El futuro viaja en taxi (el¨¦ctrico)

Cuando Ermo Kontson fund¨® su compa?¨ªa de taxis el¨¦ctricos, a los ciudadanos de Tartu, en el este de Estonia, les cost¨® animarse a viajar en ellos. Desconfiaban de que un veh¨ªculo que no estuviese alimentado por gasolina o di¨¦sel diera el rendimiento necesario para soportar los rigurosos inviernos estonios. No cre¨ªan que fuesen capaces de recorrer adecuadamente las carreteras nevadas. Tampoco de calentar el interior del coche para sortear confortablemente las temperaturas bajo cero. Hoy, cinco a?os despu¨¦s, la empresa de Kontson, Elektritakso, una de las primeras de taxis el¨¦ctricos de Europa, tiene un tercio del mercado de Tartu, y ha pasado de tener cuatro taxis a 36; adem¨¢s de siete en P?rnu y casi una decena en Tallin, la capital del peque?o pa¨ªs b¨¢ltico, de 1,3 millones de habitantes.

¡°No disponemos de reservas ilimitadas de petr¨®leo, y su precio va a subir mucho, as¨ª que es mejor ser el primero en cambiar a otra fuente de energ¨ªa. Es innovaci¨®n¡±, apunta Kontson en la sede de la compa?¨ªa en Tartu, un local a las afueras de la ciudad que se les ha quedado peque?o, y en el que la telefonista, con unos cascos manos-libres, no para de gestionar las reservas y los turnos de los 170 empleados. La empresa de Kontson, que tiene 15 inversores, ha crecido al calor del programa de apoyo del Gobierno estonio para fomentar los veh¨ªculos el¨¦ctricos. De hecho, gran parte sus coches se compraron con la ayuda de las subvenciones p¨²blicas (de hasta un 50% del precio con un tope de 18.000 euros), vigentes hasta agosto de 2014. Tambi¨¦n ha sido fundamental, apunta su fundador, la red p¨²blica de cargadores ultrarr¨¢pidos ABB, que permiten alimentar la bater¨ªa el¨¦ctrica en unos 30 minutos.

Media decena de coches negros con dibujos verde fosforito descansan en el garaje del local de Kontson. Son parte de su flota, que conducen sus 140 conductores, una de ellas Erika Lebedev, que acaba de verificar que el coche est¨¢ totalmente cargado para empezar su turno. Como ella, m¨¢s de un tercio de los taxistas de Elektritakso son mujeres y toda la plantilla es muy joven. ¡°A los clientes les gusta mucho. Las cosas han cambiado y la mayor¨ªa entiende que los coches el¨¦ctricos son m¨¢s respetuosos con el medioambiente¡±, comenta?Lebedev mientras da una vuelta por las calles luminosas pero fr¨ªas de Tartu, una ciudad universitaria de unos 90.000 habitantes con un centro hist¨®rico compuesto por las tradicionales casas de madera y multitud de zonas verdes que, en primavera, dan un aire c¨¢lido a sus calles.

Kontson, de 40 a?os, que estudio Ingenier¨ªa Mec¨¢nica y que en cuanto pudo se compr¨® un Tesla, cuenta que para captar clientes que se animaran a usar sus taxis bajaron el precio situ¨¢ndolo en el m¨¢s competitivo de todo Tartu. Ahora, que ya tienen su nicho de mercado asegurado, su precio es el mismo que el de la mayor¨ªa de las compa?¨ªas de la ciudad, unos 0,65 euros el kil¨®metro m¨¢s la subida de bandera de 2,65 euros. El 90% de sus clientes son particulares, que toman el taxi en la calle o lo piden por tel¨¦fono. Y son cada vez m¨¢s los que utilizan la aplicaci¨®n m¨®vil desarrollada especialmente para ellos, y que tiene en cuenta, por ejemplo, el nivel de carga de las bater¨ªas de los coches desplegados para poder enviar el m¨¢s eficiente, explica Kontson.

Ahora, el objetivo de Kontson es seguir creciendo. Tambi¨¦n lograr mayor autonom¨ªa con la instalaci¨®n de placas solares para producir su propia electricidad ¡°limpia¡±. ¡°Servir¨¢n para alimentar los veh¨ªculos en verano, porque aqu¨ª en invierno la luz escasea¡±, sonr¨ªe Kontson. Adem¨¢s, participa en un proyecto con otras entidades europeas (SmartEnCity) con el que tratan de desarrollar un buen programa para reciclar las bater¨ªas de los veh¨ªculos. El pionero estonio lo tiene claro: ¡°No tengo dudas de que el futuro de los coches ser¨¢ el¨¦ctrico, en 50 a?os nadie se acordar¨¢ del petr¨®leo, y quien no comprenda ese punto va a ver su negocio tambalearse¡±.