40 a?os de c¨¢rcel para los culpables de la masacre m¨¢s violenta de El Salvador
Ocho empleados de una compa?¨ªa el¨¦ctrica y tres jornaleros inocentes fueron asesinados con machete en medio de la guerra entre pandillas
Siete de los nueve pandilleros que ejecutaron con machete a 11 de trabajadores inocentes en San Juan de Opico, en el departamento de La Libertad (oeste de El Salvador), han sido condenados a 40 a?os de c¨¢rcel. Los otros dos acusados ya hab¨ªan sido juzgados en tribunales para menores de edad y hab¨ªan sido sentenciados a penas que oscilan entre 5 y 10 a?os de internamiento. Pero el castigo no ha borrado de la mente de esta sociedad las t¨¦tricas im¨¢genes de aquella masacre.
Los hechos ocurrieron el 3 de marzo de 2016. El asesinato m¨²ltiple de aquel d¨ªa fue grabado con un tel¨¦fono m¨®vil por uno de los criminales. Casi dos meses despu¨¦s se "filtr¨®" el v¨ªdeo donde se ve a dos pandilleros dando machetazos a las v¨ªctimas, que estaban tiradas en la tierra, boca abajo y con las manos atadas a la espalda. Fue un caso "salvaje e irracional",?como lo calific¨® entonces el vicepresidente salvadore?o ?scar Ort¨ªz.
La guerra entre las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13), 18-Sure?os y 18-Revolucionarios dio un extra?o giro aquel d¨ªa cuando un grupo de pandilleros de la 18-R lleg¨® hasta Opico, basti¨®n de la MS-13, en busca de miembros de la mara contraria. Al no hallarlos, seg¨²n el informe oficial, se cebaron con?ocho empleados de una compa?¨ªa el¨¦ctrica y tres jornaleros que pasaban por all¨ª, tambi¨¦n asesinados de forma cruel.
El Salvador vivi¨® entre 1980 y 1992 una guerra atroz. Las fotos de los campesinos masacrados revelaban una barbarie que no ten¨ªa nada que envidiar a las muertes en masa que los soldados estadounidenses cometieron en Vietnam. No han faltado las comparaciones de las masacres de My Lai, en territorio asi¨¢tico, con El Mozote, en tierras salvadore?as. Sin embargo, observar la grabaci¨®n en el instante en que est¨¢n ejecutando a machetazos a las v¨ªctimas y distribuir esas im¨¢genes por las redes sociales coloca a esta sociedad en nuevas dimensiones de actos inhumanos.
"Fue impactante por varias cosas: no es lo mismo ver a un muerto que a 11; 11 personas que eran trabajadores inocentes sin ninguna vinculaci¨®n con las pandillas y sus guerras. Adem¨¢s, fue terror¨ªfica la difusi¨®n del v¨ªdeo que captaba y exhib¨ªa el momento de un degollamiento con el resto de v¨ªctimas esperando la muerte", record¨® a EL PA?S el destacado experto en derechos humanos, Benjam¨ªn Cu¨¦llar.
Los condenados este mi¨¦rcoles a 40 a?os (35 por homicidio agravado y 5 por pertenecer a agrupaciones il¨ªcitas) fueron siete pandilleros de la autodenominada 18-Revolucionarios. Una de las pandillas m¨¢s temibles en El Salvador, rival de la no menos salvaje Mara Salvatrucha (MS-13), ambas fundadas en los barrios bajos de la ciudad estadounidense de Los ?ngeles en la d¨¦cada de 1980, cuando los salvadore?os migraban huyendo de la guerra civil.
La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) present¨® un testigo protegido, quien dio detalles de la masacre, incluso asegur¨® que los hechos se cometieron por "equivocaci¨®n", creyendo que mataban a miembros de la pandilla rival Mara Salvatrucha. En el proceso judicial el declarante fue descalificado por el tribunal, quien valor¨® en vez del testimonio, las pruebas cient¨ªficas que recabaron los investigadores.
Las v¨ªctimas: ocho empleados de una empresa el¨¦ctrica y tres jornaleros agr¨ªcolas, estos ¨²ltimos ejecutados para "no dejar testigos", pagaron caro y dolorosamente la posguerra salvadore?a, una confrontaci¨®n que casi nadie entiende. Este mi¨¦rcoles tambi¨¦n fue un d¨ªa de masacre: tres mujeres, dos hombres y un ni?o, fueron conducidos de su vivienda a una calle de tierra en San Miguel, al este del pa¨ªs, y asesinados. Sus cuerpos aparecieron api?ados con las manos atadas a la espalda.
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