Reino Unido admite que tendr¨¢ que pagar la factura del Brexit pero se niega a negociarla

El Gobierno brit¨¢nico admite en Bruselas lo que evita decir en Londres: que la salida de la Uni¨®n Europea implicar¨¢ pagar una factura en concepto de compromisos pendientes. El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, ha asegurado en conferencia de prensa que Londres asume el pago, pero que no presenta propuestas para negociarlo. "Es indispensable una clarificaci¨®n", ha urgido. A su lado, su hom¨®logo brit¨¢nico, David Davis, ha admitido ¡ªcon diferente lenguaje¡ª el ajuste de cuentas, aunque sin dar pistas sobre cu¨¢ndo lo esbozar¨¢. No se trata de un mero detalle. La falta de avances en este ¨¢mbito puede hacer encallar el proceso.

La segunda ronda de discusi¨®n del divorcio brit¨¢nico ¡ªen realidad la primera que ocupa varios d¨ªas, tras un contacto inicial a mediados de junio¡ª deja claro que el calendario marcado por la UE es m¨¢s que optimista. Barnier conf¨ªa en lograr en octubre progresos suficientes en la etapa de separaci¨®n para pasar a discutir la relaci¨®n futura. Pero a tres meses de esa meta, Londres reh¨²sa presentar sus cartas en el asunto m¨¢s espinoso de este proceso: el ajuste de cuentas entre el club comunitario y el Estado que lo abandona. Bruselas lo cuantifica (extraoficialmente) entre 60.000 y 100.000 millones de euros, pero no habr¨¢ cifras concretas hasta el final. Lo que se pretende ahora es consensuar los conceptos de esa suma.

Pese a que los dos negociadores se han esforzado en hablar de ¡°conversaciones constructivas¡± y de ¡°progresos¡±, los avances han sido muy limitados. En la llamada factura, Barnier ha exigido a Londres que presente ya su modelo. ¡°Es indispensable una clarificaci¨®n de la posici¨®n de Reino Unido para lograr los progresos necesarios¡±, ha advertido. ¡°La salida ordenada que queremos exige saldar las cuentas antes¡±, ha insistido, lo que refuerza la idea de que, sin un divorcio pactado, no habr¨¢ conversaciones sobre un pr¨®ximo acuerdo comercial entre Bruselas y Londres. Barnier extiende la necesidad de aclaraciones a los tres asuntos que forman parte de esta fase de salida: la factura, los derechos de los ciudadanos afectados por el Brexit y la frontera con Irlanda del Norte. Pero al menos sobre los dos ¨²ltimos aspectos hay propuestas brit¨¢nicas concretas y la negociaci¨®n es m¨¢s fluida.

Derechos y obligaciones

Davis, partidario del Brexit y uno de los presuntos aspirantes a suceder a la primera ministra, Theresa May, ha admitido en p¨²blico la idea de pagar, aunque muy matizada: ¡°Somos un pa¨ªs que reconoce sus responsabilidades y sus derechos internacionales. Los ejerceremos en el futuro¡±. Al referirse a derechos ¡ªdinero que espera recibir¡ª y obligaciones ¡ªcantidades que adeuda a la UE¡ª evita reconocer que habr¨¢ una transferencia neta a las arcas comunitarias, algo dif¨ªcil de trasladar al ciudadano brit¨¢nico que vot¨® por el Brexit con la idea de que la pertenencia a Europa le sal¨ªa cara a Reino Unido.

El ajuste de cuentas incluye esencialmente tres conceptos: compromisos presupuestarios firmados por Reino Unido para a?os venideros (y a¨²n no desembolsados), derechos de pensi¨®n de los funcionarios europeos y pr¨¦stamos o avales apalabrados en los que Londres se comprometi¨® a participar. En la ronda de esta semana, Bruselas ha expuesto con detalle su posici¨®n ¡ªofreciendo el an¨¢lisis jur¨ªdico de todos los conceptos que cree forman parte de este cap¨ªtulo¡ª y Londres se ha limitado a hacer preguntas exhaustivas sobre ese an¨¢lisis, sin ofrecer ninguna pista de qu¨¦ aceptan y qu¨¦ rechazan, seg¨²n las fuentes consultadas. El debate ha sido muy breve, explica un alto cargo de la UE.

M¨¢s all¨¢ de las cuentas, el otro punto de conflicto detectado en esta ronda, que comenz¨® el pasado lunes, ha sido el papel del Tribunal de Justicia de la UE en un Reino Unido postBrexit. Bruselas exige que este ¨®rgano siga garantizando los derechos de los 3,2 millones de ciudadanos comunitarios que habitan en Reino Unido y los 1,2 millones de brit¨¢nicos en suelo europeo. Londres alega que no puede mantener la jurisdicci¨®n del tribunal europeo en su territorio cuando se desvincule del proyecto comunitario. Las discusiones continuar¨¢n la ¨²ltima semana de agosto.