El Brexit agrava la batalla interna en el Gabinete de May

Al margen de los pasillos de Bruselas, otra batalla sobre el Brexit?se dirime en el seno del propio Gobierno brit¨¢nico con el aireado pulso entre el sector pragm¨¢tico y el que exige la inmediata salida de Europa a cualquier precio. Theresa May se ha visto forzada a llamar al orden a los ministros del Gabinete que encabeza para atajar las filtraciones interesadas de los ¨²ltimos d¨ªas, que han confirmado la divisi¨®n en torno a la forma de encarar el divorcio con la UE y han empa?ado la voluntad negociadora expresada este lunes por David Davies ante su reuni¨®n con el negociador de la UE, Michel Barnier. "Por supuesto, el Gabinete debe ser capaz de mantener en privado las conversaciones sobre la pol¨ªtica del Gobierno y la primera ministra se lo recordar¨¢ a sus compa?eros en la reuni¨®n de Gabinete de ma?ana", ha aclarado?este lunes un portavoz de Downing Street.

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El responsable brit¨¢nico de la cartera de Econom¨ªa, Philip Hammond, ¡°intenta frustrar el Brexit¡± con su defensa de un pacto transitorio sobre el mercado ¨²nico que podr¨ªa retrasar el acuerdo de retirada de la Uni¨®n, sosten¨ªa el Daily Telegraph y y bajo condici¨®n de anonimato una fuente del Gabinete el domingo. Hammond, partidario de la permanencia en la UE y erigido en defensor de una l¨ªnea blanda que proteja los intereses comerciales y financieros brit¨¢nicos en el proceso de desengarce, se ha convertido en la bestia negra de sus colegas m¨¢s intransigentes.

A lo largo de la ¨²ltima semana, la prensa ha informado sobre la actitud de desprecio mostrada durante las reuniones por el ministro ante la reivindicaci¨®n de los funcionarios p¨²blicos a favor de un aumento salarial, o incluso sobre el sexismo que rezumaban sus comentarios. ¡°Conducir un tren es tan f¨¢cil que hasta puede hacerlo una mujer¡±, dijo. Hammond neg¨® el pasado domingo?ese relato de sus enemigos en una entrevista televisada por la BBC, y asegur¨® ser objeto de una campa?a ¡°generada por aquellos que no est¨¢n contentos¡± con la agenda que intenta promover ¡°para proteger la econom¨ªa brit¨¢nica y los empleos, y asegurar un incremento sostenido del nivel de vida¡±.

Sus declaraciones se sustentan en el ¨²ltimo informe de la Confederaci¨®n de la Industria Brit¨¢nica (CBI, en sus siglas inglesas), donde un 42% de las empresas confirma que la perspectiva del Brexit ha perjudicado sus planes de inversi¨®n y reclama que el Gobierno garantice un futuro acuerdo comercial con la UE. Aunque los euroesc¨¦pticos se?alan a la CBI como una entidad partidaria de estar en Europa, tampoco pueden obviar el diagn¨®stico de que dos tercios de las compa?¨ªas nacionales han congelado muchas operaciones ante las incertidumbres del futuro inmediato.

El acuerdo transitorio que propone Hammond (y que podr¨ªa prolongarse a un plazo de hasta cuatro a?os) ¡°para restaurar la confianza del sector financiero y de los consumidores¡± es del todo inaceptable para su colega ultraesc¨¦ptico Liam Fox, el ministro de Comercio Internacional, porque obligar¨ªa a retrasar la firma de acuerdos comerciales de Reino Unido con otros pa¨ªses no miembros de la UE. ¡°Necesitamos a Theresa para hacer posible el Brexit de una vez¡±, ha declarado Fox sobre una primera ministra muy debilitada a ra¨ªz del fiasco de las ¨²ltimas elecciones generales, en las que los conservadores perdieron la mayor¨ªa absoluta.

Quemar a Theresa May durante el traum¨¢tico proceso del Brexit, para luego cambiar el liderazgo, es un prop¨®sito que colisiona con las conspiraciones ya en marcha en el partido conservador. David Davies aparece como el m¨¢s firme candidato a sucederle, pero el segundo, seg¨²n las casas de apuestas, ser¨ªa Philip Hammond, la ¨²nica voz de peso en el actual Gobierno dispuesta a hacer las concesiones necesarias ante Europa. Los conservadores de uno y otro bando apelan a los intereses nacionales, pero la guerra que libran tiene como centro la misma alma del partido.