El ¡®caso Rainey¡¯: las sospechas de la muerte de un preso encerrado dos horas en una ducha a 70 grados
Im¨¢genes reveladas por el Miami Herald refuerzan la hip¨®tesis de que un preso afroamericano falleci¨® torturado bajo un chorro de agua a alta temperatura en una c¨¢rcel de Florida
La muerte en prisi¨®n en 2012 en una c¨¢rcel de Florida de Darren Rainey, un afroamericano de 50 a?os que padec¨ªa esquizofrenia, sigue sin aclararse cinco a?os despu¨¦s. Unas fotograf¨ªas reveladas por el diario Miami Herald, que destap¨® el caso hace tres a?os y sigue liderando la pelea porque se determine sin sombras la verdad de los hechos, refuerza la hip¨®tesis de que Rainey falleci¨® tras ser torturado por guardias que lo encerraron en una ducha de agua a alta temperatura durante casi dos horas.
Las im¨¢genes publicadas por el Herald, tomadas durante la autopsia, muestran buena parte del cad¨¢ver de Rainey quemado, con grandes porciones de piel desprendidas como si hubiera sido escaldado. "?No aguanto m¨¢s, lo siento, no lo volver¨¦ a hacer!", gritaba atrapado en la min¨²scula ducha, seg¨²n el testimonio de un compa?ero de la prisi¨®n de Dade que declar¨® su versi¨®n.
La fiscal?Katherine Fernandez? cerr¨® el caso en marzo sin imputados. Concluy¨® que Rainey, un adicto a las drogas que cumpl¨ªa una condena de dos a?os en un ¨¢rea psiqui¨¢trica por posesi¨®n de una cantidad menor de coca¨ªna, muri¨® por accidente, en parte por una dolencia cardiaca previa, y sin sufrir quemaduras de ninguna clase. El fallo estuvo fundamentado en la autopsia oficial, cuyo dictamen se demor¨® tres a?os y estableci¨® que los desprendimientos de piel que presentaba su cuerpo eran debidos a un proceso natural de descomposici¨®n, no a una abrasi¨®n termal. Los dos guardias que han sido denunciados como responsables siguen trabajando en el sistema penitenciario.
Dos peritos independientes que han examinado las im¨¢genes han coincidido en que se observa la existencia de quemaduras por agua caliente, una valoraci¨®n coherente con el primer registro que hizo un param¨¦dico la noche de la muerte de Rainey: "Quemaduras de segundo y tercer grado en el 30% del cuerpo". De acuerdo con los testimonios ofrecidos por presos al Herald, recogidos despu¨¦s por los detectives, la ducha hirviendo era un pr¨¢ctica de tortura en la c¨¢rcel para disciplinar a los presos con enfermedades mentales, encerr¨¢ndolos bajo el agua caliente sin que pudiesen manipular los mandos de la ducha desde dentro, pues hab¨ªan sido colocados adrede para ser usados desde fuera. El castigo a Rainey se habr¨ªa debido a que manch¨® su celda con sus propias heces.
El primer y principal testimonio ha sido el de Harold Hempstead, un preso blanco que no ha dejado de jurar y perjurar que Rainey muri¨® en la ducha de los tormentos. Hempstead, que cumple una condena de 165 a?os por una cadena de robos y abraz¨® la religi¨®n entre rejas, llevaba un registro meticuloso en su diario de los abusos a los reos. Seg¨²n su versi¨®n, la tortura de la ducha continu¨® medio a?o tras la muerte de Rainey. La fiscal del caso desestim¨® su relato, consider¨¢ndolo inconsistente. Organizaciones de derechos humanos, por contra, han alabado la actitud de Hempstead y lo ven como el h¨¦ore del caso.
Otro indicio detectado por los peritos que casa con relatos de testigos es el morat¨®n que se observa en el borde de la palma de una mano de Rainey, supuestamente producto de los golpes desesperados que dio en la puerta de la ducha para que lo dejasen salir. La temperatura de la ducha ama?ada, seg¨²n constat¨® un inspector dos d¨ªas m¨¢s tarde, llegaba a 70 grados cent¨ªgrados.
La familia de Rainey, que ha demandado al Sistema Penintenciario de Florida, ha denunciado que sospecha que existe un conjura entre los guardianes de la c¨¢rcel, la polic¨ªa y el personal forense para encubrir la supuesta tortura mortal.
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