La Euroc¨¢mara rechaza el plan de Londres para el Brexit

El Parlamento Europeo exhibe desde primera hora su poder de veto sobre el acuerdo del Brexit. El negociador de la Euroc¨¢mara para el divorcio con Reino Unido, Guy Verhofstadt, rechaza de plano la propuesta que ha puesto sobre la mesa el Gobierno brit¨¢nico para salvaguardar los derechos de los ciudadanos m¨¢s afectados por el Brexit (los 3,2 millones de europeos en Reino Unido y los 1,2 millones de brit¨¢nicos en territorio comunitario). Tal como est¨¢ planteado, el plan ¡°relega a esos ciudadanos a un estatus de segunda clase¡±, advierte un documento del equipo de Verhofstadt.

El an¨¢lisis, al que ha tenido acceso EL PA?S, viene avalado por el grupo de eurodiputados que asisten al negociador en su tarea. Ese n¨²cleo duro est¨¢ integrado por representantes de los principales grupos (salvo los eur¨®fobos), lo que garantiza el respaldo mayoritario a las propuestas de Verhofstadt. La propuesta brit¨¢nica ofrece otorgar el derecho a residir a todos aquellos europeos que puedan demostrar cinco a?os de residencia en Reino Unido y promete dar tiempo para acreditarlos a quienes ya est¨¦n en Reino Unido en el momento de salir de la UE pero no re¨²nan los cinco a?os. El Partido Popular Europeo, los socialistas, los liberales, la izquierda unitaria y los verdes lo juzgan insuficiente.

Menos derechos

La Euroc¨¢mara lamenta que la propuesta brit¨¢nica ¡°reduzca los derechos actuales de los ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido¡± y carga contra la difusa categor¨ªa que crea para ellos el Gobierno brit¨¢nico: ciudadanos con estatus de asentado. Ese nuevo colectivo afronta ¡°un mayor riesgo de expulsi¨®n que ahora¡±, con criterios ¡°m¨¢s restrictivos¡± para mantener a su familia en suelo brit¨¢nico y sin derecho a voto. ¡°No podemos concebir que algo tan fundamental como el derecho al voto pueda retirarse a los que antes pod¨ªan ejercerlo¡±, sentencia el Parlamento.

El documento se hace eco tambi¨¦n de las dos principales carencias de la propuesta londinense a ojos de Bruselas. La primera, la falta de una fecha clara de corte a partir de la cual los ciudadanos salen del paraguas europeo. El Parlamento defiende que la ¨²nica posible es la salida efectiva de Reino Unido, prevista para el 30 de marzo de 2019. La segunda, que los ciudadanos afectados por el Brexit no puedan reclamar sus derechos ante el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea. El Gobierno brit¨¢nico sostiene que no puede mantener la autoridad de este tribunal ¡ªvisto como s¨ªmbolo del poder de Bruselas¡ª una vez consumado el divorcio brit¨¢nico.