Votar a golpe de atasco
Los descomunales embotellamientos entran en campa?a por el mal estado de las carreteras y los puentes en Renania del Norte-Westfalia
Son las cinco de la tarde y como cada d¨ªa de la semana, el atasco no se ha hecho esperar. Kil¨®metros de coches parados taponan la autov¨ªa 59, una de las arterias que cruzan Renania del Norte-Westfalia. Es hora punta; la del regreso a casa despu¨¦s de una jornada de trabajo. En un lateral de autov¨ªa, se alza un cartel gigantesco que reza ¡°Acabemos con los atascos. CDU [Uni¨®n Cristianodem¨®crata]¡±.
Los interminables atascos del estado m¨¢s poblado de Alemania se han convertido en uno de los temas de la re?ida campa?a de las elecciones regionales del domingo. Aqu¨ª viven 18 millones de personas repartidas en un pu?ado de ciudades de tama?o medio y sus alrededores: Colonia, D¨¹sseldorf, Essen, Dortmund, Duisburgo, Wuppertal, Leverkusen. ADAC, el Club general del Autom¨®vil alem¨¢n, cont¨® el a?o pasado hasta 218.000 atascos en los que los automovilistas consumieron 124.000 horas en Renania del Norte-Westfalia (NRW, por sus siglas en alem¨¢n), el estado con m¨¢s embotellamientos de toda Alemania.
Los atascos no son nuevos, pero s¨ª se han visto agravados en los ¨²ltimos tiempos por un rosario de obras, que llegan tarde y que ahora catalizan un hartazgo acumulado durante a?os. ¡°Empezaron tarde y han hecho muy poco. Hay muchos puentes por los que no pueden pasar los camiones¡±, asegura Hans-J¨¹rgen Alt, director de la Asociaci¨®n de empresas de tecnolog¨ªa e ingenier¨ªa en NRW. Cuenta que los rodeos que se ven obligados a hacer los camiones son tales, que si hace 15 a?os tardaban dos d¨ªas en llegar a La Haya (Holanda), ahora necesitan casi dos semanas. ¡°Es un problema enorme. Conozco empresas que alquilan naves en otras ciudades para montar all¨ª la maquinaria y poder transportarla en piezas separadas que pesan menos y que pueden atravesar los puentes¡±.
Cruce de caminos
NRW es un cruce de rutas comerciales por las que circulan mercanc¨ªas desde y hacia puertos europeos del norte (R¨®terdam, Amberes y Hamburgo). Al tr¨¢nsito de camiones se le suma el de trabajadores, buena parte de los cuales no vive en la misma ciudad en la que trabaja debido a la creciente movilidad laboral. La buena salud de la econom¨ªa alemana ha permitido tambi¨¦n la compra de m¨¢s coches con los que atascar las carreteras. Si a la ecuaci¨®n se le a?ade el mal estado de las carreteras y los puentes, el resultado es una regi¨®n en la que los atascos se han convertido en una enfermedad cr¨®nica.
El partido socialdem¨®crata, SPD, en el poder desde hace casi medio siglo ¡ªsalvo un breve par¨¦ntesis de cinco a?os de CDU¡ª, es consciente de que para muchos ciudadanos ellos son los responsables de que las infraestructuras no hayan sido puestas al d¨ªa desde hace a?os. ¡°No es realista prometer a la gente que si te votan se van a acabar los atascos. Sab¨¦is que hemos invertido mucho en puentes y en carreteras en los ¨²ltimos a?os¡±, se desga?itaba el viernes desde un escenario Hannelore Kraft, la primera ministra socialdem¨®crata de NRW en un mitin electoral en Duisburgo. Algunos asistentes afirmaban con la cabeza; lo saben bien, porque sufren a diario las obras de las que hablaba Kraft.
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