James Comey, el hombre que se hizo demasiado inc¨®modo
El despedido director del FBI siempre ha tendido a ir por libre y a hablar claro

Era el segundo d¨ªa completo de Donald Trump en la Casa Blanca. En un acto de presentaci¨®n ante la c¨²pula policial, el presidente vio entre los asistentes al director del FBI, James Comey. Le pidi¨® que se le acercara para saludarle e ironiz¨®: ¡°Es m¨¢s famoso que yo¡±.
Quiz¨¢ ese haya sido el mayor lastre de Comey.
Entre el 22 de enero, el d¨ªa de ese evento en la Casa Blanca, y el 9 de mayo, cuando Trump le despidi¨®, el jefe de la agencia policial se convirti¨® en un hombre demasiado inc¨®modo e imprevisible para el presidente. Propenso a marcar un perfil propio y a hablar claro, este jurista y nieto de un polic¨ªa supervisaba la investigaci¨®n a la presunta conexi¨®n entre el entorno de Trump y la Rusia de Vlad¨ªmir Putin durante la campa?a electoral.
Su salida culmina una relaci¨®n vol¨¢til con Trump. Como candidato, el republicano se pas¨® meses criticando la gesti¨®n de Comey del caso de los correos privados de Hillary Clinton. Pero cuando el jefe del FBI reabri¨® esa investigaci¨®n, a 11 d¨ªas de las elecciones y convirti¨¦ndose en el gran protagonista de la campa?a, lo elogi¨®: ¡°Tuvo muchas agallas. No era seguidor suyo, pero con lo que hizo recuper¨® su reputaci¨®n¡±, dijo.
Una vez en la Casa Blanca, Trump ha ido comprobando que Comey se manten¨ªa como un peligroso verso suelto. El 20 de marzo fue el mejor ejemplo: confirm¨® en un testimonio en el Congreso que el FBI investiga los posibles lazos rusos del mandatario y desminti¨® la acusaci¨®n del magnate inmobiliario de que el expresidente Barack Obama orden¨® espiarle.
La semana pasada, el republicano empez¨® a dar muestras de perder la paciencia: Comey, clam¨® Trump, fue ¡°la mejor cosa que le pas¨®¡± a Clinton.
Cuando lo ha cre¨ªdo conveniente en su carrera, Comey, neoyorquino de 56 a?os y origen irland¨¦s, se ha desmarcado de la ortodoxia, lo que ha costado reprimendas. Ya fuera en asuntos de racismo de la polic¨ªa, espionaje o las investigaciones a Clinton y al entorno de Trump.
Nunca se sabr¨¢ por qu¨¦ Comey hizo lo que hizo en las pesquisas al servidor de correo privado de Clinton como secretaria de Estado. En julio de 2016, por anunciar a la prensa que la conducta de Clinton no era ejemplar pero que no hab¨ªa hecho nada delictivo. Y en octubre, en la antesala electoral, por revelar que reabr¨ªa la investigaci¨®n a la dem¨®crata, que volver¨ªa a cerrar en pocos d¨ªas.
En ambos casos incumpli¨® las directrices habituales. No s¨¦ sabr¨¢ si fue un af¨¢n de protagonismo, la voluntad de evitar sospechas o, como alega Comey, su deber de justicia. Clinton le culpa de su derrota electoral. ?l esgrime que eso le provoca nauseas y que ocultar datos sobre la dem¨®crata "hubiera acabado con el FBI".
Votante republicano
Comey, que tiene cinco hijos y en el pasado estuvo registrado como votante republicano, confiaba en seguir en el cargo con Trump en el Despacho Oval. As¨ª lo filtr¨® en enero a la prensa en la primera semana de presidencia del republicano con el que entonces se hab¨ªa reunido dos veces.
Su mandato finalizaba en 2023 siempre que no fuera despedido o renunciara, algo que no ten¨ªa previsto hacer. Lo nombr¨® en 2013 el dem¨®crata Barack Obama.
Entre 2003 y 2005, hab¨ªa sido el n¨²mero dos del Departamento de Justicia durante la Administraci¨®n del republicano George W. Bush. Entonces, ya fue noticia: se neg¨® a renovar uno de los permisos del sistema de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad porque no contaba con la aprobaci¨®n del Departamento de Justicia.
Comey empez¨®? su carrera judicial a finales de los a?os ochenta en la poderosa oficina de la Fiscal¨ªa del Distrito Sur de Nueva York y que acab¨® dirigiendo. Entre sus actuaciones m¨¢s notorias, la investigaci¨®n a la familia Gambino, uno de los cinco clanes mafiosos que controlaba las calles de Nueva York. Tambi¨¦n la acusaci¨®n a la estrella televisiva y empresaria Martha Stewart por irregularidades en bolsa.
Entre sus etapas en los gobiernos de Bush y Obama, Comey fue vicepresidente del gigante de fabricaci¨®n de defensa Lockheed Martin, trabaj¨® en un fondo de inversi¨®n y fue profesor de Derecho en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
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