El Gobierno de Macron maniobra para blindar la reforma laboral en el Parlamento
El Ejecutivo recurre a un procedimiento que impide enmiendas. Un sindicato anuncia protestas para septiembre, pero la mayor central apuesta por la negociaci¨®n
El Gobierno de Emmanuel Macron dio este mi¨¦rcoles el primer paso decisivo en lo que promete ser el proyecto m¨¢s complicado y pol¨¦mico de su mandato: la reforma laboral. El Ejecutivo ha presentado un proyecto de ley para legislar en esta materia por ordenanzas. Un plan controvertido tanto en el fondo ¡ªlo que ha trascendido del texto ha puesto ya en pie de guerra a un sector de la izquierda y a algunos sindicatos que han convocado protestas para septiembre¡ª como en la forma. Porque mediante las ordenanzas, Macron quiere sortear al m¨¢ximo a la Asamblea Nacional, es decir, al poder legislativo, para transformar una ley crucial, sostiene, para activar la estancada econom¨ªa francesa.
Macron tiene prisa. Lleva prometiendo desde la campa?a que la reforma laboral estar¨¢ lista para finales de verano, por lo que no puede perder ni un momento. Aunque ya ha habido reuniones preliminares con sindicatos y patronales, el primer paso en firme lo dio este mi¨¦rcoles, al poner en blanco sobre negro su plan para legislar mediante ordenanzas, una v¨ªa r¨¢pida para conseguir la aprobaci¨®n de una medida con rango de ley.
A diferencia de un decreto, una ordenanza requiere de la aprobaci¨®n final parlamentaria, pero la acci¨®n de los legisladores es m¨ªnima ya que se trata de darle el visto bueno ¡ªo no¡ª al texto final presentado por el Gobierno dentro de un plazo l¨ªmite, pero sin posibilidad de enmendar su contenido. En vista de que Macron cuenta con una holgada mayor¨ªa en la Asamblea Nacional, no es de prever que vaya a tener sorpresas de ¨²ltimo minuto.
Lo que Macron quiere cambiar
El texto final de las ordenanzas no estar¨¢ redactado hasta agosto. Pero lo adelantado ya por el propio Gobierno y lo que traza el proyecto de ley para habilitar las ordenanzas deja ver las l¨ªneas maestras de una reforma laboral que inquieta a un sector de la izquierda.
El principio transversal de la reforma, que constar¨¢ de nueve puntos, es flexibilizar las normas laborales francesas, consideradas demasiado r¨ªgidas. ¡°La actual normativa no se corresponde ya a la realidad econ¨®mica actual, al desarrollo de las empresas y de la creaci¨®n de empleo; adem¨¢s, protege mal a los asalariados y limita el di¨¢logo social¡±, afirm¨® este mi¨¦rcoles el portavoz del El¨ªseo, Cristophe Castaner.
La ministra de Trabajo, Muriel P¨¦nicaud, asever¨® por su parte que el objetivo es adaptar las normas laborales a un mundo ¡°globalizado y digitalizado¡±. Es un mundo nuevo, agreg¨®, en el que tanto empresas como asalariados buscan nuevas seguridades y libertades y en el que tambi¨¦n los trabajadores tienen ¡°aspiraciones¡± diferentes, incluida una mayor movilidad laboral o la posibilidad del teletrabajo, algo que el actual c¨®digo laboral, subray¨®, no prev¨¦ siquiera.
