La guerra que difumin¨® la esperanza del retorno
M¨¢s de cinco millones de refugiados palestinos sobreviven desde hace d¨¦cadas instalados en un limbo internacional. El descontento se ha extendido entre las nuevas generaciones de desterrados


¡°Si vives en Balata tienes problemas; para los que hemos nacido aqu¨ª la existencia es un castigo¡±. Reflexiona en voz alta Hasan Ferougi, de 26 a?os, uno de los 30.000 habitantes del mayor campo de refugiados de Cisjordania, incrustado en 0,25 kil¨®metros cuadrados entre el callejero de Nablus, y uno de los principales focos de revueltas contra Israel durante 50 a?os de ocupaci¨®n. La polic¨ªa palestina le buscaba el a?o pasado como sospechoso de haber participado en los enfrentamientos en los que perdieron la vida cinco agentes, en un conato de rebeli¨®n armada de radicales de Fatah contra las fuerzas del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
¡°Me limito a proporcionar armas para que mis amigos se defiendan de los abusos de las fuerzas de seguridad¡±, explicaba ante un grupo de periodistas extranjeros durante una visita al recinto amparado por la ONU. Ofrece pistolas por entre 15.000 y 25.000 shequels (entre 4.000 y 6.300 euros). Un fusil de asalto M-16 cuesta 75.000 shequels. ¡°Los Kal¨¢shnikov ya no est¨¢n en el mercado, los acapara la polic¨ªa¡±, justificaba el desabastecimiento del arma m¨¢s popular en Oriente Pr¨®ximo.
Los soldados de Israel registran de vez en cuando el campamento en busca de los arsenales. Las fuerzas de seguridad palestinas aseguran que estos grupos armados est¨¢n integrados por ¡°traficantes de armas y drogas, asesinos y fugitivos¡±. Los j¨®venes que patrullan entre el hacinamiento de las callejuelas de Balata ¡ªun asentamiento de tiendas de campa?a surgido de la Naqba (desastre, derrota ¨¢rabe) en 1950, un poblado de infraviviendas siete d¨¦cadas despu¨¦s de la fundaci¨®n del Estado de Israel¡ª se declaran unidades de autodefensa. No son islamistas radicales afiliados a Ham¨¢s, sino proclamados seguidores del mismo partido nacionalista que lidera el presidente Abbas.
¡°El 60% de los j¨®venes del campo de refugiados est¨¢n desempleados¡±, puntualiza Mohamed el Feini, de 37 a?os, uno de los responsables de Fatah en Balata. En 2004, durante la Segunda Intifada, decenas de residentes en el campamento perdieron la vida en las filas del Tanzim, brazo armado de Fatah. ¡°A ello se suma la frustraci¨®n de la gente, que vive sin apenas servicios municipales y en la pobreza¡±, critica el dirigente pol¨ªtico a las autoridades locales. Jamal Tirawi, diputado palestino de Fatah por Nablus sostiene que el conflicto es antiguo: ¡°La gente ha ido perdiendo la confianza en las instituciones, como ocurre con la polic¨ªa, por los abusos y la corrupci¨®n¡±.

La Guerra de los Seis D¨ªas no provoc¨® un exilio tan masivo de poblaci¨®n como el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª de 1948-1949, tras la partici¨®n de la Palestina bajo mandato brit¨¢nico aprobada por Naciones Unidas, pero perpetu¨® el destierro de cientos de miles de desplazados y difumin¨® la esperanza del retorno. Issan Opuan, director de la Asociaci¨®n de Ayuda al Refugiado en Gaza ¡ªun territorio que cuenta con m¨¢s desplazados (1,3 millones) que poblaci¨®n aut¨®ctona (700.000), admite que la mayor¨ªa sobrevive gracias al apoyo de Naciones Unidas, de ONG locales como la suya y de la cooperaci¨®n internacional.
