Merkel cierra en Buenos Aires el regreso de Argentina al eje central de las relaciones internacionales

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Ya es una constante en su primer a?o y medio de mandato: Mauricio Macri recibe noticias mucho mejores del exterior que de su tierra. Aplaudido por los pa¨ªses centrales, que le agradecen haber acabado con 13 a?os de kirchnerismo, el presidente argentino recibi¨® la visita que faltaba para cerrar el c¨ªrculo del regreso de su pa¨ªs al eje central de las relaciones internacionales: la canciller alemana, Angela Merkel, lleg¨® a Buenos Aires ¨Cdespu¨¦s viajar¨¢ a M¨¦xico- con la intenci¨®n de reforzar las relaciones, mostrar su apoyo a Macri y preparar el relevo en el G-20, del que este a?o ella es anfitriona y que en 2018 pasar¨¢ a Argentina. Los mostraron su sinton¨ªa y coincidieron, sin nombrarlo, en un claro discurso de rechazo al mensaje proteccionista de Donald Trump.

"Argentina ya viene de probar el aislamiento como forma para generar empleo y no funcion¨®. Solo profundiz¨® la pobreza. Nosotros creemos en la integraci¨®n con el mundo", clam¨® Macri, en referencia al kirchnerismo y como respuesta a Trump. "Los dos queremos defender el libre comercio, queremos un mundo interconectado. Ning¨²n pa¨ªs solo en el mundo es capaz de resolver los problemas. Todos tenemos que cooperar, los dos abogamos por un mundo libre y abierto", remat¨® Merkel.

Buenos Aires no recib¨ªa a un canciller alem¨¢n desde 2002, cuando viaj¨® Gerhard Schr?der, con lo que la visita es en s¨ª una prueba clara de las consecuencias internacionales del giro pol¨ªtico en el pa¨ªs austral. Precisamente en 2003 lleg¨® a la Casa Rosada N¨¦stor Kirchner.

En los primeros meses de 2016, nada m¨¢s llegar al poder, Macri ya recibi¨® un respaldo muy fuerte con los viajes a Buenos Aires de los l¨ªderes de Francia, Italia y el m¨¢s esperado: Barack Obama, presidente de EEUU, que hizo una larga vista a Argentina. La victoria de Donald Trump dej¨® descolocado al Gobierno argentino, que trat¨® de recomponerse con una reciente visita de Macri al magnate, al que conoce bien de su ¨¦poca de empresario ya que hicieron negocios juntos en los 80.

Ya en esos primeros meses de 2016, Macri viaj¨® a Alemania y se vio con Merkel en un gesto claro de que Argentina quer¨ªa volver r¨¢pidamente a la ortodoxia y a la primera l¨ªnea de las relaciones internacionales. Ahora Buenos Aires recibe a la canciller como cierre de ese c¨ªrculo que empez¨® con la llegada de Obama. Merkel se reuni¨® con Macri y antes visit¨® una conocida sinagoga -Buenos Aires es una de las ciudades con mayor comunidad jud¨ªa del mundo- donde dej¨® clara su posici¨®n: "Debemos luchar contra el antisemitismo donde se presente y luchar por la democracia y la vigencia del Estado de Derecho en todo el mundo". Merkel record¨® que durante la alemania nazi Argentina acogi¨® a miles de jud¨ªos que hu¨ªan de all¨ª. Ella no lo cit¨®, pero el r¨¦gimen de Per¨®n tambi¨¦n acogi¨® a nazis en el pa¨ªs austral, tanto que uno de los m¨¢s famosos, Adolf Eichmann, fue localizado en Buenos Aires y secuestrado en los a?os 60 por Israel.

Merkel, la dirigente clave de la Uni¨®n Europea, dej¨® claras sus discrepancias con Trump y su decisi¨®n de aislarse y salir por ejemplo del acuerdo de Par¨ªs sobre el cambio clim¨¢tico. La canciller, anfitriona del pr¨®ximo G-20 en Hamburgo, en julio, apoyada por aliados europeos como el franc¨¦s Emmanuel Macron, disputa al presidente de EEUU el liderazgo mundial. Eso explica este viaje a Argentina y M¨¦xico, dos de los tres pa¨ªses latinoamericanos del G-20 (el otro es Brasil, en plena crisis pol¨ªtica, que Merkel ha evitado en este periplo latinoamericano) para preparar una cita que se espera tensa por la tensi¨®n con Trump. Merkel quiere sumar a Argentina y M¨¦xico a su intento por aislar a Trump.

