La mujer trabajadora ya no es sorpresa sino necesidad

¡°El ¨¦xito no tiene g¨¦nero¡±, rezan las palabras en rosa sobre una de las paredes de la recepci¨®n. Glowork es una agencia de colocaci¨®n de mujeres, la primera en Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs que hist¨®ricamente ha tratado a ¨¦stas como ciudadanos de segunda. Ahora las autoridades se han dado cuenta de que las necesitan para llevar el pa¨ªs al futuro. ¡°El proyecto Vision 2030 supone un gran impulso. En cada uno de sus objetivos menciona el empoderamiento de la mujer¡±, declara Khalid Alkhudair, el fundador de la empresa, respecto al mapa de ruta para la reforma.

Alkhudair no tuvo que buscar muy lejos cuando en 2011, a los 27 a?os, se cans¨® de la vida de alto ejecutivo de la auditora multinacional KPMG y decidi¨® iniciar una segunda vida profesional como emprendedor social. ¡°Ve¨ªa las dificultades a las que se enfrentaban las mujeres de mi familia¡±, rememora en su despacho de la calle Tahlia. Las estrictas normas sociales, en especial respecto a los derechos de la mujer y su marginaci¨®n laboral, eran sin duda una de las causas. ¡°Quer¨ªa hacer algo que cambiara la percepci¨®n de mi pa¨ªs en el mundo¡±, a?ade.

As¨ª surgi¨® Glowork. Hoy, seis a?os despu¨¦s, la primera empresa de trabajo para mujeres de todo Oriente Pr¨®ximo tiene 60 empleadas y ha colocado directamente a 33.000 saud¨ªes. Eso equivale a 28 mujeres al d¨ªa, seg¨²n precisa el propio Alkhudair. Si se cuentan quienes se han beneficiado de sus campa?as de difusi¨®n y promoci¨®n, el n¨²mero es 10 veces mayor.

Por su trabajo anterior, Alkhudair sab¨ªa que en Arabia Saud¨ª no hab¨ªa un problema de empleo (con una poblaci¨®n de 21 millones, tiene casi 10 millones de trabajadores emigrantes), sino de falta de madurez del mercado de trabajo. Ese obst¨¢culo se multiplicaba en el caso de las mujeres debido a la prohibici¨®n de conducir, la segregaci¨®n de sexos y la mentalidad de las familias. De ah¨ª el activismo de Glowork en derribar barreras.

¡°Los departamentos de recursos humanos me dec¨ªan que estaban dispuestos a contratar mujeres, pero que encontraban muchos problemas¡±, recuerda. Adem¨¢s de la oposici¨®n familiar, uno de los m¨¢s frecuentes era no poder acudir a buscar candidatas a las universidades femeninas.

As¨ª que Alkhudair decidi¨® organizar ferias de empleo espec¨ªficas para mujeres. La ¨²ltima en Riad atrajo a 30.000 visitantes, lo que da una idea del inter¨¦s que suscita. Glowork tambi¨¦n ayuda a las mujeres a formarse para ser independientes. Esa vocaci¨®n social de la empresa la ha convertido este a?o en candidata favorita al premio Chaillot de Derechos Humanos que la UE otorga en los pa¨ªses del Golfo y que se anunciar¨¢ en diciembre.

¡°El Gobierno siempre ha querido que las mujeres trabajen, pero se ha enfrentado a un problema de aceptaci¨®n social¡±, asegura el empresario.

Por ello, lanzaron un programa de teletrabajo que permiti¨® a las mujeres de los sectores m¨¢s conservadores trabajar desde casa. Poco a poco, sus padres, sus hermanos, sus maridos, vieron que no se acababa el mundo porque interactuaran con miembros del otro sexo v¨ªa tel¨¦fono o email y a la vez aportaban ingresos a la familia.

¡°Fuimos los primeros en poner mujeres en las cajas de los supermercados¡±, se?ala. La medida caus¨® un gran impacto. Ahora, ya nadie se sorprende de que le atienda una saud¨ª. De hecho, todas las empresas tienen que alinearse con los objetivos de Vision 2030, e incluso algunos contratos con el Gobierno exigen no s¨®lo un porcentaje de empleados saud¨ªes, sino tambi¨¦n de mujeres.

Alkhudair no niega que la velocidad de los cambios puede generar reacciones negativas, pero se muestra convencido de que los beneficios econ¨®micos de la integraci¨®n laboral de la mujer superan ese riesgo. ¡°Hay una brecha generacional¡±, admite. Adem¨¢s, como otros pa¨ªses de su entorno, Arabia Saud¨ª se enfrenta al reto de tener m¨¢s mujeres que hombre con t¨ªtulo universitario. ¡°Es un experimento social en marcha: antes el objetivo de las saud¨ªes cuando se licenciaban era casarse y tener hijos, ahora esperan tener un trabajo¡±, concluye.