Irlanda del Norte, de nuevo da?o colateral
La inesperada decisi¨®n de los brit¨¢nicos de abandonar la Uni¨®n Europea abri¨® heridas en Irlanda del Norte que el fiasco del adelanto electoral de May ha agravado
Para Tommy McKearney, la frontera es un reguero de muerte. Su hermano P¨¢draig fue uno de los ocho miembros del IRA abatidos a tiros por soldados brit¨¢nicos en Loughgall en mayo de 1987. Su hermano Sean muri¨® en 1974 cuando una bomba que estaba colocando en una gasolinera cerca de Dungannon explot¨® antes de tiempo. Otro hermano, Kevin, y su t¨ªo John, que no formaban parte del IRA, murieron en un ataque de los paramilitares a la carnicer¨ªa familiar, en Moy, en 1992. El propio Tommy fue condenado a cadena perpetua por la muerte de un reservista del Regimiento de Defensa del Ulster en 1976. Cuatro a?os m¨¢s tarde, pas¨® 53 d¨ªas en huelga de hambre y, seg¨²n un m¨¦dico que lo atendi¨®, se encontraba a apenas unas horas de la muerte cuando el mando del IRA orden¨® terminar la protesta. Todo aquello qued¨® atr¨¢s. La muerte y, tambi¨¦n, la frontera. Tommy McKearney sali¨® en libertad en 1993. Es periodista, sindicalista y autor del libro El IRA provisional. De la insurrecci¨®n al Parlamento.
¡°Esta frontera era el escenario de un cruento conflicto civil, era una tensi¨®n permanente¡±, explica, en una atalaya desde la que se divisan las verdes colinas atravesadas por esa l¨ªnea que hoy solo existe en los mapas. ¡°No creo que volvamos a ver aquello. Despu¨¦s de 20 a?os de paz, no hay apetito de conflicto. Tras el Brexit, para evitar la libre circulaci¨®n de personas, habr¨ªa que sellar esta frontera, levantar un muro, y eso es impensable¡±.
La decisi¨®n de Reino Unido de abandonar la UE alter¨® el delicado equilibrio en el que vive Irlanda del Norte desde la firma del Acuerdo de Viernes Santo que, en 1998, puso fin a 30 a?os de conflicto armado. La frontera entre Irlanda del Norte y la Rep¨²blica de Irlanda es uno de los puntos calientes en las negociaciones de salida de Reino Unido de la UE que est¨¢n a punto de arrancar. Dejarla como est¨¢, borrada, abrir¨ªa un colador de 400 kil¨®metros para la libre circulaci¨®n de personas y mercanc¨ªas entre la UE y Reino Unido.
Un 56% de los norirlandeses votaron por la permanencia. En las regiones de la frontera, m¨¢s del 65%. Pero el partido mayoritario, el DUP, unionista y profundamente conservador, defendi¨® el Brexit.
Las elecciones brit¨¢nicas del jueves han complicado a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. Los conservadores de Theresa May perdieron la mayor¨ªa absoluta, y resulta que los 10 diputados del DUP son su ¨²nica llave al Gobierno. EL DUP, un partido marginal y casi ex¨®tico en Westminster, ser¨¢ el gran aliado de la primera ministra brit¨¢nica y la llave para la gobernabilidad del pa¨ªs. Mientras tanto, toda la regi¨®n de la frontera vot¨® al Sinn F¨¦in, que ni siquiera ocupar¨¢ sus siete esca?os en el Parlamento.
¡°Es casi como si toda una parte de Irlanda del Norte hubiera retirado su consentimiento a ser gobernada por Reino Unido¡±, explica McKearney. ¡°El Sinn F¨¦in no reconoce la autoridad del Parlamento de Londres, por eso deja vac¨ªos sus esca?os. Pod¨ªan haber votado, como han hecho en otras ocasiones, por candidatos republicanos que s¨ª ocupan sus esca?os, pero han optado por el Sinn F¨¦in. Es decir, toda la mitad sur de Irlanda del Norte carece de representaci¨®n parlamentaria en Londres. Es la gran historia de estas elecciones en Irlanda del Norte. De un lado, la poblaci¨®n nacionalista ha optado por no estar representada en las instituciones brit¨¢nicas y, de otro, los unionistas han optado por alinearse totalmente con el Gobierno. Eso no es bueno para el futuro de Irlanda del Norte como entidad¡±.
