Trump comprueba su peso exterior cercado por la crisis rusa
Europa contempla boquiabierta c¨®mo el l¨ªder pol¨ªtico m¨¢s poderoso del mundo parece cada vez m¨¢s consumido por la crisis convertida en rutina
Barack Obama escogi¨® como estreno internacional un breve viaje a Canad¨¢ y George W. Bush opt¨® por el vecino del sur, M¨¦xico. Pero para Donald Trump no hay m¨¢s credo que el de ¡°piensa a lo grande¡±. El presidente de Estados Unidos debuta con una gira de nueve d¨ªas por un campo de minas para la diplomacia ¡ªOriente Pr¨®ximo, empezando en Arabia Saud¨ª, la cumbre de la OTAN y el G7¡ª y en sus horas m¨¢s bajas, en medio de una investigaci¨®n, con esp¨ªas rusos de por medio, y cuando ya nadie descarta nada, ni siquiera su ca¨ªda. El drama americano inquieta cada vez m¨¢s a sus aliados.
La gente de Trump ha hecho saber que al empresario neoyorquino hay que entrarle con presentaciones cortas, ofrecerle acuerdos concretos que pueda publicitar enseguida y, seg¨²n ha contado la prensa americana, obsequiarle con comidas que incluyan carne y ketchup. Esto ¨²ltimo lo ¨²nico va a tener f¨¢cil. Y los contratos, al menos en Arabia, le sonr¨ªen: all¨ª ha cerrado una venta de armamento por 100.000 millones de d¨®lares, el mayor de la historia americana, y sentado las bases para otros pactos comerciales por un otros 270.000 millones de d¨®lares.
Todo lo dem¨¢s se antoja complicado. Cuando el viernes se subi¨® al avi¨®n con su esposa, Melania, parec¨ªa como si por unos d¨ªas fuera a escapar de la centrifugadora en que se ha convertido Washington, con su popularidad por los suelos, las Bolsas cayendo, la posibilidad de una destituci¨®n o impeachment coment¨¢ndose con ligereza y el Partido Republicano hecho un manojo de nervios. Pero no hubo tregua: a los pocos minutos de su embarque empez¨® a circular que la investigaci¨®n sobre la trama rusa, la posible conchabanza de su equipo con el Kremlin para favorecer su victoria electoral, as¨ª como relaciones econ¨®micas opacas, alcanza a alguien de su c¨ªrculo m¨¢s cercano. La centrifugadora viaja en el avi¨®n.
¡°Este viaje tiene todos los signos de un desastre en gesti¨®n, el presidente no est¨¢ preparado, es reacio y est¨¢ enfadado¡±, dec¨ªa el viernes Thomas Wright, director del Centro de EE UU y Europa en la Brookings Institution. ¡°Hay muchos problemas potenciales en esta gira y el caos de las dos ¨²ltimas semanas ha empeorado mucho m¨¢s la situaci¨®n, pueden acabar deseando haberlo cancelado¡±, a?ad¨ªa.
No hay lugar que vaya a visitar esta semana donde no haya pisado alg¨²n callo. En su giro nacionalista prometi¨® vetar la entrada de los musulmanes en el pa¨ªs, de la OTAN dijo que estaba obsoleta y en Europa jale¨® el Brexit y pint¨® la UE como un laberinto burocr¨¢tico. En todos estos asuntos se le ha visto cambiar el tono, pero la frialdad con la canciller Angela Merkel sigue siendo manifiesta y tampoco ha empezado bien con el reci¨¦n llegado al club, el nuevo presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron: dijo que los atentados en Francia jugar¨ªan en favor de la ultraderechista Marine Le Pen. La discrepancia con el papa Francisco, quien ha criticado su pol¨ªtica migratoria y de refugiados, tambi¨¦n han llegado a la esfera de lo p¨²blico.
El jefe del Pent¨¢gono, James Mattis, o el jefe de Seguridad Nacional, H. R. McMaster, son respetados. Y la ret¨®rica febril en pol¨ªtica exterior no ha supuesto cambios de calado. Esta semana decidi¨® incluso mantener levantadas las sanciones nucleares a Ir¨¢n, pese a haber maldecido mil veces el acuerdo al que lleg¨® la Administraci¨®n de Obama. Pero los vaivenes ¡ªun d¨ªa la OTAN es obsoleta, al d¨ªa siguiente ya no¡ª, lo que quiera hacer con el comercio ¡ªun d¨ªa habla de nuevos impuestos arancelarios, al d¨ªa siguiente ya no¡ª y, muy especialmente, la escalada de tensi¨®n con Corea del Norte inquietan a medio mundo. Nadie tiene muy claro cu¨¢l ser¨¢ el siguiente movimiento del l¨ªder de Occidente.
