La f¨¢brica de fantasmas
El periodista de EL PA?S Pablo Ferri recibe el Premio Nacional de Periodismo en el g¨¦nero de Cr¨®nica
El periodista de EL PA?S Pablo Ferri T¨®rtola (Valencia, 1985) recibi¨® este viernes el Premio Nacional de Periodismo de M¨¦xico en el g¨¦nero de Cr¨®nica por el texto ?C¨®mo es buscar el cuerpo de un familiar? sobre la b¨²squeda de desaparecidos en Veracruz.
El jurado, que evalu¨® 1.361 trabajos, destac¨® "la sobriedad para narrar la b¨²squeda de restos humanos en la fosa clandestina de Colinas de Santa Fe, en Veracruz, a trav¨¦s de la observaci¨®n, recuperaci¨®n de testimonios y elaboraci¨®n de perfiles de los miembros del colectivo Solecito, integrado por familiares de desaparecidos". Tras recibir el galard¨®n, el reportero ley¨® las siguientes palabras:
La f¨¢brica de fantasmas
Muchas veces estos a?os me he cuestionado sobre c¨®mo contar este drama. Qu¨¦ decir a estas alturas, c¨®mo decirlo: c¨®mo convencer a nuestros profesores, meseros, comerciantes, m¨¦dicos, abogados, campesinos. C¨®mo convencerlos a todos de que esto no es normal. Algunos, por desgracia, ya lo saben: les ha tocado. En M¨¦xico, salimos a un desaparecido por cada 4.000 habitantes.
Es la incerteza lo que duele, la falta constante de descanso. La autoflagelaci¨®n. Las familias preguntan: ?Qu¨¦ les habr¨¢n hecho? ?Qu¨¦ ser¨¢? Porque las familias saben. Han aprendido con el tiempo. Los que ten¨ªan que hacer las cosas no las hac¨ªan y los que no sab¨ªan aprendieron a hacerlas. Y en ese aprendizaje supieron. Y eso duele.
Supieron lo que hac¨ªa tal grupo delictivo en tal sitio, supieron de sus t¨¦cnicas de tortura, de ejecuci¨®n, de desaparici¨®n. Se convirtieron en expertos te¨®ricos en la macabra industria de hacer fantasmas. Personas que est¨¢n y no est¨¢n. El eterno condicional.
Aprendieron a buscar. Lo hicieron con el ¨²nico objetivo de acabar con la incerteza, de cerrar un c¨ªrculo. La sombra de un consuelo: por lo menos que encuentre sus huesos.
Muchas veces estos a?os me he cuestionado qu¨¦ decir, c¨®mo honrar la b¨²squeda. Y supongo que lo menos que podemos hacer es tratar de instalar un interrogante en el mayor n¨²mero posible de corazones: ?C¨®mo es eso? ?C¨®mo es eso de que alguien est¨¦ y no est¨¦? ?C¨®mo es eso de aprender a picar la tierra, a buscar los huesos? ?Es posible que haya tanta gente viviendo as¨ª, con la gran duda?
Es posible. Es necesario. Es, a veces, una obsesi¨®n.
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