En l¨ªneas generales, se trata de dar m¨¢s flexibilidad a las negociaciones sobre las condiciones laborales, priorizando los acuerdos alcanzados dentro de las empresas entre propietarios y empleados, por encima de los acuerdos sectoriales. Tambi¨¦n se estudia crear un contrato h¨ªbrido entre el fijo y el temporal denominado ¡°contrato indefinido de proyecto¡± cuyo t¨¦rmino no estar¨ªa definido por una fecha concreta sino por el fin del proyecto para el que es empleado el trabajador. Otro de los puntos busca establecer un m¨ªnimo y un m¨¢ximo a las indemnizaciones por despidos "sin causa real ni seria". Seg¨²n el Gobierno, el m¨¢ximo dar¨¢ seguridad a las empresas sobre el coste de los despidos y as¨ª incentivar las contrataciones. Adem¨¢s, intenta fusionar las distintas instancias representativas de los trabajadores en las empresas, algo que sin embargo los sindicatos ven con reticencia, al igual que el argumento oficial que achaca a la rigidez y complejidad del actual c¨®digo laboral la dificultad de reducir la tasa de desempleo, que roza el 10%.
Primeras protestas, en septiembre
Aunque el Gobierno insiste en que quiere acordar las l¨ªneas de la reforma tanto con sindicatos como patronales y que las ordenanzas ¡°no son un cheque en blanco¡± al Gobierno, algunos sectores de izquierda han anunciado ya movilizaciones. Es el caso de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), el segundo sindicato de Francia, que afirma que ¡°el di¨¢logo social ha sido acallado¡± de antemano y que ha convocado una huelga general para el 12 de septiembre. Una medida que apoya el l¨ªder de Francia Insumisa, Jean-Luc M¨¦lenchon, que ha prometido que su oposici¨®n ser¨¢ ¡°completa¡±. ¡°Quiero que todo el mundo comprenda que se trata de darle la vuelta a todo el orden p¨²blico social de nuestro pa¨ªs por ordenanzas¡±, dijo en una entrevista radiada.
Otros sindicatos sin embargo, han dicho que prefieren esperar a conocer con m¨¢s detalle las ordenanzas, en septiembre, antes de tomar una decisi¨®n. Es el caso del mayor sindicato, la CFDT, considerado m¨¢s abierto a negociar con el Gobierno, pero tambi¨¦n el del m¨¢s izquierdista FO, cuyo presidente, Jean-Claude Mailly, valor¨® en Le Monde ¡°la buena direcci¨®n¡± en que est¨¢n yendo las negociaciones, al menos por el momento.
Ordenanzas, una forma de legislar por la v¨ªa r¨¢pida
La medida est¨¢ contenida en el art¨ªculo 38 de la Constituci¨®n, que prev¨¦ que el Gobierno pueda solicitarle al Parlamento autorizaci¨®n para tomar por s¨ª solo medidas relevantes que normalmente deber¨ªan ser aprobadas mediante una ley, con el fin de implementar su programa.
Consta, b¨¢sicamente, de seis pasos: primero, el Parlamento debe habilitar, por ley, al Gobierno para que este pueda elaborar una o varias ordenanzas. Lo que se ha discutido este mi¨¦rcoles en el consejo de ministros es precisamente ese proyecto de ley que deber¨¢n aprobar los legisladores, previsiblemente a finales de julio, y en el que tambi¨¦n se fijan los plazos finales del resto de pasos a dar. El Gobierno ha fijado un m¨¢ximo de seis meses, aunque espera que las ordenanzas est¨¦n promulgadas "antes del final del verano", seg¨²n el portavoz del El¨ªseo, Christophe Castaner.
Una vez que cuenta con el visto bueno de la Asamblea Nacional, el consejo de ministros pasa a decretar las ordenanzas que, tras ser firmadas por el presidente, entran en vigor en cuanto son publicadas. Se espera que ese paso se d¨¦ a finales de septiembre. Sin embargo, las ordenanzas caducan si no son ratificadas, dentro de un plazo previamente establecido, por el Parlamento, para lo cual el Gobierno tiene que enviarle a este primero otro proyecto de ley de ratificaci¨®n. Es en este paso final donde el hemiciclo tiene el poder de adoptar el texto y por tanto hacer que la ordenanza tenga rango de ley. En caso de ser rechazada, cosa improbable en este caso gracias a la mayor¨ªa de la que goza Macron en la Asamblea Nacional, la ordenanza queda meramente como un ¡°acto administrativo unilateral¡±.
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