.
Entonces, hubo que buscar la aguja en el pajar. Frente a numerosas denuncias recibidas por Abuelas, la filial de C¨®rdoba decidi¨® contactar, a trav¨¦s de su equipo de acercamientos, a un joven que presumiblemente era hijo de desaparecidos. El hombre accedi¨® a realizarse los ex¨¢menes de ADN de forma voluntaria y el 18 de abril ¨²ltimo, el BNDG inform¨® a la Comisi¨®n Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) que se trata del hijo de Iris Garc¨ªa y Enrique Bustamante. ¡°Es una novela con final feliz, de encuentros y desencuentros¡±, expres¨® Carlotto, sin olvidar que en Argentina todav¨ªa hay m¨¢s de 300 hombres y mujeres que todav¨ªa no saben qui¨¦nes son.
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