Macri de momento parece jugar a varias bandas y evita enfrentarse abiertamente con Trump, porque necesita a EEUU como socio ya que buena parte de las inversiones extranjeras que espera para recuperar la maltrecha econom¨ªa argentina vendr¨¢n de ese pa¨ªs. Pero su l¨ªnea pol¨ªtica est¨¢ mucho m¨¢s cercana a la de Merkel, que tambi¨¦n le promete inversiones de grandes empresas como la multinacional Siemens. Y as¨ª lo mostr¨® durante la rueda de prensa conjunta. "El desafi¨® es la revoluci¨®n tecnol¨®gica, no la globalizaci¨®n. Es m¨¢s f¨¢cil resolver integr¨¢ndonos", insisti¨®.

Ella agradeci¨® ese apoyo frente a Trump con un respaldo al giro pol¨ªtico argentino. "Usted con su gobierno emprendi¨® un camino con mucho valor, volvi¨® a abrir a Argentina hacia el mundo. Estamos muy contentos de ser socios. Apoyamos los esfuerzos argentinos de acometer reformas y de ser miembro de pleno derecho de la OCDE. Nos acompa?an empresarios que est¨¢ viendo qu¨¦ oportunidades de inversi¨®n hay en Argentina. Las condiciones se han vuelto mucho m¨¢s fiables", asegur¨® Merkel.

Sin embargo, ninguna de esas grandes inversiones se acaba de concretar y la mayor¨ªa de los grandes empresarios, tanto alemanes como de EEUU, parecen estar esperando a confirmar la solidez pol¨ªtica de Macri en las elecciones de octubre, donde se renueva buena parte del parlamento. Siemens fue la estrella del foro de inversiones en Buenos Aires en 2016, al que viaj¨® el vicecanciller alem¨¢n, Sigmar Gabriel, ya que prometi¨® una inversi¨®n de m¨¢s de 5.000 millones de euros que de momento no se ha concretado. Alemania fue en 2016 el cuarto socio comercial de Argentina, despu¨¦s de Brasil, China y EEUU, con un volumen de 4.325 millones de d¨®lares que favoreci¨® claramente a Alemania, que exporta casi el triple de lo que importa del pa¨ªs austral.

Otro eje importante de la visita fue el acuerdo UE-Mercosur, que se retrasa desde hace 20 a?os. Merkel pone menos problemas que los franceses y la voluntad pol¨ªtica de fondo parece clara, pero las negociaciones no avanzan tan r¨¢pido como les gustar¨ªa a los argentinos, que necesitan mejorar su comercio pero a la vez tienen resistencias para abrir su econom¨ªa, una de las m¨¢s cerradas del mundo, porque muchos sectores no pueden competir ya que tienen precios medidos en d¨®lares mucho m¨¢s altos que los europeos.

La UE da se?ales constantes de que quiere el acuerdo, y la semana pasada Federica Mogherini, la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, estuvo en Buenos Aires y habl¨® de ¡°avances significativos¡± en las negociaciones. Pero nadie espera ya tener todo resuelto a finales de a?o, como deseaban los argentinos.

Lo m¨¢s importante de la visita fue por tanto el gesto pol¨ªtico, que una vez m¨¢s coloca a Macri como protagonista internacional y le devuelve por unas horas las buenas noticias que escasean en una Argentina donde la econom¨ªa empieza a ofrecer t¨ªmidas se?ales positivas ¨Cel estimador mensual de actividad econ¨®mica ha salido del negativo- pero a¨²n sufre ca¨ªdas de consumo sistem¨¢ticas, una inflaci¨®n que empieza a frenarse pero sigue muy fuerte y sobre todo una poblaci¨®n que vive al l¨ªmite con precios m¨¢s altos que en Europa y salarios mucho m¨¢s bajos. Macri sabe que puede contar con mucho apoyo internacional pero ahora lucha para consolidar el que tiene en casa, el m¨¢s importante.

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