Turqu¨ªa juzga al diario ¡®Cumhuriyet¡¯ pese a las presiones internacionales
Diecinueve empleados y directivos del peri¨®dico progresista se enfrentan a penas de hasta 43 a?os de c¨¢rcel por criticar al Gobierno
En medio de una gran expectaci¨®n y de numerosas peticiones de organizaciones internacionales para que los encausados sean liberados, el juicio contra 19 periodistas, empleados y directivos del diario Cumhuriyet comenz¨® este lunes en Estambul. Casi nueve meses despu¨¦s de que efectivos de la polic¨ªa irrumpiesen en sus oficinas y se llevasen detenido a parte del equipo de este rotativo estambul¨ª, uno de los pocos independientes que quedan en Turqu¨ªa, tanto desde el punto de vista ideol¨®gico (es cr¨ªtico con el Gobierno) como econ¨®mico: no tiene detr¨¢s a ning¨²n gran grupo empresarial sino que lo publica una fundaci¨®n. Casi nueve meses que diez de los acusados han pasado en prisi¨®n preventiva (206 d¨ªas en el caso del periodista Ahmet Sik y 109 en el del contable Emre Iper, otros dos empleados de Cumhuriyet detenidos posteriormente).
La Fiscal¨ªa pide entre 7,5 y 43 a?os de c¨¢rcel para los 19 encausados (doce en prisi¨®n, cinco en libertad vigilada y dos juzgados in absentia), a los que imputa los cargos ¡°colaboraci¨®n con organizaci¨®n armada terrorista¡±, ¡°abuso de autoridad¡± e ¡°insultos al presidente¡±. Seg¨²n el sumario de acusaci¨®n, el diario cambi¨® en 2013 su direcci¨®n y modific¨® su pol¨ªtica editorial para favorecer a la cofrad¨ªa de Fethullah G¨¹len, anta?o aliada del presidente Recep Tayyip Erdogan pero ahora su principal enemigo y a la que se acusa de dirigir el golpe de Estado del pasado a?o. Las pruebas en que se basa la acusaci¨®n son en su mayor¨ªa textos publicados por el diario y mensajes compartidos en las redes sociales, as¨ª como comunicaciones a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa m¨®vil ByLock, utilizada por los g¨¹lenistas y que el Gobierno turco considera prueba suficiente para vincular a sus usuarios con la asonada militar. Adem¨¢s de estas acusaciones, a varios periodistas ¡ªpor ejemplo Ahmet Sik¡ª se les incrimina ser miembros del grupo armado kurdo PKK y del izquierdista DHKP-C, lo cual, sostiene la defensa, es contradictorio en extremo: no s¨®lo los g¨¹lenistas, en su periodo de esplendor (2007-2013), hicieron todo lo posible por descarrilar el proceso paz entre el Gobierno y los insurgentes kurdos, sino que los militantes del PKK y del DHKP-C se odian entre s¨ª y, de hecho, las prisiones turcas mantienen a sus militantes en pabellones diferentes para evitar conflictos.
Los periodistas juzgados niegan todas las acusaciones y, uno de ellos, el columnista Kadri G¨¹rsel, asever¨® ante los jueces que de todos los mensajes y llamadas hechas por supuestos g¨¹lenistas que se incluyen en su imputaci¨®n no respondi¨® a una sola. Adem¨¢s, record¨® a los jueces que ¨¦l ya hab¨ªa advertido sobre la peligrosidad de la cofrad¨ªa g¨¹lenista cuando el Gobierno islamista a¨²n la consideraba su aliada. De hecho, en el pasado, jueces y fiscales de adscripci¨®n g¨¹lenista procesaron a varios empleados de Cumhuriyet acus¨¢ndoles de tratar de atentar contra el Ejecutivo de Erdogan en juicios que posteriormente se demostr¨® que hab¨ªan sido manipulados.
Las sesiones del juicio contra Cumhuriyet continuar¨¢n ininterrumpidamente hasta el viernes, cuando se espera que el tribunal decida si prolonga o no la prisi¨®n preventiva de los detenidos; si bien el proceso se prolongar¨¢ durante meses hasta que los jueces alcancen un veredicto. ¡°Como muchos otros de los m¨¢s de 150 periodistas actualmente entre rejas en Turqu¨ªa, los imputados del caso Cumhuriyet que est¨¢n encarcelados, est¨¢n siendo castigados sin siquiera haber sido condenados pues permanecen en prisi¨®n preventiva desde hace meses y (sufren) l¨ªmites arbitrarios a sus contactos con el exterior e interferencias a su derecho a preparar su defensa¡±, denunci¨® el Instituto de Prensa Internacional (IPI), una organizaci¨®n de defensa de la libertad de prensa con sede en Viena a la que pertenece Kadri G¨¹rsel. De hecho, el director del diario, Murat Sabuncu, pidi¨® posponer su defensa ante el tribunal dado que los documentos que hab¨ªa preparado para ello en la c¨¢rcel le fueron confiscados por la Gendarmer¨ªa.
Numerosos representantes de organizaciones internacionales, como PEN, Reporteros Sin Fronteras y la Federaci¨®n Internacional de Periodistas, estuvieron presentes en la sala de juicios, as¨ª como los eurodiputados Arne Lietz (grupo socialdem¨®crata) y Rebecca Harms (grupo verde). Tambi¨¦n la Uni¨®n Europea, el Consejo de Europa y la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) siguen de cerca el proceso. El representante para Libertad de los Medios de Comunicaci¨®n de la OSCE, Harlem D¨¦sir, exigi¨® la liberaci¨®n de los periodistas detenidos y critic¨® las medidas tomadas durante el estado de emergencia vigente en Turqu¨ªa por suponer ¡°presiones innecesarias y desproporcionadas contra la libertad de expresi¨®n y de prensa¡±.
Este no es el ¨²nico caso al que se enfrentan Cumhuriyet y sus periodistas. Tambi¨¦n deben responder en el proceso sobre la revelaci¨®n de un presunto env¨ªo ilegal de armas a los rebeldes sirios, por el que el corresponsal del peri¨®dico en Ankara, Erdem G¨¹l, y el exdirector Can D¨¹ndar (huido a Alemania y que est¨¢ igualmente incluido en el juicio iniciado este lunes), se enfrentan a cadena perpetua. Por esta causa ya ha sido condenado a 25 a?os de c¨¢rcel el diputado opositor Enis Berberoglu, quien filtr¨® a los periodistas las im¨¢genes del env¨ªo de armas.
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