Felipe de Edimburgo, el hombre que camina dos pasos detr¨¢s de la reina
El marido de Isabel de Inglaterra, de 95 a?os, se retira de la vida p¨²blica en oto?o
Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II, abandona la vida p¨²blica. As¨ª lo anunci¨® este jueves el palacio de Buckingham. El duque, que cumplir¨¢ 96 a?os el pr¨®ximo 19 de junio, dejar¨¢ la actividad oficial a partir de oto?o. Durante todos estos a?os, Felipe de Edimburgo ha ido siempre un paso detr¨¢s de la reina de Inglaterra, sin hacerle sombra jam¨¢s pero manteniendo un f¨¦rreo compromiso mutuo hacia la Corona brit¨¢nica y tambi¨¦n una enorme disciplina.
A pesar de sus legendarias meteduras de pata, o de las tensas relaciones que hist¨®ricamente ha tenido con su hijo Carlos, heredero de la Corona brit¨¢nica, o del atractivo que siempre ha despertado en las mujeres -se le atribuyen varios sonados romances-, el duque de Edimburgo siempre ha contado con el apoyo absoluto de su esposa y reina. Un compromiso que arranc¨® el 20 de noviembre de 1947, con el enlace de la entonces princesa y el apuesto teniente Felipe Mountbatten en la abad¨ªa de Westminster, en Londres, y que aport¨® alegr¨ªa y color a los dif¨ªciles a?os tras la II Guerra Mundial.
Cinco a?os m¨¢s tarde, Isabel era coronada soberana en el mismo escenario de la gran iglesia g¨®tica tras la muerte de Jorge VI. Felipe tuvo que renunciar a su carrera en el Ej¨¦rcito para ejercer de consorte, un papel que ha desarrollado eficazmente. Aunque en los ¨²ltimos a?os ha tenido algunos problemas leves de salud siempre ha intentado mantener su agenda oficial activa. Este mi¨¦rcoles asisti¨® a la inauguraci¨®n de unas instalaciones en un club de cricket. Incluso la pasada Navidad cuando la reina tuvo que guardar reposo durante tres semanas por una fuerte gripe, ¨¦l adopt¨® m¨¢s visibilidad p¨²blica, en un gesto que fue interpretado como de normalidad ante los rumores.
El duque de Edimburgo ha sido siempre un hombre pol¨¦mico y ha disfrutado de ello. Los comentaristas m¨¢s mon¨¢rquicos subrayan que detr¨¢s de sus meteduras de pata se esconde un gran sentido del humor y el esp¨ªritu libre de un hombre que pertenece a una generaci¨®n del pasado, que ni puede, ni quiere, ni debe cambiar. Y destacan sobre todo la buena pareja que hace con la reina: ella, de profesionalidad indiscutida, es fr¨ªa como un t¨¦mpano y de muy pocas palabras; ¨¦l, de profesionalidad m¨¢s dudosa, es dicharachero y c¨¢lido, aunque su probado clasismo y sus amagos racistas ponen en cuesti¨®n esa calidez.
The Queen and The Duke of Edinburgh arrive for today's Service for Members of the Order of Merit at the Chapel Royal, St. James's Palace. pic.twitter.com/K3Ae2JzzVH
— The Royal Family (@RoyalFamily) May 4, 2017
Sus resbalones han dado hasta para un libro Prince Philip: wise words and golden gaffes (Pr¨ªncipe Felipe: palabras sabias y pifias de oro), que recoge las frases m¨¢s pol¨¦micas del duque. Una edici¨®n previa, titulada Duke of Hazard (Duque del riesgo) fue lanzada aprovechando el 85? cumplea?os del pr¨ªncipe y se convirti¨® en best seller en Reino Unido. Sus autores, el periodista especializado en monarqu¨ªa Phil Dampier y el ex corresponsal real para el Daily Express Ashley Walton, mantienen que el tomo dista de ser una burla. ¡°Es una muestra de cari?o para un tesoro nacional¡±, declar¨® Dampier
Una de las meteduras de pata m¨¢s sonadas fue en 2009 en presencia de Barack Obama. El presidente norteamericano le hab¨ªa dicho que ese d¨ªa se hab¨ªa entrevistado con el entonces primer ministro Gordon Brown, su sucesor, David Cameron, y el entonces presidente ruso Dmitri Medv¨¦dev, "?Es que puede distinguir a unos de otros?". Durante una recepci¨®n al papa Benedicto XVI en Escocia, y despu¨¦s de observar que el l¨ªder laborista escoc¨¦s llevaba una corbata de cuadros escoceses, Felipe de Edimburgo pregunt¨® a la conservadora Annabel Goldie: "?T¨² tambi¨¦n llevas bragas hechas de eso?".
Muchos atribuyen su car¨¢cter a una adolescencia solitaria de hijo ¨²nico con padres que viv¨ªan de hecho separados: ¨¦l, el pr¨ªncipe Andr¨¦s de Grecia, ejerciendo de playboy exiliado por Europa; ella, la princesa Alicia de Battenberg, encerrada en un sanatorio con esquizofrenia. Felipe ten¨ªa sangre griega, danesa, brit¨¢nica, sueca, rusa y alemana y es primo distante de Isabel II: los dos son tataranietos de la reina Victoria. Hab¨ªan coincidido de ni?os, pero Isabel le descubri¨® de verdad cuando ten¨ªa 13 a?os y visit¨® con su padre en 1939 en la escuela naval de Dartmouth. Se casaron el 20 de noviembre de 1947. Tambi¨¦n es primo lejano de la reina Sof¨ªa.
Adem¨¢s de su tensa relaci¨®n con su hijo Carlos, el duque fue un firme opositor a la llegada de Diana de Gales a la familia real y una vez que esta estuvo en ella encontr¨® en ¨¦l un enemigo. En cambio, Felipe de Edimburgo mantiene con sus nietos, en especial con Guillermo y Enrique, una relaci¨®n cordial y cercana.
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