El Servicio Secreto niega tener copias de grabaciones de Trump en la Casa Blanca
El anuncio, que no excluye que otras agencias puedan tener registros, alimenta la especulaci¨®n sobre la pol¨¦mica abierta por el presidente
El Servicio Secreto de Estados Unidos anunci¨® este lunes que no tiene copias ni transcripciones de grabaciones de la Casa Blanca de Donald Trump. El anuncio, en respuesta a una petici¨®n de informaci¨®n del diario The Wall Street Journal, no excluye la posibilidad de que otra agencia del Gobierno estadounidense pueda tener copias de esas grabaciones.
La notificaci¨®n del Servicio Secreto ¡ªque gestion¨® en el pasado sistemas de grabaci¨®n en la Casa Blanca bajo las administraciones de Richard Nixon o John F. Kennedy¡ª supone una escalada m¨¢s en la pol¨¦mica que Trump decidi¨® abrir por voluntad propia hace un mes.
¡°Mejor que James Comey desee que no haya ¡®cintas¡¯ de nuestras conversaciones antes de que ¨¦l empiece a filtrarlas a la prensa¡±, escribi¨® el presidente en Twitter el 12 de mayo, en una amenaza directa al exdirector del FBI al que despidi¨® tres d¨ªas antes.
Trump aliment¨® el pasado viernes la inc¨®gnita. ¡°Quiz¨¢ os diga sobre ello en alg¨²n momento en el futuro muy cercano¡±, respondi¨® a una pregunta de un periodista sobre si hay grabaciones suyas en la Casa Blanca. ¡°Van a estar muy decepcionados cuando escuchen la respuesta. No se preocupen¡±, agreg¨®.
Ante el silencio de la Casa Blanca, varios legisladores han pedido copias de esas grabaciones si es que existen.
El misterio de las cintas ¡ªque refuerza a¨²n m¨¢s los paralelismos de la trama rusa que acecha a Trump con el caso Watergate que acab¨® con Nixon¡ª ha resurgido desde el pasado jueves con la comparecencia de Comey en el comit¨¦ de Inteligencia del Senado.
El exdirector del FBI explic¨® que fue ese tuit de Trump lo que le llev¨® a entregarle a un amigo suyo sus escritos, en que repasaba sus contactos con el presidente, ante el temor de que el republicano pudiera difundirse una versi¨®n falsa de los encuentros. El objetivo, seg¨²n admiti¨® Comey, era que su amigo los filtrara a la prensa para facilitar la designaci¨®n de un fiscal especial que investigara los lazos con Rusia del entorno de Trump. Logr¨® su prop¨®sito
Los presidentes estadounidenses pueden grabar sus conversaciones, pero desde el Watergate se ha extendido la obligaci¨®n de que entreguen esas grabaciones a los archivos nacionales.
Cuando llevaba dos a?os como presidente, Nixon decidi¨®, en 1971, instalar un sistema de grabaci¨®n en la Casa Blanca. Nunca pens¨® que se le girar¨ªa en contra y precipitar¨ªa su final.
La existencia del sistema de grabaci¨®n no se conoci¨® hasta julio de 1973 cuando un asesor de Nixon lo desvel¨® en una comisi¨®n del Congreso que investigaba el Watergate. La tensi¨®n pol¨ªtica arreci¨® y el Tribunal Supremo forz¨® al presidente a difundir algunas conversaciones. Una de ellas, bautizada pistola humeante, revel¨® c¨®mo Nixon ordenaba frenar la investigaci¨®n del asalto a la sede del Partido Dem¨®crata en el edificio Watergate, en 1972. Consciente de que iba a perder un proceso de destituci¨®n en el Congreso que preparaba un impeachment por obstrucci¨®n a la justicia, Nixon present¨® su dimisi¨®n el 9 de agosto de 1974.
En sus documentos, Comey asegura que Trump le pidi¨®, en un encuentro en febrero a solas en el Despacho Oval, cerrar la investigaci¨®n a Michael Flynn, el primer consejero de Seguridad Nacional del presidente. El republicano lo niega.
El fiscal especial Robert Mueller es el que debe decidir si la presi¨®n de Trump a Comey supone un intento de obstrucci¨®n a la justicia, que podr¨ªa desencadenar en un hipot¨¦tico impeachment al presidente. Si hubiera cintas, ser¨ªan una prueba determinante para saber qui¨¦n dice la verdad si Comey o Trump.
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