Cuba ante el precipicio venezolano
El desplome de la ayuda de Caracas aboca al Gobierno cubano a gestionar otra fase de carest¨ªa ante una sociedad hastiada y m¨¢s inconforme
La crisis de Venezuela socava a Cuba. A cuentagotas, los datos dibujan el contorno de un gran boquete en la econom¨ªa de la isla, auxiliada desde los 2000 por Caracas por la alianza pol¨ªtica entre Fidel Castro y Hugo Ch¨¢vez. Si a finales de 2016 La Habana reconoc¨ªa que el pa¨ªs estaba en recesi¨®n y el pasado abril se orden¨® el racionamiento de gasolina de alto octanaje, esta semana trascendi¨® que Cuba, seg¨²n Naciones Unidas, gan¨® en 2016 un 97% menos que en 2013, de 500 millones a 15 millones, por la exportaci¨®n de derivados del petr¨®leo que le subsidia Venezuela, cada vez en menor cantidad: hasta un 40% menos, estiman los analistas, de los m¨¢s de 100.000 barriles diarios de anta?o.
Las medidas de ahorro extraordinarias empezaron el verano de 2016 reduciendo jornadas laborales y apagando el aire acondicionado en centros laborales. El ciclo de austeridad contin¨²a este a?o, y en abril el ministro de Econom¨ªa, Ricardo Cabrisas, adelant¨® en un consejo de ministros que en 2018 se podr¨¢ gastar menos a¨²n que en 2017. Venezuela atraviesa un t¨²nel sin salida visible y los EE UU de Donald Trump han echado el freno a la normalizaci¨®n bilateral. Cuba necesita salidas a su en¨¦sima sequ¨ªa de recursos.
Se prev¨¦ que en estos d¨ªas atraque en la isla un buque ruso con 249.000 barriles de crudo refinado, parte de un acuerdo triangulado con Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) para que la petrolera estatal rusa Rosneft env¨ªe a Cuba cerca de 250.000 toneladas de crudo y di¨¦sel. A La Habana le urgen manos amigas y la Rusia de Vlad¨ªmir Putin parece haber sacado del ba¨²l de la difunta Uni¨®n Sovi¨¦tica el viejo radar geopol¨ªtico.
Venezuela, mientras tanto, intenta contener el desplome de su suministro a La Habana. Seg¨²n la agencia Reuters, en marzo PDVSA hizo un env¨ªo especial a Cuba de 1.390.000 barriles para procurar reactivar la refiner¨ªa de Cienfuegos, operada por los dos pa¨ªses, y que se encuentra desde hace meses a m¨ªnimos niveles de producci¨®n.
Si el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro se mantiene en pie, el de Ra¨²l Castro tendr¨ªa, dentro de las estrecheces, un cierto desahogo. ¡°Le dar¨ªa m¨¢s ox¨ªgeno a La Habana para hacer las reformas que tiene que hacer al ritmo que las quiere hacer, primando la l¨®gica pol¨ªtica sobre la econ¨®mica¡±, opina Arturo L¨®pez-Levy, exanalista pol¨ªtico del Ministerio del Interior cubano y profesor de la Universidad de Texas (EE UU). Un cambio de r¨¦gimen en Caracas ser¨ªa una conmoci¨®n para Cuba. ¡°La ca¨ªda de su PIB podr¨ªa ser del 20 al 25%¡±, estima L¨®pez-Levy. ¡°El impacto ser¨ªa duro¡±, dice el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), que cifra la correlaci¨®n binacional de crecimiento entre 2005 y 2016 en un 81% y afirma: ¡°Las posibilidades de Cuba de salir de la recesi¨®n dependen, b¨¢sicamente, de su intercambio comercial con Venezuela¡±.
La crisis potencial, matiza Vidal, no ser¨ªa la del hambre, los apagones y el ¨¦xodo en balsas del Periodo Especial de los noventa tras la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, cuando se pulveriz¨® un 38% del PIB. ¡°La econom¨ªa cubana est¨¢ m¨¢s diversificada¡±, sostiene. L¨®pez-Levy tampoco detecta en los mensajes del Gobierno un nivel de alerta extremo como el de aquella ¨¦poca, cuando Fidel Castro en 1990 advert¨ªa: ¡°Hay que estar preparados para trabajar con menos, con menos, con menos y casi con cero¡±. ¡°Tambi¨¦n puede ser un error de c¨¢lculo¡±, reflexiona, ¡°o que no se quiera alarmar a la opini¨®n p¨²blica cubana; pero hablar de la posibilidad de otro Periodo Especial ser¨ªa una exageraci¨®n¡±.
Supervivencia pol¨ªtica
Para Vidal la inc¨®gnita no es tanto la profundidad econ¨®mica de la crisis como su efecto social en una Cuba m¨¢s informada, menos temerosa de la cr¨ªtica al sistema y exasperada por la lentitud de la liberalizaci¨®n econ¨®mica. ¡°El asunto es la capacidad pol¨ªtica del Gobierno para explicar y manejar ante los ciudadanos la llegada de un nuevo periodo de escasez generalizada de alimentos y medicinas, m¨¢s apagones y el colapso del sistema de transporte, aunque sea de menor intensidad que en los noventa¡±. El polit¨®logo cubano Pedro Campos cree que si pierde Caracas, el castrismo quedar¨ªa herido de gravedad: ¡°Ya sin Fidel Castro perdi¨® a su caudillo. Ra¨²l no es Fidel, y los dem¨¢s se le parecen menos. La ca¨ªda del chavismo podr¨ªa ser la antesala de cambios definitivos¡±.
En su intento de mantener el poder, Maduro cuenta con Cuba y su dilatada experiencia en el arte de la supervivencia pol¨ªtica. ¡°Est¨¢n llevando la situaci¨®n a un escenario en el que los costos para ambos actores, Gobierno y oposici¨®n, sean demasiado grandes y los obliguen a sentarse a negociar. Dentro de esta estrategia, la asesor¨ªa cubana ser¨¢ una baza del chavismo¡±, dice el analista pol¨ªtico venezolano Marcos Villasmil.
¡°No est¨¢n solos¡±, proclam¨® Ra¨²l Castro, de 85 a?os, en marzo en Caracas en una mesa presidida por Maduro. ¡°Compa?eras y compa?eros, en Venezuela se libra hoy la batalla decisiva por la soberan¨ªa, la emancipaci¨®n, la integraci¨®n y el desarrollo de Nuestra Am¨¦rica¡±. El reto del Palacio de Miraflores es el reto del Palacio de la Revoluci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.