En Gaza, los expulsados de sus hogares por las guerras sufren una doble condena, la del destierro y la del aislamiento forzado por el bloqueo israel¨ª y egipcio, y jalonado por tres guerras en ¨²ltimo decenio. Un estudio de la Asociaci¨®n de Ayuda al Refugiado revela que las familias malviven con unos ingresos medios mensuales de entre 1.000 y 1.500 shequels (entre 250 y 375 euros), y que las tres cuartas partes de los habitantes de campamentos se hallan bajo el umbral de la pobreza.
¡°Una encuesta elaborada por nuestra organizaci¨®n en 2014, refleja que el 95% de los refugiados quieren volver a su lugares de origen, y que solo el 5% restante se conformar¨ªa con recuperar formalmente sus derechos a cambio de una compensaci¨®n econ¨®mica¡±, destaca Opuan. Muchos de los desplazados no tienen d¨®nde regresar. M¨¢s de 530 localidades palestinas desaparecieron de los mapas tras ser arrasadas por Israel hace siete d¨¦cadas. ¡°Si no recuperan todos sus derechos, los refugiados nunca confiar¨¢n en una soluci¨®n pactada al conflicto¡±, sostiene el responsable del centro de ayuda. ¡°Nadie tiene la esperanza de que Israel vaya a reconoc¨¦rselos ahora, si ni siquiera ha cumplido con los Acuerdos de Oslo. La paz no es posible si no se logra una soluci¨®n para ellos¡±.
El denominado derecho al retorno es uno de los principales escollos en la b¨²squeda a una salida al conflicto de Israel con los palestinos
El denominado derecho al retorno es uno de los principales escollos en la b¨²squeda a una salida al conflicto de Israel con los palestinos. Adem¨¢s de los 1,3 millones de refugiados reconocidos por la ONU en la franja de Gaza, hay m¨¢s de 900.000 en el territorio de Cisjordania. En Jordania viven otros dos millones, aunque muchos de ellos han obtenido ya la nacionalidad. En Siria llegaron a instalarse cerca de medio mill¨®n de palestinos, al igual que en L¨ªbano. La guerra civil siria provoc¨® una huida masiva hacia pa¨ªses vecinos a partir de 2011, y grandes campamentos como el de Yarmuk, en las afueras de Damasco, han quedado semivac¨ªos.
El papel de Israel
Israel justifica su rechazo al derecho de retorno refugiados palestinos en el riesgo que supondr¨ªa para la identidad jud¨ªa del Estado fundado en 1948. Como alternativa, propone que se instalen en el futuro Estado palestino o que reciban una compensaci¨®n econ¨®mica internacional. Israel contrapone adem¨¢s a la di¨¢spora palestina el ¨¦xodo vivido por decenas de miles de jud¨ªos originarios de los pa¨ªses isl¨¢micos hacia el Estado hebreo, que se increment¨® tras la Guerra de los Seis D¨ªas.
Los dirigentes palestinos apelan a la comunidad internacional para que Israel asuma su responsabilidad y cumpla las resoluciones de la ONU que prev¨¦n el regreso de los refugiados a sus lugares de origen como un derecho inalienable. La Autoridad Palestina reivindica que puedan elegir libremente entre instalarse en Israel, en territorio palestino o permanecer en el exilio, y que reciban compensaciones e indemnizaciones.
¡°Si salgo al exterior, la polic¨ªa me detendr¨¢. Solo me siento seguro en Balata¡±. Ferougi, el joven refugiado palestino de Nablus, se considera ¡°arrestado¡± dentro del campamento. A pesar de la miseria, se aferra a su destino en un recinto para desplazados palestinos cuyas familias abandonaron casas y propiedades, en ¨¢reas como Jaffa o Lod (ambas pr¨®ximas a Tel Aviv), ante el imparable avance de las tropas israel¨ªes en 1948. Cre¨ªan que iba a ser una estancia provisional.
50? aniversario de la ocupaci¨®n de Palestina
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Reportajes, entrevistas, fotogaler¨ªas, gr¨¢ficos... Cobertura completa del 50? aniversario de la guerra de los Seis D¨ªas, un conflicto que cambi¨® el mapa de Oriente Pr¨®ximo
Sobre la firma
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