Termina el mercado agr¨ªcola en la plaza de Crossmaglen, un pueblo de la frontera. Los granjeros recogen el g¨¦nero, separan las libras de los euros, tiran unos hacia un pa¨ªs y otros, hacia otro. Ya no est¨¢ el cartel en la plaza que, durante los Troubles (conflicto norirland¨¦s), advert¨ªa al visitante de que hab¨ªa un ¡°francotirador trabajando¡±.
Uno podr¨ªa pasar horas en Crossmaglen sin saber con certeza en qu¨¦ pa¨ªs est¨¢. Todas las banderas que se ven son irlandesas y, si uno entra en la penumbra del pub Keegan, la camarera lanzar¨¢ autom¨¢ticamente la mano al tirador de Guinness. Pero le cobrar¨¢ en libras. ¡°Ca¨ªmos en el lado equivocado de la frontera¡±, explica un parroquiano acodado en la barra.
Kil¨®metros o millas
Siguiendo la frontera invisible unos cuantos kil¨®metros ¡ªo millas, seg¨²n el tramo de la carretera¡ª se llega al negocio de muebles de cocina de los hermanos Fearon. Declan Fearon ejercita la memoria. ¡°Mirabas por esta misma ventana y siempre ve¨ªas al menos tres helic¨®pteros¡±, explica. ¡°En ellos tra¨ªan a los soldados, porque las carreteras las hab¨ªan cortado con explosiones que dejaron todo sembrado de cr¨¢teres. Todo estaba lleno de torres de vigilancia con soldados armados, justo all¨ª, pegada a la casa de mi madre, hab¨ªa una. Hablamos de 3.000 soldados en una poblaci¨®n de 24.000. Esto era zona de guerra¡±.
Declan Fearon forma parte del colectivo Comunidades de la Frontera Contra el Brexit. Desde el fiasco del refer¨¦ndum, tratan de explicar a la gente las consecuencias negativas que tendr¨ªa para la regi¨®n una ruptura radical con Europa. ¡°Somos v¨ªctimas del Brexit¡±, defiende. ¡°Tenemos miedo de que vuelva la frontera, sabemos a lo que puede llevar: a la resurrecci¨®n del conflicto. Necesitamos un trato especial porque tenemos una situaci¨®n especial. Deben permitir que Irlanda del norte siga como miembro o regi¨®n de la UE¡±.
El problema es que el DUP no quiere o¨ªr hablar de eso. Y ahora son el principal socio del Gobierno de May en las negociaciones del Brexit, lo cual agudiza la sensaci¨®n de abandono. ¡°Hemos tenido reuniones en Bruselas, en Dubl¨ªn, todos est¨¢n con nosotros¡±, asegura Fearon. ¡°Pero para el Gobierno brit¨¢nico es como si no existi¨¦ramos. Somos solo el 3% del PIB de su pa¨ªs, no les importamos. Dicen que no quieren que haya frontera y tampoco quieren libre circulaci¨®n de personas, pero eso es incompatible. Y cerrar esta frontera reactivar¨ªa las guerras del pasado. Lo creo firmemente. ?Qu¨¦ legado dejar¨ªamos a nuestros nietos si permitimos que eso suceda otra vez?¡±.
El fantasma de la unificaci¨®n
?La idea de la unificaci¨®n de Irlanda ha sido recuperada del ba¨²l de las causas perdidas. El SDLP, formaci¨®n republicana minoritaria, llev¨® en su programa la celebraci¨®n de una votaci¨®n al respecto. Al sur de la frontera, el Fianna F¨¢il, hoy en la oposici¨®n pero en el Gobierno hasta 2007, elabor¨® hace tres meses un documento con la ambici¨®n de servir de gu¨ªa ante una eventual unificaci¨®n.
Tras el refer¨¦ndum del Brexit, el Sinn F¨¦in propuso sin ¨¦xito celebrar un refer¨¦ndum. Pero la posibilidad volvi¨® a surgir tras las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte el pasado marzo, que depararon una subida sin precedentes del movimiento republicano. Las fuerzas protestantes perdieron la mayor¨ªa simb¨®lica en la C¨¢mara y el Sinn F¨¦in se qued¨® solo a mil votos y un esca?o del DUP.
El DUP fue creado por Iain Paisley en 1971 con el casi ¨²nico objetivo de defender la pertenencia de Irlanda del Norte a Reino Unido. La competencia para convocar un refer¨¦ndum corresponde al Gobierno brit¨¢nico, si constata un cambio notable en la opini¨®n de los votantes de la regi¨®n. La condici¨®n del DUP de aliado clave del Gobierno de May aleja la posibilidad de un refer¨¦ndum.
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