Residencia para elefantes jubilados

Entre 200 y 300 elefantes, en su mayor¨ªa asi¨¢ticos, empleados en los circos en Europa necesitan otro hogar. La prohibici¨®n de utilizarlos en espect¨¢culos, aprobada hasta la fecha por 17 socios de la UE, entre ellos Pa¨ªses Bajos, supuso un triunfo de los grupos conservacionistas, pero ha dejado a los animales en una especie de limbo. Con unos 60 a?os de media, no siempre tuvieron la suerte de convivir en una manada, aunque fuese peque?a. De ah¨ª que enviarlos a un zoo no suela dar buenos resultados. Adem¨¢s, la mayor¨ªa son hembras ¡ªlos machos, m¨¢s agresivos, no resultan aptos para el mundo circense¡ª y pueden chocar con la matriarca de un grupo ya establecido.

Robert Kruijff se ha propuesta evitar esa situaci¨®n precaria y abocada a la soledad. Este holand¨¦s, due?o del mayor refugio europeo para leones y tigres ¡ªLandgoed Hoenderdaell, abierto al noroeste del pa¨ªs¡ª dedicar¨¢ parte de sus 75 hect¨¢reas a cuidar a los paquidermos y prepararlos para un nuevo hogar m¨¢s acorde con su origen: Tailandia.

¡°Desde 2015 ya no hay animales en los circos holandeses. Nosotros tenemos dos elefantes, y hay otros tres o cuatro en la lista de espera, as¨ª que esperamos empezar a construir el nuevo cobijo el pr¨®ximo a?o. Tambi¨¦n contamos con 15 tigres y siete m¨¢s en busca de acomodo, y queremos enviarlos a Asia en buenas condiciones¡±, dice Kruijff.

Encontr¨® al socio perfecto en la ciudad tailandesa de Hua Hin: su compatriota Edwin Wiek, un antiguo empresario de moda dedicado hoy a la protecci¨®n de animales a trav¨¦s de la fundaci¨®n Friends of Wildlife. Wiek dispone de 67 hect¨¢reas, la mayor superficie de su tipo en el sudeste asi¨¢tico. Cuando reciba los elefantes jubilados los dejar¨¢ en una suerte de libertad vigilada. Tras tanto tiempo sometidos a largas y duras sesiones de adiestramiento para los n¨²meros circenses, ya no pueden volver a la naturaleza, pero un santuario de este estilo les resultar¨¢ lo m¨¢s parecido.

?C¨®mo llegar¨¢n los animales desde Europa? ¡°Una vez tengamos los documentos necesarios en regla, pueden viajar en barco o en un avi¨®n de grandes dimensiones¡±, responde Kruijff, ocupado ahora con la situaci¨®n de cuatro tigres que viven en Polonia. ¡°Est¨¢n con un antiguo empleado de un circo que se los llev¨® cuando ya no pudieron actuar m¨¢s, pero no los trata bien y queremos traerlos¡±, a?ade. Tambi¨¦n le preocupa un le¨®n que se encuentra en Alemania: ¡°Estaba en una escuela donde les preparaban para participar en pel¨ªculas. A ver si conseguimos reclamarlo¡±.

En Espa?a el uso de fieras en los circos est¨¢ prohibido en Catalu?a y ha sido rechazado por unos 300 municipios del resto del pa¨ªs, entre ellos capitales como M¨¢laga, C¨®rdoba, Vitoria, Valencia, Alicante o Palma. Tambi¨¦n el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un acuerdo en ese sentido. En Reino Unido se permite que act¨²en con una licencia y en Francia con un carn¨¦. En Alemania est¨¢ regulado, pero no prohibido.

El c¨¦lebre circo estadounidenses Ringling Brothers, Barnum & Bailey, jubil¨® a sus elefantes en mayo de 2016 tras una prolongada batalla legal con organizaciones ecologistas. Ringling, que ech¨® el cierre un a?o despu¨¦s, los traslad¨® a un refugio de su propiedad en Florida.

PETA, una de las m¨¢s conocidas ONG en defensa de los derechos de los animales, no es partidaria de enviarlos a este tipo de centros, sino a reservas naturales. "Son ejemplares mayores, jubilados desde nuestro punto de vista, a veces con mala salud y problemas de soledad. Nosotros no tenemos nada contra el circo, una vida itinerante y dif¨ªcil. Somos, por expresarlo as¨ª, una Cruz Roja de los animales, sin tinte pol¨ªtico alguno, y queremos dar una segunda oportunidad a elefantes y grandes felinos incapacitados para regresar a su h¨¢bitat natural", asegura Kruijff.