El Pent¨¢gono paga 130.000 d¨®lares mensuales de alquiler en la Torre Trump

Cada d¨ªa tiene su af¨¢n en la ca¨®tica presidencia de Donald Trump, que?todav¨ªa tiene lidiar con m¨²ltiples frentes abiertos cuando se cumple su sexto mes en la Casa Blanca. El ¨²ltimo vuelve a poner en evidencia lo que cuesta al contribuyente el operativo que acompa?a al presidente incluso cuando no est¨¢ presente. El Pent¨¢gono est¨¢ pagando 130.000 d¨®lares mensuales por un espacio de momento sin uso en la Trump Tower de Nueva York.

Pese a los farolillos rojos encendidos en su momento por los dem¨®cratas en el Congreso, la Administraci¨®n decidi¨® seguir adelante con el plan y se instal¨® en el rascacielos de la Quinta Avenida en Manhattan. El apartamento de lujo es utilizado por la oficina militar de la Casa Blanca?para garantizar las comunicaciones del presidente en todo momento, pese a que no?ha pasado a¨²n ni una noche en la ciudad.

El diario financiero The Wall Street Journal tuvo acceso al contrato de alquiler. Ah¨ª se detalla que el Pent¨¢gono va a pagar 2,39 millones por la vigencia del mismo, que se extiende desde el 11 de abril de 2017 hasta el 30 de septiembre de 2018, cuando concluye el ejercicio fiscal. El apartamento tiene cerca de 350 metros cuadrados. El precio est¨¢ por encima de mercado al de un espacio similar en Manhattan.

Es uno de los alquileres m¨¢s altos que se pagan en la Gran Manzana, en un momento en el que las viviendas de lujo parecen haber tocado techo. El contrato es de casi 150 p¨¢ginas y establece que puede cancelarlo en cualquier momento tras espirar el primer plazo si avisa con 180 d¨ªas de antelaci¨®n. El alquiler es solo para el personal de Defensa. Los costes de otras agencias van aparte.

El Servicio Secreto, por ejemplo, solicit¨® 25,7 millones para cubrir los gastos durante el ejercicio 2018 relacionados con la protecci¨®n de la Trump Tower. Por otro lado est¨¢n los costes a cargo del operativo que tiene desplegado la polic¨ªa de Nueva York desde el pasado noviembre, pese a que las cosas volvieron relativamente a la normalidad desde que la primera dama se instalara en Washington.

El Departamento de Defensa insiste en que la organizaci¨®n Trump no se beneficia del alquiler, porque el espacio es propiedad de alguien no afiliado con la familia y el contrato se negoci¨® solo con el due?o. Explican que este tipo de estructuras de apoyo son normales. Eso implicar¨ªa, por tanto, que tendr¨ªa algo similares en Florida, donde el presidente pasa con frecuencia los fines de semana.