El zapatismo impulsa a los ind¨ªgenas a las elecciones
Decenas de pueblos nativos en M¨¦xico eligen una mujer ind¨ªgena, Maria de Jesus Patricio, para los comicios de 2018 en una iniciativa respaldada por el EZLN
Magdalena Garc¨ªa se ve¨ªa y dec¨ªa ya grande, cansada. Se apena porque dice que su mensaje no es claro cuando de sus palabras salen dardos cargados de realidad apabullante. ¡°Nadie nos quiere ver, nadie quiere escuchar de nosotros¡±, lanza esta ind¨ªgena mazahua de 59 a?os, seis hijos, a?o y medio encarcelada. ¡°Ni modo¡±, se repet¨ªa, pues si en M¨¦xico ya de por s¨ª es complicado imaginarse una mujer presidenta, qu¨¦ va a poder hacer en unas elecciones si encima es ind¨ªgena: ¡°Nunca pens¨¦ que ¨ªbamos a ver esta semilla¡±.
La semilla a la que se refiere es Mar¨ªa de Jes¨²s Patricio Mart¨ªnez, Marichuy, la candidata con la que el Congreso Nacional Ind¨ªgena (CNI) ¡ªcreado en 1996 con los Acuerdos de San Andr¨¦s, que engloba a decenas de etnias de M¨¦xico¡ª tratar¨¢ de concurrir a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo a?o y que ha sido elegida este fin de semana en San Crist¨®bal de las Casas, Chiapas, el epicentro del indigenismo mexicano. Y no solo: la cuna del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), quien con esta apuesta que promueve trata de recobrar protagonismo.
Han pasado m¨¢s de 23 a?os desde que el EZLN se levantara en armas y declarase la guerra al Estado mexicano el 1 de enero de 1994, el mismo d¨ªa que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico, el mismo que hoy se apremian a renegociar los tres Gobiernos. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, la situaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas en M¨¦xico sigue siendo extenuante. La popularidad del zapatismo, creada en torno a la figura del subcomandante Marcos, el guerrillero que encandil¨® a varias generaciones mundialmente, se fue tambi¨¦n diluyendo con los a?os.
La m¨ªstica del EZLN, de Marcos, rebautizado como subcomandante Galeano desde 2014, no ha desaparecido. Este fin de semana, en San Crist¨®bal de las Casas, se reunieron m¨¢s de 840 delegados del Congreso Nacional Ind¨ªgena (CNI) de cerca de 60 pueblos de todo M¨¦xico, acompa?ados por m¨¢s de 2.000 personas, entre invitados y simpatizantes, que desbordaron las previsiones. Las c¨¢maras, las miradas, los comentarios se volvieron a centrar en el icono encapuchado, el guerrillero criollo que no necesit¨® hablar para atraer la atenci¨®n. Apenas apareci¨® el s¨¢bado en la ma?ana durante la ceremonia inaugural, acompa?¨® al otro l¨ªder del EZLN, el subcomandante Mois¨¦s, que dedic¨® unas palabras de ¨¢nimo. Los dos se retiraron al fondo del auditorio con toda la comandancia. Brazos cruzados, Marcos, Galeano, observaba tras el pasamonta?as mientras fumaba de su eterna pipa. ¡°Ellos fueron los que nos abrieron los ojos y ahora los que nos dan ¨¢nimo para que le entremos con ganas¡±, explica Jos¨¦ Carrillo, ind¨ªgena wix¨¢rika, llegado desde el Estado de Jalisco.
El golpe en el tablero electoral empez¨® el pasado a?o, cuando se cumpl¨ªan 10 de la guerra contra el narcotr¨¢fico emprendida por el expresidente Felipe Calder¨®n, una lacra que no ha cesado bajo el mandato de Enrique Pe?a Nieto, y que ha dejado m¨¢s de 100.000 muertos y unos 30.000 desaparecidos. El CNI recogi¨® el guante de los zapatistas, que sorprendieron con la propuesta de acudir a las elecciones con una candidata unitaria, mujer e ind¨ªgena, una apuesta con la que hacer frente a un doble estigma en la sociedad mexicana y entre los propios ind¨ªgenas.
¡°No es que nos interese el proceso electoral, los votos, ganar la presidencia. Eso nos vale una chingada. Queremos volver a visibilizar la lucha ind¨ªgena, como lo logr¨® el EZLN en 1994¡±, asegura Carlos Gonz¨¢lez, uno de los portavoces del CNI, quien admite que en las discusiones del a?o pasado se baraj¨® tambi¨¦n la posibilidad de tomar las armas, algo que los zapatistas rechazaron. La situaci¨®n de los ind¨ªgenas, insiste, ha llegado al l¨ªmite. ¡°Nadie nos quiere ver, nadie quiere escuchar de nosotros porque los que gobiernan tienen otros intereses, solos nos quieren dar migajas¡±, critica Magdalena Garc¨ªa. ¡°No quieren que existamos¡±, resume Jos¨¦ Carrillo. Solo en Chiapas, casi el 79% de la poblaci¨®n viv¨ªa en 2014 en la pobreza, por el 75% de 1990, seg¨²n datos oficiales. De sus 4,7 millones de habitantes, uno de cada dos es ind¨ªgena. Un 18% de los mayores de 15 a?os son analfabetos. Los ¨ªndices involucionan con el tiempo: en 1990 hab¨ªa un 46% con problemas de alimentaci¨®n; en el 2010 eran un 48%.
La tarea a partir de ahora no ser¨¢ sencilla. El movimiento ind¨ªgena deber¨¢ reunir cerca de un mill¨®n de firmas para poder participar con su candidata como independiente en las elecciones. Ser¨¢ una forma de calibrar el peso de los cuadros del EZLN m¨¢s all¨¢ de Chiapas, de ver cu¨¢nto de lo que queda es mera simpat¨ªa ret¨®rica o apoyo fiel. Gonz¨¢lez asegura que los subcomandantes no participar¨¢n en la campa?a. Cuesta creer, no obstante, que alguien como Marcos, o Galeano ahora, que atrae la atenci¨®n sin necesidad de hablar, decida quedarse a un lado.
-?No es contradictorio que el EZLN use un sistema que rechaza?
-¡°S¨ª, puede resultarlo¡±, admite Gonz¨¢lez. ¡°Nos queremos colar en la fiesta de los ricos, los de arriba, que son las elecciones, una org¨ªa donde colocan todos sus intereses. Queremos meternos en esa fiesta para echarla a perder, queremos ese espacio porque no tenemos otro¡±.
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