¡°Europa debe evitar la hostilidad ya que el ¡®Brexit¡¯ no es un debate cerrado¡±

Ma?ana se cumplen 20 a?os desde que Tony Blair (Edimburgo, 1953) se convirti¨® en el ¨²ltimo laborista en conseguir una victoria electoral a escala nacional para la izquierda brit¨¢nica. Un abismo separa la imagen abierta de aquella Cool Britannia que se exportaba entonces y la del pa¨ªs hura?o que negocia hoy su salida de Europa en nombre del nacionalismo y el control de la inmigraci¨®n.

El ex primer ministro recibi¨® en su oficina londinense a un peque?o grupo de periodistas internacionales, la v¨ªspera de la cumbre donde Europa fijar¨ªa su posici¨®n sobre el Brexit. Para Blair, europe¨ªsta convencido, la decisi¨®n de salir de la UE fue ¡°un grave error¡±, pero no es un asunto cerrado. ¡°Mi consejo a Europa es que evite una posici¨®n de hostilidad, porque a este debate le queda mucho recorrido¡±, explica. ¡°Aunque el Gobierno diga que est¨¢ cerrado, realmente no lo est¨¢. Hasta que la gente vea los t¨¦rminos del acuerdo final, no va a decidirse. La actitud ahora es que hay que seguir adelante con la decisi¨®n que se tom¨®. Pero esa actitud puede cambiar r¨¢pidamente. El margen en el refer¨¦ndum fue de cuatro puntos: solo har¨ªa falta que uno de cada 15 votantes por el Brexit cambiara de opini¨®n. Dos tercios de los j¨®venes votaron por la permanencia, 16 millones de personas lo hicieron en un pa¨ªs en el que las elecciones generales se ganan con 13 millones de votos. No hablo de traicionar la voluntad del pueblo, solo digo que esta puede cambiar una vez visto el acuerdo. Por eso creo que la postura del laborismo, recientemente formulada, es buena: decidiremos con el acuerdo en la mano¡±.

El 1 de mayo de 1997 el Nuevo Laborismo de Blair se hac¨ªa con m¨¢s esca?os (418) de los que el partido hab¨ªa logrado nunca en su historia; veinte a?os despu¨¦s, ante las elecciones anticipadas del pr¨®ximo 8 de junio, el ex primer ministro pide el voto para el laborismo con el ¨²nico argumento de suavizar la contundente victoria de los conservadores que todo el mundo da por hecha. No aclara si quiere que Jeremy Corbyn, el controvertido l¨ªder laborista, sea primer ministro. Ni siquiera considera sensato plantear esa remota posibilidad ante el electorado. El argumento m¨¢s s¨®lido que encuentra para pedir el voto por el laborismo es convencer a los votantes de que, aunque Theresa May ganar¨¢, no conviene que disponga de un poder absoluto ante el excepcional momento pol¨ªtico que atraviesa el pa¨ªs.

¡°Para m¨ª este es un asunto de tribu: yo soy laborista¡±, zanja de entrada Blair. ¡°Pero la realidad de estas elecciones, si los sondeos no se equivocan, es que los tories van a ganar. May seguir¨¢ de primera ministra y lo importante es que tenga una oposici¨®n fuerte a la que rendir cuentas. Los conservadores no deber¨ªan tener un cheque en blanco para el Brexit¡±.

Considera Blair que hay ¡°un gran malentendido¡± en el centro del debate. Se refiere a ¡°la fundamental diferencia entre un acuerdo comercial con un tercer pa¨ªs y el mercado ¨²nico¡±. ¡°El problema es que la gente lo ve como algo t¨¦cnico, pero en la diferencia entre mercado ¨²nico y acuerdo de libre comercio hay much¨ªsimo en juego¡±, asegura. ¡°En t¨¦rminos futbol¨ªsticos, el mercado ¨²nico es la Liga de Campeones y lo otro es la tercera divisi¨®n. El mercado com¨²n es una creaci¨®n comercial ¨²nica, que implica que vendes bienes o servicios de Londres a Berl¨ªn igual que de Londres a Newcastle. Una vez esto se haga evidente, y se har¨¢, tendremos un nuevo debate sobre el Brexit. Salir del mercado ¨²nico es por definici¨®n un Brexit duro. Temas como la factura del divorcio o los derechos de los nacionales europeos, creo que se resolver¨¢n. Eso es negociaci¨®n ordinaria. A lo que no encuentro respuesta es a c¨®mo conseguir un acuerdo de libre comercio que sea comparable al mercado ¨²nico¡±.

