Argelia pone a prueba en las urnas la fuerza de Buteflika
El temor a la abstenci¨®n marcan las legislativas en las que se prev¨¦ que gane el partido del presidente
Argelia celebra este jueves unas elecciones legislativas donde todo el mundo da por hecho que vencer¨¢ el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), partido que ha gobernado Argelia desde la independencia del pa¨ªs en 1962. La principal inc¨®gnita radica en saber hasta d¨®nde llegar¨¢ el nivel de abstenci¨®n en una poblaci¨®n desganada y esc¨¦ptica, obligada a apretarse el cintur¨®n a causa de la crisis del petr¨®leo. En 2012, la tasa de participaci¨®n fue del 43,14% y en 2007 del 35,65%, la m¨¢s baja de su historia. El presidente del pa¨ªs, Abdelaziz Buteflika, que tiene 80 a?os y no comparece en im¨¢genes en directo desde hace tres a?os, ha emitido un mensaje escrito donde apela a participar ¡°masivamente¡±.
Las elecciones -que este corresponsal no puede cubrir sobre el terreno porque las autoridades argelinas no le han concedido el visado- se celebran una jornada despu¨¦s del d¨ªa internacional de la libertad de prensa. En la clasificaci¨®n mundial sobre libertades de medios elaborada por Reporteros Sin Fronteras, Argelia ha descendido cinco puestos respecto al a?o pasado. Se encuentra en el n¨²mero 134, uno por debajo de Marruecos. Argelia aparece m¨¢s pr¨®xima a Corea del Norte, el ¨²ltimo de los 180 Estados examinados, que a Noruega, el primero.
El Gobierno, o m¨¢s bien ¡°el poder¡±, como se conoce en Argelia al reducido n¨²cleo que maneja los hilos del pa¨ªs, ha movilizado a personajes famosos que hacen un llamamiento al voto; ha apelado a la ayuda de los imanes en las mezquitas y ha invocado la palabra m¨¢gica que tantos beneficios sigue reportando a Buteflika: ¡°estabilidad¡±. En su discurso escrito de 774 palabras difundido el 28 de abril, el presidente la us¨® dos veces. ¡°Vuestra participaci¨®n en este escrutinio ser¨¢ vuestra contribuci¨®n personal a la estabilidad del pa¨ªs¡±, ley¨® un miembro de su Gabinete.
El Ministerio del Interior ha desplegado carteles por todo el pa¨ªs con hombres y mujeres que aparecen sonrientes con una tarjeta electoral bajo la leyenda: ¡°Haz o¨ªr tu voz¡±. Pero la empresa encargada de la campa?a incurri¨® en el error de tomar las fotos de los modelos de un banco de im¨¢genes internacional. Con lo cual, la gente que llama a votar en Argelia resulta ser de Arabia Saud¨ª, de Sud¨¢frica o Latinoam¨¦rica. Los chistes y comentarios en Internet no se han hecho esperar: ¡°Hasta en los carteles publicitarios y de propaganda de voto hay corrupci¨®n y falsificaci¨®n. Enhorabuena al Estado argelino¡±, dec¨ªa un lector del Huffpost Argelia. Y otro le contestaba: ¡°?Eso es todo lo que te inspira como cr¨ªtica? ?No hay otra cosa m¨¢s profunda? Como por ejemplo, la corrupci¨®n en la confecci¨®n de las listas, los programas de los partidos pol¨ªticos, que no son m¨¢s que recetas intercambiables, sin ning¨²n fondo ideol¨®gico. Se parecen todos y son de una indigencia sin l¨ªmites¡±.
23 millones de electores est¨¢n convocados para? elegir a 462 diputados para un mandato de cinco a?os
La prensa local se esmera en sacarle punta a las elecciones. Porque una cosa es lo que se vota y otra es lo que de verdad est¨¢ en juego. Oficialmente se dirime la renovaci¨®n de un Parlamento cuya influencia en el discurrir pol¨ªtico del pa¨ªs es escasa. Est¨¢n convocados a las urnas 23 millones de electores en un pa¨ªs de 40 millones de habitantes. Deber¨¢n elegir a 462 diputados de la Asamblea Nacional entre 12.000 candidatos, por un mandato de cinco a?os. Pero, en realidad, lo que todo el mundo tiene presente en Argelia es el estado de salud del presidente y qui¨¦n ser¨¢ el sucesor si es que alguien va a sucederle en los pr¨®ximos dos a?os.
Las legislativas se observan como la antesala de las presidenciales de 2019. Se supone que este es el momento en que los distintos clanes del poder pueden medir sus fuerzas. Siempre y cuando Buteflika no se presente de nuevo a un quinto mandato, tras 18 a?os en el poder y sin que nadie sepa exactamente cu¨¢l es su verdadero estado de salud desde que en 2013 sufriera un derrame cerebral. De hecho, una de las principales inc¨®gnitas en esas elecciones consist¨ªa en saber si acudir¨ªa a las urnas Buteflika.
#L¨¦gislatives_2017 le pr¨¦sident #Bouteflika accomplit son devoir ¨¦lectoral ¨¤ l'¨¦cole Al Bachir El Ibrahimi #algerie pic.twitter.com/DPtua30tnb
— Radio Alg¨¦rienne (@radioalgerie) May 4, 2017
Pasado el mediod¨ªa se resolvi¨® el misterio. Buteflika acudi¨® en silla de ruedas a votar a una colegio electoral acompa?ado por varios familiares. Varios cronistas locales aseguraban que se le vio m¨¢s desmejorado que nunca, pero esa es una frase que se viene repitiendo desde 2013 cada vez que se difunden en diferido im¨¢genes del presidente. Al menos, en esta ocasi¨®n tuvo fuerza suficiente para levantar la mano derecha y saludar a las compromisarias situadas en las mesas electorales.
En las presidenciales de 2014 muchos analistas daban por descontado que Buteflika no se presentar¨ªa, a causa de su mala salud. Sin embargo, concurri¨® a los comicios sin hacer campa?a electoral y se dej¨® ver solo el d¨ªa de la votaci¨®n, cuando acudi¨® a las urnas en un sill¨®n de despacho habilitado con ruedas, tras dos a?os sin que se le viera en p¨²blico por las calles. Finalmente, gan¨® con el 81,5% de los votos, entre acusaciones de fraude lanzadas por una parte de la oposici¨®n.
Ahora, una participaci¨®n masiva, o por lo menos m¨¢s alta que en los comicios anteriores, podr¨ªa interpretarse como un espaldarazo al r¨¦gimen, que se ha visto obligado a impulsar en los ¨²ltimos meses medidas econ¨®micas impopulares para luchar contra el desplome de los precios del gas y el petr¨®leo que sobrevino desde 2014. Este pa¨ªs, del que Espa?a importa un tercio del gas que consume, depende de forma ag¨®nica de los carburantes, por cuya venta recibe el 97% de los ingresos procedentes del exterior.
Una vez que se elija el Parlamento, el camino quedar¨¢ m¨¢s despejado hacia la carrera presidencial. Y nunca podr¨ªa descartarse que esa carrera la vuelva a ganar un hombre sentado en silla de ruedas.
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