15 balazos para matar al Pirata de Culiac¨¢n

Juan Luis Lagunas Rosales no ten¨ªa nada. Viv¨ªa con su abuela porque su madre lo abandon¨® cuando era peque?o y a su padre ni lo lleg¨® a conocer. Naci¨® en Villa Ju¨¢rez (Navolato, Sinaloa), un municipio ubicado en el tri¨¢ngulo del narcotr¨¢fico mexicano, a una hora y media de la tierra de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n. Cuando ten¨ªa 15 a?os se fue a Culiac¨¢n para buscar una vida mejor. Se dedic¨® un tiempo a lavar carros y ah¨ª pronto conoci¨® a los que ser¨ªan sus m¨¢ximos promotores: hombres armados, mujeres explosivas, grandes camionetas. Y que comience la fiesta. Enseguida lo apodaron?El Pirata de Culiac¨¢n?por su capacidad para integrarse en aquel s¨®rdido universo donde lo ¨²nico que importaba era la cantidad de litros de alcohol que era capaz de ingerir un menor de edad. Al principio todo eran risas. Hoy ha amanecido brutalmente asesinado en un bar de Tlaquepaque (Guadalajara, Jalisco). Su cuerpo enfrent¨® hasta 15 impactos de bala.

M¨¢s informaci¨®n

El cartel de Jalisco reclutaba a sicarios a trav¨¦s de Facebook

El Cartel de Jalisco agrega el canibalismo a su cat¨¢logo de horrores

El juez Cogan autoriza que ¡®El Chapo¡¯ sea sometido a una prueba psicol¨®gica

El tri¨¢ngulo amoroso de la muerte: Sean Penn, Kate del Castillo y El Chapo

Todo comenz¨® con unos v¨ªdeos espont¨¢neos de aquellas fiestas. Un menor de edad, ebrio y con sobrepeso, que pronunciaba frases inconexas. Risas. "Ah¨ª nom¨¢s qued¨®", era su lema. Una frase ambigua que se difundi¨® entre los adolescentes mexicanos. Humor f¨¢cil y m¨¢s risas. La ¨²nica clave de aquellos v¨ªdeos desternillantes para algunos era que ¨¦l estaba al borde del coma et¨ªlico y sus compa?eros, que casi nunca aparec¨ªan frente a la c¨¢mara, le iban dictando cada frase como si se tratara de un mono de feria. Sus publicaciones no mostraban otra cosa que mujeres desnudas, armas y alcohol. Todo era gracioso, hasta que se meti¨® con el l¨ªder de uno de los grupos criminales m¨¢s sanguinarios de los ¨²ltimos a?os.

"El Mencho a m¨ª me pela la verga". Pocos en M¨¦xico pueden presumir de haber pronunciado una frase as¨ª en p¨²blico y haber salido airosos. En un pa¨ªs donde solo en este a?o han asesinado al menos a 12 periodistas por defender con su vida la libertad de expresi¨®n y el derecho a la informaci¨®n, las declaraciones de este joven se mov¨ªan en la flexible l¨ªnea que marca la narcoviolencia.

El Mencho es Nemesio Oseguera Cervantes, l¨ªder del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n, un grupo delictivo con menos de una d¨¦cada de actividad. En poco m¨¢s de cuatro a?os pas¨® de ser una c¨¦lula al servicio de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, a convertirse en la organizaci¨®n criminal m¨¢s poderosa y con mayor presencia en el pa¨ªs. Ha ido creciendo a la sombra de otras mafias m¨¢s conocidas como Los Zetas, Sinaloa o Los Caballeros Templarios. Mientras las fuerzas de seguridad se centraban en romperles el espinazo a los grandes carteles, el C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n se iba apoderando, como un reptil, de los nichos que abandonaban sus enemigos. En septiembre de 2011, el emergente grupo dej¨® en Boca del R¨ªo (Veracruz), en el coraz¨®n del territorio zeta, su carta de presentaci¨®n: 35 cad¨¢veres sobre el asfalto de la avenida Ruiz Cortines. La masacre les vali¨® el apodo de matazetas.

Como suele ocurrir en este tipo de sucesos, la informaci¨®n m¨¢s certera son aquellos 15 casquillos percutidos. Un informe de la Fiscal¨ªa local explica que alrededor de las 11.00 horas de la noche de este lunes, en un local de m¨²sica norte?a, unos hombres armados irrumpieron a balazos y se enfrentaron directamente con El Pirata. Pero en su camino se llevaron por delante la vida de un empleado de 25 a?os que estuvo agonizando hasta fallecer en el hospital de madrugada. "Los sujetos huyen con rumbo desconocido", y fin del comunicado.

"?Se va a hacer o no se va a hacer la pisteada? ?Alivi¨¢nense! Fuga a los @menta2", comentaba Lagunas en su ¨²ltima publicaci¨®n de Instagram. Los Mentados es el nombre del local. En diferentes ocasiones seguidas esa noche avis¨® a sus miles de seguidores del lugar exacto al que iba a acudir. Y acudieron.

No importa que el bar probablemente tenga c¨¢maras de seguridad, que los agresores cometieran el acto, como es com¨²n, a rostro descubierto. All¨ª nadie ha visto nada. Y silencio. En un pa¨ªs donde el 90% de los delitos no se denuncia, nadie quiere ser el que se?ale a unos hombres capaces de pasearse por una zona m¨ªtica de Guadalajara, joya de M¨¦xico, con armas propias del Ej¨¦rcito. Y el pa¨ªs, sacudido por las cifras de homicidios m¨¢s altas de su historia ¡ªm¨¢s de 78 al d¨ªa¡ª, soportar¨¢ un n¨²mero negro m¨¢s antes de que acabe el a?o. Este tiene un nombre propio: el de un joven seducido por el poder del narco, Juan Luis Lagunas Rosales, El Pirata de Culiac¨¢n.?