Reino Unido elige este jueves qui¨¦n negociar¨¢ el ¡®Brexit¡¯ con la UE
La primera ministra Theresa May reitera su disposici¨®n a levantarse de la mesa de negociaci¨®n con los 27, antes que firmar un mal divorcio
La campa?a electoral, sacudida en su recta final por el terrorismo, ha esquivado el debate del Brexit. Pero los brit¨¢nicos deciden este jueves en las urnas c¨®mo quieren que sea su ruptura con la UE. El ganador acudir¨¢ dentro de 11 d¨ªas a Bruselas a iniciar unas negociaciones. Los dos grandes partidos difieren en su disposici¨®n a levantarse de la mesa sin acuerdo, algo que May reitera que har¨ªa antes que firmar un mal divorcio. Su programa insiste en un Brexit duro, pero gana margen al dejar por el camino alguna l¨ªnea roja.
Fue hace menos de dos meses, pero mucho ha llovido en Reino Unido desde que el pasado 18 de abril Theresa May anunciara el adelanto de las elecciones para fortalecer su posici¨®n negociadora en el Brexit. ¡°Cada voto por el Partido Conservador me har¨¢ m¨¢s fuerte cuando negocie en nombre de Reino Unido¡±, dijo.
Aunque no lo ha sido de la campa?a, el Brexit fue desde el principio el gran tema de estas elecciones. Quien gane hoy tendr¨¢ que acudir el 19 de junio a Bruselas a iniciar unas negociaciones que dominar¨¢n, al menos, los dos primeros a?os de su mandato. El 63% de los brit¨¢nicos, seg¨²n una encuesta realizada a mediados de abril, considera que el Brexit es el asunto m¨¢s importante al que se enfrenta Reino Unido en los pr¨®ximos meses. Sin embargo, antes incluso de que el terrorismo desviara la campa?a, los dos grandes partidos ten¨ªan razones de peso para eludir un debate en profundidad.
Los conservadores han querido reducir el debate del Brexit a una cuesti¨®n de liderazgo: ?Qui¨¦n quiere que negocie en Bruselas, Theresa May o Jeremy Corbyn? Salirse de ese carril encerraba el peligro de enfrentarse a cuestiones concretas que luego atar¨¢n las manos del Gobierno en la negociaci¨®n.
A los laboristas tampoco les conven¨ªa forzar a May. El Brexit nunca ha sido un territorio c¨®modo para un partido que sufre por contentar, a la vez, a los burgueses londinenses que votaron por la permanencia y los trabajadores del norte que votaron por salir. El 34% de los brit¨¢nicos, seg¨²n la citada encuesta, cree que los conservadores son mejores para gestionar el Brexit, y solo el 9% conf¨ªa m¨¢s en los laboristas. En enero de este a?o, el 42% de los ciudadanos dijo no estar seguro de cu¨¢l es la postura del partido en este asunto. Es comprensible que el laborismo optara por centrar su batalla en los servicios p¨²blicos.
Solo los liberal-dem¨®cratas y el UKIP trataron de centrar el debate en el Brexit. Pero ninguno ha logrado marcar la agenda de unas elecciones que todo indica que deparar¨¢n un regreso al bipartidismo.
John Curtice, catedr¨¢tico de pol¨ªtica de la Universidad de Starthclyde, se?ala que ¡°la campa?a no ha cambiado el equilibrio de opini¨®n acerca del Brexit, pero s¨ª c¨®mo se reparten unos y otros votantes en los diferentes partidos¡±. ¡°Los dos partidos se han polarizado, a nivel de simpatizantes, respecto a este tema. Quienes optaron por el Brexit tienden cada vez m¨¢s a votar conservador y quienes votaron por la permanencia tienden al laborismo. Eso puede ser relevante a la hora de comprender en nombre de qui¨¦n va a negociar el Gobierno¡±.
17 esca?os de mayor¨ªa real
Los dos programas electorales sit¨²an el Brexit en lo alto de las prioridades. Pero no entran en detalles. El del Partido Conservador insiste en que prefiere salir de la negociaci¨®n sin acuerdo que con uno malo, pero no aclara qu¨¦ entiende por un acuerdo inaceptable. Lo interesante est¨¢ en las cosas que no menciona y que, por consiguiente, han dejado de ser l¨ªneas rojas. No se habla , por ejemplo, del fin de la jurisdicci¨®n del Tribunal Europeo de Justicia. Tampoco se dice cu¨¢nto durar¨ªa el periodo transitorio y, por tanto, no se pone fecha l¨ªmite al final de la libre circulaci¨®n de personas.
El programa laborista descarta salir de las negociaciones sin acuerdo y pone el ¨¦nfasis en ¡°retener los beneficios del mercado com¨²n¡±. Defiende que ¡°la libertad de circulaci¨®n de personas terminar¨¢ al abandonar la UE¡±, algo dif¨ªcilmente compatible con la permanencia en el mercado ¨²nico.
May cuenta hasta hoy con una mayor¨ªa real de 17 esca?os, lo que la convierte en reh¨¦n de una treintena de diputados radicales que llevan a?os aprovechando las fr¨¢giles mayor¨ªas tories para marcar la agenda de la pol¨ªtica brit¨¢nica. Las mayor¨ªas que le dan hoy los sondeos ser¨ªan suficientes para neutralizar de un plumazo la influencia de ese grupo de radicales en el proceso de ruptura. ?Favorecer¨ªa eso un Brexit suave?
¡°Theresa May ha dejado claro desde el d¨ªa uno cu¨¢l es su postura sobre el Brexit¡±, opina Patrick Dunleavy, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la London School of Economics. ¡°Defiende un Brexit duro. Hasta el final ha pedido el voto por ella porque es la ¨²nica fuerte para negociar en Bruselas. Por todo ello creo que, hoy por hoy, hay un 50% de probabilidades de que no se alcance un acuerdo. Y eso tendr¨ªa un impacto enorme para este pa¨ªs¡±.
¡°La noci¨®n de que una mayor¨ªa m¨¢s amplia fortalecer¨¢ su mano negociadora es una patra?a¡±, concluye Anand Menon, catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Europea en el King¡¯s College londinense. ¡°Yo dir¨ªa lo contrario. La UE tiende a ser comprensiva con los l¨ªderes nacionales en apuros dom¨¦sticos. Si tienes poco apoyo en casa podr¨¢s argumentar que no tienes margen para concesiones. Un mayor¨ªa m¨¢s amplia te hace m¨¢s d¨¦bil porque Europa sabr¨¢ que tienes espacio para ceder¡±.
Terrorismo y derechos humanos
Las declaraciones de Theresa May el martes por la noche, en las que asegur¨® que est¨¢ dispuesta a cambiar la legislaci¨®n de derechos humanos para combatir el terrorismo, marcaron el inicio de la ¨²ltima jornada de campa?a. Acorralada por las cr¨ªticas a sus recortes en la polic¨ªa durante su etapa al frente de Interior, May contraatac¨® defendiendo la necesidad de ¡°hacer m¨¢s para restringir la libertad y los movimientos de sospechosos de terrorismo¡±. ¡°Si nuestras leyes de derechos humanos nos lo impiden¡±, advirti¨®, ¡°cambiaremos las leyes para poder hacerlo¡±. Laboristas y liberal dem¨®cratas criticaron ayer sus palabras en una jornada rica en ataques personales. Al final del d¨ªa, la primera ministra volvi¨® al tema con el que empez¨® la campa?a, reclamando una mayor¨ªa amplia para negociar con m¨¢s fuerza en Europa.
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