Alfredo del Mazo, entre perpetuar o poner fin a una dinast¨ªa en el Estado de M¨¦xico

Alfredo Del Mazo tiene dos hitos totalmente opuestos al alcance de la mano este domingo: convertirse en el gobernador que celebre 90 a?os de perpetuidad del PRI en el poder del Estado de M¨¦xico o ser el primer candidato del eterno partido en perder su principal basti¨®n. Lo habitual ser¨ªa lo primero si no fuese porque seg¨²n avanza la campa?a las posibilidades de que lo segundo ocurra son cada vez mayores. No se recuerda una contienda electoral en el estado m¨¢s poblado del pa¨ªs tan igualada como esta. De salir derrotado Del Mazo, la intensidad del golpe para su partido, el PRI, y para su primo, el presidente Enrique Pe?a Nieto, ser¨¢ may¨²sculo.

Del Mazo, 41 a?os y apariencia de golden boy, pretende convertirse en un eslab¨®n m¨¢s de dos dinast¨ªas, la del PRI y la de su propia familia. Su abuelo, en los a?os cuarenta y su padre, en los ochenta, ya fueron gobernadores. Si bien a juicio de Rogelio Hern¨¢ndez, profesor del Colegio de M¨¦xico y autor de Amistades, compromisos y lealtades: grupos pol¨ªticos en el Estado de M¨¦xico, los Del Mazo no son de los pol¨ªticos m¨¢s representativos de la entidad, su apellido acompa?a a decenas de calles, escuelas o bibliotecas por todo el Estado.

El abuelo del actual candidato del PRI, Alfredo del Mazo V¨¦lez, gobern¨® el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs ¨Choy 17 millones de habitantes- entre 1945 y 1951. Hern¨¢ndez lo considera, junto a su antecesor, Isidro Fabela, uno de los art¨ªfices de la instauraci¨®n de una suerte de nueva clase pol¨ªtica en Edomex, que trat¨® de alejarse del caciquismo anterior y cre¨® una ¨¦lite ha a¨²n perdura en el poder.

No fue hasta treinta a?os despu¨¦s, en 1981, cuando su hijo, Alfredo Hilario Isidro del Mazo, logr¨®, durante el Gobierno de L¨®pez Portillo, alcanzar la gobernaci¨®n del Edomex. ¡°Quiz¨¢s su principal logro fue la modernizaci¨®n de algunas pr¨¢cticas, pero su inexperiencia y que apenas ten¨ªa relaci¨®n con la entidad, provocaron controversias entre la ¨¦lite¡±, en referencia a quien hab¨ªa gobernado con anterioridad el Estado de M¨¦xico, Carlos Hank, l¨ªder del Grupo Atlacomulco, omnipresente en el imaginario de los mexicanos a la hora de hablar del Edomex y el PRI. Del Mazo, no obstante, no termin¨® el mandato. El presidente Miguel de la Madrid, que se lleg¨® a referir a ¨¦l como ¡°el hermano menor que nunca tuve¡±, lo nombr¨® secretario de Energ¨ªa.

Ahora, de nuevo tres d¨¦cadas despu¨¦s, un Del Mazo trata de ganar la gobernatura. Con experiencia en el Estado ¨Cfue alcalde del municipio de Huixquilucan entre 2009 y 2012- ya trat¨® de entrar en la contienda electoral hace una legislatura, pero el actual gobernador, Eruviel ?vila, se impuso como candidato del PRI. A Del Mazo se le considera m¨¢s un gestor que alguien con carisma, como ha podido quedar claro en la campa?a, donde no ha conseguido despuntar sobre su principal rival, la candidata del izquierdista Morena, Delfina G¨®mez. ¡°La ¨¦lite del Estado es muy disciplinada y ha aceptado su nombramiento, pero lo ven m¨¢s como gobernador que como un l¨ªder¡±, opina Rogelio Hern¨¢ndez.

La sombra de la corrupci¨®n que azota al PRI en el Estado de M¨¦xico ¨Cy no solo- es una de las losa de las que no se ha podido despojar Del Mazo a lo largo de la campa?a en el Edomex, un estado con los niveles m¨¢s altos de feminicidios del pa¨ªs y donde la violencia no ha hecho sino crecer. ¡°Los cambios en el Estado de M¨¦xico los puedo dar yo¡±, aseguraba en una entrevista con este diario al inicio de la campa?a. Las encuestas no lo tienen tan claro. Si hace seis a?os, Eruviel ?vila gan¨® las elecciones con tres millones de votos, el 65%, triplicando al segundo, todos los sondeos auguran un empate t¨¦cnico entre Del Mazo y su ant¨ªtesis, la maestra Delfina G¨®mez, la candidata por la que ha apostado el dos veces aspirante presidencial Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.

La suerte de Del Mazo trasciende, no obstante, el Estado de M¨¦xico. El cuando menos abrupto final del sexenio de su primo Pe?a Nieto, con el pa¨ªs en una situaci¨®n insostenible, ha puesto contra las cuerdas al PRI de cara a las elecciones federales del pr¨®ximo a?o. La batalla interna para elegir al candidato a¨²n est¨¢ por darse, y buena parte depender¨¢ de lo que ocurra el domingo. Una derrota de Del Mazo en su principal basti¨®n -11 millones de votantes y 40 diputados- dejar¨ªa la maquinaria electora del PRI, su m¨²sculo durante a?os, tocada. El final de la dinast¨ªa se podr¨¢ convertir para muchos en el inicio de una traves¨ªa en el desierto.