Preocupaci¨®n en Europa
Europa contempla boquiabierta las intrigas palaciegas de Washington, c¨®mo el l¨ªder pol¨ªtico m¨¢s poderoso del mundo parece cada vez m¨¢s consumido por la crisis convertida en rutina, que establece complicidades inusitadas con Rusia e incluso decide darle informaci¨®n clasificada antes que a sus socios europeos. Obtenida, para m¨¢s inri, gracias ni m¨¢s ni menos que a la inteligencia de Israel, tambi¨¦n at¨®nito con el que promet¨ªa ser su nuevo mejor amigo.¡°Muchos pa¨ªses nos miran preocupados, hay mucha gente inquieta con esa comunicaci¨®n con Rusia y otros que se preguntan si Trump seguir¨¢ siendo presidente dentro de un a?o¡±, se?ala Julian Zelizer, profesor de Historia y Asuntos P¨²blicos de Princeton. Zelizer opina que ¡°independientemente de lo que pase en casa, Trump puede tener cierto ¨¦xito en el viaje si saca provecho de esa faceta de negociador, de impulsor de tratos¡±, aunque a?ade que ¡°va a ser dif¨ªcil cambiar la conversaci¨®n dominante dentro de unos d¨ªas en funci¨®n de que salgan nuevas revelaciones¡±.
Se ha declarado Trump v¨ªctima de ¡°una caza de brujas¡±, pero ¨¦l mismo se ha disparado en el pie. No ha trascendido a¨²n dato o hecho alguno que demuestre la connivencia entre su equipo y Mosc¨² para influir en las elecciones, pero despedir al director del FBI, James Comey, que lideraba la investigaci¨®n, no hizo sino alimentar las sospechas. Unas notas suyas sostienen, adem¨¢s, que trat¨® de presionarle para que dejara de investigar a Michael Flynn.
Las falsedades y contradicciones posteriores para justificar ese cese refuerzan la imagen de encubrimiento. Y cuando trasciende que ha dado informaci¨®n sensible sobre terrorismo al ministro ruso de Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, en vez de defender su decisi¨®n deja que tres altos cargos salgan a desmentirlo para corroborarlo ¨¦l al d¨ªa siguiente a golpe de tuit. Todo en apenas diez d¨ªas.
El miedo se empieza a apoderar de algunos republicanos y ciertos analistas plantean la posibilidad no ya s¨®lo del impeachment, sino de aplicar la vig¨¦simo quinta enmienda de la Constituci¨®n, que es la que permite retirar a un presidente incapacitado si lo decide el vicepresidente y la mayor¨ªa de su gabinete. Es harto improbable que algo as¨ª ocurra, pero que circule por los pasillos de Washington ilustra bien el clima de zozobra en la pol¨ªtica americana. El futuro de Trump est¨¢ en manos de los suyos, de los republicanos, y estos de momento le respaldan. Estos d¨ªas se hacen comparaciones entre el Watergate y esto que algunos ya llaman el Rusiagate, pero la diferencia m¨¢s objetiva entre ambos es que, esta vez, los republicanos controlan las C¨¢maras, poder con el que no cont¨® Richard Nixon.
Estados Unidos a¨²n no sabe muy bien c¨®mo analizar a Trump, 120 d¨ªas despu¨¦s de su llegada al poder, casi siete meses despu¨¦s de su victoria electoral. Sus detractores, tanto progresistas como conservadores, le han pintado como un populista, un demagogo, tambi¨¦n como un corrupto, un loco. Muchos de sus defensores, como un patoso. El reputado analista David Brooks dec¨ªa esta semana en The New York Times que, despu¨¦s de todo, hab¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que no era m¨¢s que un ni?o de siete a?os que est¨¢ enredando en clase: no sabe estarse quieto, necesita aprobaci¨®n constante y no entiende las convenciones sociales.
El s¨¦quito que acompa?a al presidente en el viaje es interminable, buena parte de su gabinete y sus asesores m¨¢s pr¨®ximos, lo que en el caso de Trump incluye a su yerno, Jared Kushner, y a su hija, Ivanka Trump, contribuyendo a esa imagen de familia real, ahora salpicada por las sospechas. Robin Wright, protagonista de House of Cards, la serie de conspiraciones pol¨ªticas por excelencia en EE UU, bromeaba esta semana en el festival de Cannes con que Trump les hab¨ªa robado todas las ideas.
Pero la tormenta pol¨ªtica estadounidense no es ninguna broma, es un riesgo apreciable para los europeos, advierte Thomas Wright, ya que ¡°existe el peligro real de que la cumbre de la OTAN vaya mal y da?e la alianza, que Estados Unidos se consuma en sus propios problemas y resulte incapaz de aportar el liderazgo¡±. ¡°Y tambi¨¦n existe el riesgo de que el presidente arremeta contra algo o estropee algo, ser¨¢ imposible tener una discusi¨®n franca con ¨¦l por el miedo a que cualquier cr¨ªtica pueda disparar su humor¡±, a?ade.
Trump es volc¨¢nico y su Administraci¨®n un drama constante, pero el sistema estadounidense demuestra, ante todo, su fortaleza: James Comey testificar¨¢ en el Congreso y un fiscal especial investigar¨¢ todo el caso.
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