Trudeau recuerda ante el Senado de M¨¦xico que los abusos a las mujeres son inaceptables
El primer ministro canadiense evita rechazar ante Pe?a Nieto la propuesta de Trump de un acuerdo comercial bilateral, sin M¨¦xico
Justin Trudeau dej¨® su huella tambi¨¦n en M¨¦xico. En su primera visita oficial, de menos de 30 horas, el primer ministro canadiense abord¨® algunos de los temas m¨¢s inc¨®modos en la agenda del Gobierno de Enrique Pe?a Nieto y evit¨® rechazar la propuesta de Donald Trump de abrir la puerta a un pacto comercial bilateral sin la presencia de M¨¦xico. Este viernes hizo una en¨¦rgica defensa de los derechos de las mujeres ante los senadores de un pa¨ªs en el que, seg¨²n datos de la ONU, mueren asesinadas siete cada d¨ªa.
La primera visita oficial de Trudeau a M¨¦xico -dos a?os despu¨¦s de llegar al poder y casi uno desde que Donald Trump fuese elegido presidente de Estados Unidos, es decir, desde que se convirtiese en el dirigente que m¨¢s ha vilipendiado a M¨¦xico-, deja un sabor agridulce para el Gobierno anfitri¨®n. Un d¨ªa antes de aterrizar en la capital mexicana, el jefe del Ejecutivo canadiense se reuni¨® en la Casa Blanca con Trump, que abri¨® la puerta a un pacto comercial bilateral, excluyendo a M¨¦xico. En plena renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC), la ambig¨¹edad de Trudeau ¨C¡°estamos listos para cualquier cosa, todo es posible¡±- llen¨® de incertidumbre su visita a M¨¦xico. De hecho, en el encuentro que mantuvo el jueves en la noche con el presidente, Enrique Pe?a Nieto, eludi¨® rechazar la propuesta que baraja Trump.
¡°Tengo la impresi¨®n de que no fue tan enf¨¢tico como hubiese sido deseable¡±, asegura el excanciller mexicano Jorge Casta?eda. ¡°No fue nada contundente a la hora de rechazar el acuerdo separado, un d¨ªa despu¨¦s de haberse reunido con Trump era la oportunidad para decir que no aceptaba un acuerdo bilateral¡±, a?ade. En la comparecencia conjunta de Pe?a Nieto y Trudeau, la frialdad fue la nota predominante, pese a los esfuerzos de ambos por recalcar que tratar¨ªan de llevar a buen puerto la renegociaci¨®n del tratado. No obstante, ni siquiera hubo una respuesta a la pen¨²ltima amenaza en forma de propuesta del presidente de Estados Unidos: poner fin al TLC en cinco a?os si los tres pa¨ªses no acuerdan lo contrario.
Mejora de las condiciones laborales y los salarios
Trudeau enfatiz¨® en el Senado la necesidad de lograr una mejora de las condiciones laborales y de los salarios en el marco de la renegociaci¨®n del TLC. El primer ministro canadiense ya abord¨® este tema, uno de los m¨¢s espinosos de las conversaciones, unas horas antes junto a Pe?a Nieto. "El presidente y yo hemos hablado de crear oportunidades para la clase media, y sabemos que las condiciones de empleo son muy importantes para conseguir que la clase media mejore", a?adi¨® ante Pe?a. Ese cap¨ªtulo, el laboral, es uno de los que m¨¢s suspicacias despierta en las conversaciones: tanto Washington como Ottawa quieren que M¨¦xico mejore las condiciones y la retribuci¨®n de sus trabajadores para evitar m¨¢s fugas a su vecino del sur, donde los sueldos son notablemente m¨¢s bajos. Pe?a Nieto recogi¨® el guante, pero esquiv¨® un posicionamiento formal: "[La renegociaci¨®n] es una oportunidad para mejorar las condiciones de trabajo en M¨¦xico. No queremos ser competitivos por tener bajos salarios, sino por tener trabajadores cualificados".
La cautela que mostr¨® respecto al futuro del acuerdo comercial contrast¨® con el ¨¦nfasis que Trudeau puso a otros temas, como la defensa en¨¦rgica de los derechos de las mujeres que hizo ante el Senado. ¡°Sabemos que ¨¦l ¨¦xito de cualquier sociedad depende de la plena participaci¨®n de la mujer tanto en la vida econ¨®mica, social, como pol¨ªtica. Siendo as¨ª todos tendremos ¨¦xito¡±, arranc¨® el jefe de Gobierno canadiense, quien record¨® que ambos pa¨ªses tienen ¡°mucho por hacer por el respeto a los derechos humanos¡±. ¡°Me he reunido con l¨ªderes de ong y me han hablado de abusos inaceptables e inadmisibles¡±, recalc¨® Trudeau.
El primer ministro de Canad¨¢, que en m¨¢s de una ocasi¨®n se ha definido como ¡°feminista¡±, un t¨¦rmino que ¡°no deber¨ªa asustar¡± ni a hombres ni a mujeres, como suele repetir, se reuni¨® el jueves por la tarde, antes de verse con Pe?a Nieto, con representantes de la sociedad civil. Uno de los temas que abord¨® fue el de los feminicidios y la falta de derechos de la mujer en M¨¦xico. Seg¨²n datos de la ONU, el pasado a?o, murieron asesinadas siete mujeres al d¨ªa en el pa¨ªs. ¡°La violencia contra las mujeres y las ni?as prevalece en todas las facetas de la vida, desde los estudios de Hollywood hasta los espacios p¨²blicos digitales, hasta los pasillos del Parlamento. Ahora que estoy aqu¨ª en el senado quiero invitarlos a promover los derechos de las ni?as y de las mujeres en M¨¦xico y en el mundo¡±, insisti¨® Trudeau. En este sentido, su mujer, Sophie Gr¨¦goire, apel¨® a los hombres para erradicar el machismo. "Cuando un hombre falta el respeto al ¨²tero de la humanidad, le falta al respeto al lugar del que vino".
En su reuni¨®n con los defensores de derechos humanos, Trudeau abord¨® otros de los temas m¨¢s espinosos para el Gobierno de Pe?a Nieto y a los que el presidente apenas hace referencia: la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa o la violencia contra los periodistas, que ha hecho de M¨¦xico uno de los pa¨ªses del mundo m¨¢s peligrosos para informar. En lo que va de a?o han sido asesinados 11 comunicadores, seg¨²n la organizaci¨®n Art¨ªculo 19, uno de cuyos representantes estuvo presente en el encuentro de Trudeau.
A sus 45 a?os, Trudeau, l¨ªder del Partido Liberal, hijo del hist¨®rico primer ministro Pierre Trudeau, no solo ha dado un nuevo estilo al Gobierno canadiense despu¨¦s de una d¨¦cada de poder conservador; ha pegado una sacudida a la pol¨ªtica mundial marcada por su iracundo vecino, su ant¨ªtesis, Donald Trump. Seductor, culto, no ha sido su perfil de atleta ni su rostro de actor de Hollywood lo que le ha llevado a tener una de las m¨¢s altas tasas de popularidad de un mandatario tanto como, seg¨²n coinciden los analistas, la recuperaci¨®n de una f¨®rmula olvidada por muchos: una pol¨ªtica honesta.
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