La preocupaci¨®n por la inmigraci¨®n fue uno de los motores del Brexit. Pero relacionar el impacto de la inmigraci¨®n con la pertenencia a la UE, para Blair, lleva a un debate espinoso. ¡°La principal ansiedad que produce en la gente la inmigraci¨®n, no es por la inmigraci¨®n europea. No digo que no haya presiones en ciertas comunidades, pero el choque tiende a ser cuando son culturas diferentes¡±, opina. ¡°M¨¢s de la mitad de la inmigraci¨®n no es europea y no est¨¢ afectada por el debate del Brexit. De los europeos, una gran parte viene con un empleo. Vamos a seguir necesit¨¢ndolos, as¨ª que seguir¨¢n viniendo con sus familias. Luego est¨¢n los estudiantes, a los que tambi¨¦n queremos en nuestras universidades. Y los trabajadores temporeros, m¨¢s de 20.000 en el sector de la agricultura. Los necesitamos. No es que a los brit¨¢nicos no se les permita hacer esos trabajos, es que no los hacen. La ¨²nica categor¨ªa de inmigrantes europeos que no estamos seguros de si queremos ser¨ªa aquellos que vienen a buscar trabajo, la mayor¨ªa de los cuales acaba en Londres. Pero el hecho de que evitemos que un joven polaco venga a poner copas en Londres no va a proporcionar un empleo a un joven parado del noreste de Inglaterra. El precio que vamos a pagar por poner obst¨¢culos a esa gente es extraordinario. Si quieres parar la inmigraci¨®n, puedes salir de la UE e impedir que los europeos vengan. Pero da?ar¨ªas la econom¨ªa, y no creo que lo hagan. Lo que har¨¢n es someterlos a un proceso para venir y as¨ª podr¨¢n defender que tenemos control sobre nuestras fronteras. Es bien raro: necesitamos a esa gente pero les haremos pasar por un proceso y, para poder hacer eso, vamos a abandonar el mercado ¨²nico¡±.

El ex primer ministro sigue teniendo la misma fe en el proyecto europeo que cuando se mud¨® al 10 de Downing Street hace veinte a?os. ¡°Las fuerzas antieuropeas incurren en un lamentable delirio al pensar que Europa se va a rendir y a desintegrar¡±, sostiene. ¡°?No lo va a hacer! La l¨®gica europea es m¨¢s fuerte hoy que nunca. Lo que est¨¢ sucediendo hoy es que tu poblaci¨®n determina el tama?o de tu econom¨ªa, como suced¨ªa hasta la revoluci¨®n industrial. China, India, los pa¨ªses con grandes poblaciones van a tener un gran poder. Los europeos seremos potencias medias o peque?as, la ¨²nica manera de defender nuestros intereses y valores es unidos. La importancia de Europa hoy tiene que ver, m¨¢s que con la paz, con el poder¡±.

Las elecciones del 8 de junio, opina Blair, no es probable que vayan a favorecer un Brexit m¨¢s suave. La primera ministra las plante¨®, despu¨¦s de haber negado reiteradamente la posibilidad, para tratar de aprovechar la debilidad laborista y reforzar la fr¨¢gil mayor¨ªa que hoy la arropa en el Parlamento. Un mayor¨ªa s¨®lida, defiende May, fortalecer¨ªa su posici¨®n negociadora en Europa. ¡°Los tories ir¨¢n a por el voto del UKIP y el de los laboristas que votaron por el Brexit¡±, asegura Blair. ¡°Lo peligroso es que as¨ª se crea una din¨¢mica en su propio partido hacia posiciones m¨¢s duras. Incluso hay locos que defienden salir de la UE sin acuerdo alguno. Espero que si May consigue una gran mayor¨ªa la utilice para volver a poner cosas encima de la mesa. Pero mucho me temo que la presi¨®n en el partido ser¨¢ en la direcci¨®n opuesta, y por eso es tan importante tener una oposici¨®n fuerte¡±.

Blair evita entrar al trapo en la crisis del Partido Laborista ¨C¡°No es el tema a tratar cuando hay elecciones¡±- y descarta la idea de formar un nuevo partido. Su acci¨®n pol¨ªtica se vehicular¨¢ desde los m¨¢rgenes, a trav¨¦s de un nuevo proyecto. ¡°No volver¨¦ a la pol¨ªtica de primera l¨ªnea, pero el instituto que estoy creando defender¨¢ la pol¨ªtica de mente abierta, la renovaci¨®n del centro. El mundo est¨¢ cambiando muy r¨¢pidamente y la principal caracter¨ªstica es la aceleraci¨®n del cambio. La izquierda debe estar moderniz¨¢ndose constantemente, y eso es m¨¢s importante ahora que en 1997, porque el mundo cambia a¨²n m¨¢s r¨¢pido. Cualquier cosa que suene a conservadurismo en la izquierda nunca va a resultar, porque las fuerzas progresistas solo ganan cuando comprenden el futuro y muestran c¨®mo pueden hacer que funcione para la gente¡±.