R¨¦cord hist¨®rico de ventas de armas en EE UU durante el Black Friday
Las solicitudes de antecedentes al FBI superan el m¨¢ximo registrado en un solo d¨ªa pese a las recientes matanzas
Una de las compras estrella en Estados Unidos este Black Friday (Viernes Negro), ese d¨ªa de descuentos de v¨¦rtigo que los americanos han puesto de moda en el resto del mundo, fue la compra de? armas. El FBI recibi¨® hasta 203.086 solicitudes de informaci¨®n de antecedentes, lo que supone un r¨¦cord hist¨®rico de requerimientos en un solo d¨ªa, seg¨²n los datos de los investigadores federales avanzados por USA Today, que revelan un incremento de ventas del 10% respecto al a?o anterior, que tambi¨¦n hab¨ªa batido la marca.
Los estadounidenses se lanzaron a las tiendas a buscar rifles y pistolas del saldo al d¨ªa siguiente de la festividad de Acci¨®n de Gracias, que este a?o ten¨ªa una matanza muy cercana en el calendario, la de la iglesia baptista de Sutherland Springs (Texas), donde 26 feligreses murieron (una docena de ellos, menores de edad) y otros 20 resultaron heridos. Ni siquiera este dato puede resultar llamativo, ya que justo despu¨¦s del tiroteo de Las Vegas, en el que un jubilado provoc¨® la mayor masacre con armas de fuego de la historia de EE UU, matando a 59 personas, las acciones de las empresas fabricantes de armas subieron como la espuma.
El miedo a que los llamamientos a mayores restricciones fructifiquen tras esas tragedias lleva a los americanos a hacer acopio. Eso explica tambi¨¦n que durante la Administraci¨®n de Barack Obama, favorable a m¨¢s controles, las ventas se disparasen. El ejemplo m¨¢s sintom¨¢tico corresponde a diciembre de 2013, justo despu¨¦s de la reelecci¨®n del dem¨®crata, y coincidiendo con la matanza de ni?os en la escuela de Sandy Hook, en Connecticut. Se compraron unos dos millones de armas, un r¨¦cord mensual en aquel momento, seg¨²n el recuento de The New York Times en base a las cifras del FBI.
No hay datos oficiales y conjuntos de la venta de armas en Estados Unidos, aunque las solicitudes de informaci¨®n sobre individuos al FBI y las cifras de los principales fabricantes ayudan a desterrar un razonamiento falso: a los defensores de las armas las masacres no les disuaden.
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