Estados Unidos endurecer¨¢ las penas por poseer y traficar con drogas

Donald Trump se ofreci¨® a los americanos como el nuevo sherif de Am¨¦rica y su promesa de mano dura contra las drogas ha empezado a cristalizar. Habr¨¢ condenas m¨¢s duras, m¨¢s gente en la c¨¢rcel y durante m¨¢s a?os. El fiscal de general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha reclamado a los jueces federales de todo el pa¨ªs que acusen a los delincuentes de los delitos m¨¢s graves aplicables y sus consiguiente penas m¨¢s duras. La medida, enfocada especialmente en la guerra contra la droga, supone dar marcha atr¨¢s en la pol¨ªtica de Barack Obama que buscaba reducir el problema de superpoblaci¨®n carcelaria: Estados Unidos es el pa¨ªs con mayor ratio de presos por cada 100.000 habitantes.

En una nota enviada el pasado mi¨¦rcoles, Sessions, cuyo cargo es equivalente al de un ministro de Justicia, pidi¨® a los jueces federales la aplicaci¨®n m¨¢s estricta de la ley apelando a la ¡°justicia¡± y la ¡°coherencia¡±. Es un cambio de tercio respecto a las directrices que el fiscal general Eric Holder aprob¨® en 2013 y que propon¨ªa obviar en algunos casos las cantidades de droga incautadas al detenido con el fin de evitar la aplicaci¨®n autom¨¢tica de las pena m¨ªnimas obligatorias si la persona no ten¨ªa cargos violentos detr¨¢s ni formaba parte de ninguna banda u organizaci¨®n de narcotr¨¢fico. Durante a?os, la encarcelaci¨®n masiva de consumidores y peque?os traficantes no hab¨ªa ayudado a combatir el problema de criminalidad relacionada con la droga, sino que agravaba las dificultades de reinserci¨®n y retroalimentaba el problema.

Aquella recomendaci¨®n buscaba otra v¨ªa y tambi¨¦n serv¨ªa de moneda de cambio para que estos delincuentes no violentos admitieran los cargos y colaboraran con la justicia. Adem¨¢s, otras pol¨ªticas sobre el cumplimiento de penas tambi¨¦n favorecieron la excarcelaci¨®n de miles de convictos como forma de darles una ¡°segunda oportunidad¡±. Seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales, la poblaci¨®n de las c¨¢rceles federales y estatales sumaba 1,5 millones de personas, la cifra m¨¢s baja desde 2005, y la tasa desencarcelados hab¨ªa bajado un 4%, (de 471 a 458 por cada 100.000 habitantes), pero sigue siendo tres veces y media superior a la de la media europea.

Esta tendencia puede cambiar a partir de ahora. Desde la campa?a electoral, Trump hizo suya la bandera nixoniana de la ¡°ley y el orden¡± y prometi¨® mano dura contra la violencia y la epidemia de hero¨ªna. La tasa de homicidios se encuentra en su nivel m¨¢s bajo en medio siglo, aunque s¨ª ha habido un repunte importante en los dos ¨²ltimos a?os respecto al anterior, lo que Sessions ha tomado como argumento para justificar el endurecimiento de penas.

¡°Esta pol¨ªtica reafirma nuestra responsabilidad para hacer cumplir la ley, es moral, es justo y genera coherencia. Esta pol¨ªtica utiliza las herramientas que el Congreso nos ha dado¡±, dice el fiscal general en su memorando a los jueces. ¡°Por definici¨®n, los delitos m¨¢s graves son aquellos que conllevan las penas reglamentarias m¨¢s sustanciales, lo que incluye las sentencia m¨ªnimas obligatorias¡±, a?ade, si bien deja abierta la puerta a hacer ¡°excepciones¡± despu¨¦s de que lo hayan considerado ¡°cuidadosamente¡±.